La conmovedora carta a su padre asesinado

La candidata se enteró del asesinato de su padre ayer en la tarde. Hoy, en medio de su dolor, lo enterrará. Producto de la delincuencia, Miguel Alfonso Restrepo López fue asesinado a sus 80 años. Semana.com transcribe algunos apartes de los textos que su hija le escribió ayer. En un primer comunicado Restrepo escribió:

“En nombre de mi familia y en el mío en particular, quiero agradecer las múltiples expresiones de afecto y solidaridad que he recibido desde ayer, con motivo de la muerte de mi padre, Miguel Alfonso Restrepo López.

Como ya es de público conocimiento, su partido se dio en medio de un absurdo acto de violencia, cuando se resistía a una acción de hurto en su finca, ubicada en la vereda los Tibes del municipio Don Matías, Antioquía, donde residía con su esposa. Esperamos y confiamos en la actuación de las autoridades y en la efectividad de la justicia.

A sus 80 años, jubilado y retirado de sus actividades como comerciante, su muerte nos llena de dolor, en especial por las circunstancias en que se da… robado, sobre todo en su vida. (…) Espero, sobre todo, tener la capacidad de amor y de perdón que exige un momento como este”.

Más adelante publicó otra carta más personal, escrita a mano, en la que se leía: “(…) Como mujer me insististe siempre en luchar por mi autonomía, me enseñaste sobre el trabajo honesto, marcaste mi vida con el sello de ‘la búsqueda’. (…) Me entrenaste para ser fuerte, para mirar a los ojos, para ser compasiva pero siempre exigente. Para no tener miedo me decías: ‘si tiene miedo no se levante’. No sé si aprendí, papá, espero que mi actuar te honre siempre. (…)

Pensar que te fuiste de nuestro lado de una manera tan violenta, me cuesta aceptarlo… ASESINADO, es para mi corazón todo un dilema en la búsqueda del perdón. (…) La violencia es absurda… robar es de cobardes, solías decirme… robar es quitar la libertad… robarle a un viejo de 80 años como tú, es una locura… y que este viejo se defienda da como resultado el peor de los actos: El homicidio. Papá, lamento mucho que te vayas así, robado en todo, robado en tu vida…

Papá, perdón… ‘no lo estamos haciendo bien como sociedad’, yo solía decirte: cuando muere alguien, morimos todos un poco.

Y hoy sí que me estoy muriendo, además porque sé, por ejemplo, que ayer otros como tu murieron asesinados sin razón, porque nunca hay razón.

Papá, oro por tu paz y descanso. Oro por nosotros, tus hijos, para que honremos tu memoria con perdón y con fuerza, para defender las cosas en las que creemos”.

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