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| Foto: Archivo Particular

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Tatequieto a relleno que asfixiaba la Ciénaga Grande de Santa Marta

Por orden del Ministerio de Ambiente la empresa Trupillos S.A.S tendrá que suspender las obras que adelanta en la zona con autorización de Corpamag porque "impedían la normal circulación del agua".

24 de abril de 2018

El complejo lagunar más grande de Colombia está muriendo. Sedimentación, incendios forestales, expansión agrícola combinados con la falta de mantenimiento de los canales y la invasión urbana amenazan su existencia. De nada le sirve ostentar el título de área protegida cuando bulldózeres, retroexcavadoras, motobombas y grandes extensiones de cultivos de  palma, arroz y banano engalanan el paisaje de la Ciénaga Grande de Santa Marta.

Como parte de las medidas que vienen tomando las autoridades para protegerla, este fin de semana el Ministerio de Ambiente, Luis Gilberto Murillo, dejó en veremos la autorización que la Corporación Autónoma Regional del Magdalena le otorgó a la sociedad Trupillo S.A.S el 30 de agosto del 2017. Con el documento (ver), la entidad les otorgó la concesión de aguas superficiales provenientes del río Magdalena que serían utilizadas en el predio San Antonio para los cultivos de arroz y uso doméstico.

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La huella hídrica que dejan estos cultivos es una de las más grandes. No es para menos la agricultura utiliza más agua que ninguna otra actividad del país y adelantarla dentro del predios de la ciénaga despierta más riesgos. ¿La razón?, los ecosistemas que allí habitan se adaptaron a la interacción del agua del mar con el agua dulce superficial y subterránea. Un cambio en cualquiera de sus proporciones, termina siendo una sentencia de muerte.

Por eso fue que las actividades de relleno y nivelación que se estarían adelantando en el complejo llevaron al ministro Luis Gilberto Murillo a suspender las actividades que se adelantaban en la zona. Aunque en principio se trata de una medida preventiva, las autoridades no descartan sanciones. Sin embargo, para muchos resulta cuestionable que la misma entidad que se encargó de otorgar el permiso termine siendo la misma que evalue el nivel de los daños causados.

Precisamente, en la evaluación del papel de las cars precisamente se está construyendo una propuesta de ajuste que apunta a mejorar su gestión y hacer un mejor control de la administración que hacen en las regiones de los recursos naturales. "Su roll requiere contar con una acción integral del SINA (Sistema Nacional Ambiental) de forma tal que actúen bajo el marco de políticas y reglamentaciones del MADS, que cuenten con apoyo de las demás  entidades del sistema y que estén sometidas a la función de inspección y vigilancia para garantizar que su misionalidad es atendida y la conservación del ambiente se cumple en  el territorio", agregó Murillo. En este momento el proyecto de Ley de Fortalecimiento y Modernización del SINA esta en revisión de Gobierno para ser presentado. Falta ver si los tiempos dan para que vea la luz antes de que el nuevo inquilino de la Casa de Nariño asuma su cargo.

El país debe estar seguro de que no vamos a permitir el relleno de los humedales en esta nación de la megadiversidad. Rellenar para apropiarse de la tierra es una práctica que se debe extinguir. Por ello, tomamos la decisión de suspender las actividades de la Sociedad Trupillos S.A.S porque se están haciendo en un área protegida de uso restringido”, dijo el jefe de la cartera después de emitir la resolución 618.

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La alarma sobre lo que viene pasando en el predio San Antonio se lanzó el 19 de marzo cuando a través de la cuenta de Twitter varios ciudadanos empezaron a registrar lo que venía pasando. Como respuesta las autoridades desplegaron el pasado 5 de abril una visita técnica a la zona. En la inspección los técnicos constataron la "afectación de la ciénaga en la vía de la prosperidad donde se están desarrollando actividades para adelantar los humedales". Y es que se presentó una modificación de las condiciones del suelo natural del área y también se realizó la remoción de cobertura vegetal de la zona.

En el reporte suministrado por el equipo técnico se constató que el desarrollo de actividades en la zona, como compactación y relleno de las áreas para el establecimiento de cultivos, impide la normal circulación de agua entre el complejo de ciénagas que hacen parte del humedal Ramsar, pues al compactar el suelo se afecta su porosidad y la del subsuelo, que permite el intercambio hídrico de la zona, impidiendo los flujos verticales y horizontales, así mismo, se afecta la prestación de los servicios ecosistémicos como la captura de CO2 y se incrementa la salinización del suelo, lo que posteriormente lo reseca y repercute en su productividad.

Como si fuera poco, al eliminar las coberturas naturales se impide el ciclo de nutrientes típicos de estos ecosistemas; se pierde el aporte de nutrientes de la vegetación; se modifican las condiciones de humedad del suelo; se elimina el hábitat para el desarrollo de especies de fauna y de su alimento, como son caracoles, ostras, insectos, anélidos, que participan en la dinámica del suelo y la capacidad de porosidad y nutrientes de este y que son muy importantes en la regulación hídrica y climática.

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Ante este escenario, se emitió la primera resolución para que se suspenda la operación de una compañía que de hecho se encuentra ubicada en una zona sensible, determinada como Zona de Uso Restringido (ZUR) en la propuesta de Plan de Manejo del Sitio Ramsar Sistema Delta Estuarino del río Magdalena, Ciénaga Grande de Santa Marta, estas son zonas de uso muy restringido por su alta fragilidad e importancia ecosistémica.

De acuerdo con Parques Nacionales, la Ciénaga Grande se originó como una bahía costera cuyas características fueron modificadas por la formación gradual de una barra o flecha (la actual Isla de Salamanca) y la acumulación progresiva de sedimentos aportados tanto por los brazos del río Magdalena como por los ríos que descienden del sector occidental del Macizo de la Sierra Nevada de Santa Marta. Durante el Cuaternario reciente se han formado tres deltas, de los cuales los dos primeros fueron destruidos por la erosión.