Home

Nación

Artículo

| Foto: Guillermo Torres

LEGISLATIVO

"Estamos cerca de tener el código que el país necesita": Luis Guillermo Plata

‘Ad portas’ del último debate en el Congreso del proyecto que busca darle vida a un nuevo Código de Policía, el presidente de ProBogotá, hace un llamado para lograr su aprobación.

11 de junio de 2016

SEMANA: ¿Por qué ProBogotá asumió como causa propia sacar adelante el Código de Policía?

LUIS GUILLERMO PLATA: Este tema nos afecta a todos, ya que impactará positivamente la seguridad en las áreas urbanas. En el caso de Bogotá, según una encuesta realizada por nosotros en 2015, el mayor problema para los ciudadanos es la inseguridad, que en muchos casos se deriva de problemas de convivencia. Exigimos mucho de nuestra Policía, pero necesitamos darle las herramientas necesarias para trabajar eficazmente. Es inaudito que tengamos un código creado hace 46 años cuando, por ejemplo, no existían ni TransMilenio, ni los celulares.

SEMANA: Algunos críticos del código señalan que la convivencia se logra con autorregulación más que con sanciones. ¿Qué opina?

L.G.P.: En el mundo ideal nos deberíamos autorregular. De hecho, así sucede en los países mas desarrollados. No obstante, la autorregulación no les llegó espontáneamente. En esos países hay duras sanciones para quienes violan las normas de convivencia y las aplican contundentemente cuando es del caso. Pero, al parecer, en nuestras ciudades el respeto está sujeto a las sanciones. Mire el caso de los colados. Muchos jóvenes que han muerto atropellados al intentar colarse tenían en su poder tarjetas cargadas. Es decir, no se colaban por necesidad sino porque podían hacerlo.

SEMANA: ¿Cómo ha sido el trabajo con otros sectores: Congreso y gobierno, fundamentalmente?

L.G.P.: Desde el sector privado creemos fundamental que las autoridades puedan prevenir el crimen. Muchos alcaldes de ciudades grandes y pequeñas han manifestado la necesidad de actualizar el código, y los congresistas lo han impulsado al punto de que solo le falta un debate.

SEMANA: Algunos parlamentarios dicen que ciertos sectores del gobierno no se han puesto la camiseta del código. ¿Cómo ve este compromiso?

L.G.P.: Por el contrario, yo he visto al ministro del Interior y al ministro de Defensa trabajando hombro a hombro para sacar adelante el código. También el presidente Santos se ha manifestado al respecto.

SEMANA: ¿Cuáles son los principales problemas que ha identificado ProBogotá que podrían atacarse con el código?

L.G.P.: Las autoridades hoy tienen las manos amarradas. Las dinámicas sociales han cambiado y las ciudades manejan problemas distintos a los de hace 46 años. Hoy mueren más personas por riñas que por el conflicto armado. Solo en Bogotá, en el primer trimestre del año hubo 140.000 de ellas. ¿Y sabe hoy qué puede hacer un policía? Un llamado de atención verbal. Entonces no puede haber prevención del delito.

SEMANA: ¿Qué argumenta a quienes creen que al permitirle a la Policía entrar a una casa sin orden judicial, el nuevo código puede prestarse para abusos?

L.G.P.: Con el código propuesto se define cuándo y por qué se podría proceder, en situaciones específicas, además de controles e informes que se deben rendir. Esto tendrá criterios objetivos, eliminando la subjetividad del policía. Si su vecina está gritando a la medianoche que la van a matar, ¿qué prefiere usted que haga la Policía?

SEMANA: En temas como el Bronx, ¿qué habría podido hacerse con el nuevo código?

L.G.P.: Ahí confluyen muchos temas. Hoy en día las normas son muy laxas para las redes de distribución de estupefacientes y licor adulterado que se escudan en establecimientos ilegales, a los que se les endurecen los controles con el nuevo código. Asimismo, en él se sancionaría la ocupación ilegal del espacio público, otro de los problemas que se dio en el Bronx.

SEMANA: ¿Qué le espera al código en el último debate en la Cámara?

L.G.P.: Será un debate intenso, donde se espera que los ponentes logren disipar las dudas, especialmente en el tema de garantías para los ciudadanos frente a las autoridades. Los tiempos son apretados, pero estamos más cerca que nunca de tener el código que el país necesita. Confío en que a pesar de eso, se le dé un buen debate y los representantes voten el articulado.