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El especializado complejo deportivo de Paipa tuvo hace nueve meses una llamativa ceremonia para la colocación de la primera piedra, por parte del entonces director de Coldeportes, Jairo Clopatofsky. A juzgar por su estado actual hay más retrasos que avances.

DENUNCIA

Centro deportivo de alto rendimiento en Paipa: prueba no superada

Los problemas en la construcción del centro deportivo de alto rendimiento en Paipa están llevando este sueño de los boyacenses por el camino de la frustración.

8 de septiembre de 2012

Paipa, en Boyacá, se ha convertido en una zona privilegiada para la formación de deportistas de alto perfil. Sus condiciones de altura y clima han sido aprovechadas por el atleta colombiano Jacinto López para incentivar a varios de sus colegas internacionales para que entrenen allí. Por eso la ciudad se ha vuelto sede transitoria de muchos competidores suramericanos, que tras sus logros han aumentado el buen nombre de este destino.

De ahí que cuando Juan Manuel Santos era candidato, los paipanos le pidieron que si llegaba a ser presidente construyera un centro de entrenamiento de alto rendimiento. Casi un año después, ante un concurrido auditorio el 6 de agosto de 2011, Santos, como primer mandatario, anunció: "Jacinto, esa solicitud que usted me hizo se está construyendo aquí al ladito… estamos invirtiendo una plata importante… queremos que eso atraiga más deportistas como los de nuestra selección para que aspiren este aire y se inspiren en Boyacá".

A los cuatro meses hubo una pomposa celebración en la que el entonces director de Coldeportes, Jairo Clopatofsky, y los mandatarios boyacenses destaparon champaña para brindar por la colocación de la primera piedra y una vistosa placa con los detalles de la obra. Hoy la placa desapareció, solo se han hecho unos arreglos menores a las viejas instalaciones deportivas y ahora se sabe que no están asegurados los recursos para completar siquiera la primera etapa del proyecto.

Lo que esperaban los pobladores era la adecuación inmediata de senderos para trote, la construcción de una completa pista de atletismo y de bicicross, un estadio de fútbol, un centro de canotaje, canchas multifuncionales y de tenis, residencias para atletas, restaurantes y gimnasio. Un proyecto gigantesco que se valoró en 20.000 millones de pesos. La expectativa fue tal que los paipanos soñaron que su ciudad se convertiría en poco tiempo en una importante capital deportiva internacional.

Pero la asignación de los recursos empezó lenta. Coldeportes destinó 3.000 millones a principios de 2012. La mitad de este presupuesto se entregó a la Alcaldía de Paipa, cuando finalizaba la administración de Jorge Alberto Herrera.

Al mes tomó posesión del cargo la alcaldesa Luz Amanda Camargo y se encontró con que su antecesor había comprometido todos los recursos en contratos que hoy cuestiona: "Ahí se metió el asunto político. El alcalde anterior decidió adjudicar trabajos y proyectos que luego no se ejecutaron a cabalidad", dice. Además se priorizaron trabajos para adecuar espacios de disciplinas diferentes a las que han hecho popular a Paipa como destino de atletas. No fue posible conocer la posición de Herrera sobre los comentarios de su sucesora.

En marzo el dinero de Coldeportes ya se había acabado y la Alcaldía se vio a gatas para poner de sus recursos (el requisito es que hubiera contrapartida local) y así justificar el 50 por ciento de avance en las pocas obras que se acometieron, con lo que lograrían el giro de los otros 1.500 millones de pesos del presupuesto inicial aprobado. En el mejor de los casos, a finales de año se habrán construido los baños de la pista atlética, los cimientos del futuro campo de fútbol, los muros de protección de las instalaciones y las barandas de seguridad de la antigua villa atlética. "En la Alcaldía recibieron el dinero y lo mancillaron. Hicieron un maquillaje de las instalaciones viejas y del prometido Centro de Entrenamiento, nada", opina Jacinto López.

La desilusión de los paipanos no para ahí. Según Edith Mejías, profesional especializada de Coldeportes, las obras esperadas requerirían una inversión superior a la presupuestada, y asegura que por eso se firmó un acuerdo cuyo plazo máximo de ejecución es de 20 años. Algo que nunca les advirtieron cuando se tomaron la foto con la placa. Por ahora, tal y como marcha el proyecto puede convertir la ilusión del Centro Deportivo de Alto Rendimiento en una gran frustración.