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Esko Kentrschynskyj, jefe de la Unidad para América Latina, Caribe, Asia y Pacífico, del Departamento de Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea (ECHO). | Foto: Cortesía. ECHO.

ENTREVISTA

"Colombia se considera una 'crisis olvidada' y por eso ECHO mantiene su asistencia"

Esko Kentrschynskyj, máximo responsable del Departamento de Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea (ECHO) para América Latina, habla sobre cómo se adelanta la atención a las víctimas del conflicto armado y los afectados por las inundaciones.

María del Pilar Camargo, periodista de Semana.com
21 de noviembre de 2011

Esko Kentrschynskyj es sueco y dirige desde el año 2005 la Unidad para América Latina, Caribe, Asia y Pacífico, del Departamento de Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea (ECHO). A su cargo tiene la administración de una cartera de proyectos para estas regiones avaluada en 182 millones de dólares por año.
 
El representante de la Comisión estuvo en Colombia para reunirse con miembros del Gobierno y ONG colombianas e internacionales que gestionan los recursos entregados por ECHO, los cuales benefician a las víctimas del conflicto armado y los afectados por los desastres naturales. La ayuda humanitaria también favorece a las personas que buscan asilo en países vecinos como resultado del conflicto armado.
 
ECHO opera en 70 países y canaliza sus fondos a través de más de 200 organizaciones internacionales, que pueden ser agencias de Naciones Unidas, el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y Organizaciones No Gubernamentales.
 
En emergencia, las organizaciones socias pueden disponer de hasta 3 millones de euros en cuestión de horas. Estas deben comprobar que tienen la capacidad operacional necesaria, están bien gestionadas y respetan los principios humanitarios: imparcialidad, neutralidad, independencia y humanidad.
 
La reivindicación de estos principios se hace fundamental ante el aumento de las presiones y amenazas que reciben los actores humanitarios por parte de los actores del conflicto.
 
Semana.com habló con Kentrschynskyj sobre la labor que adelanta ECHO en Colombia. El representante de la Comisión sugirió cómo el país puede superar las temporadas de lluvias a través de la vía humanitaria.
 
Semana.com: ¿Hace cuánto tiempo ECHO hace presencia en Colombia?
 
Esko Kentrschynskyj: ECHO es uno de los principales donantes humanitarios del mundo. Está presente en Colombia desde el año 1994.
 
Semana.com: ¿Cuál es la labor que adelanta en beneficio de las víctimas del conflicto armado?
 
E.K: Cubrimos sus necesidades más urgentes, principalmente en las áreas de protección, asistencia alimentaria, salud, refugio, agua y saneamiento y apoyo para ayudarles a conseguir fuentes de ingreso.
 
Semana.com: ¿Cuál es una de las preocupaciones humanitarias de ECHO en Colombia?
 
E.K: La restringida movilidad de la población más vulnerable de las vulnerables, por ser minoría. Se trata de las comunidades afrocolombianas e indígenas. Se les limita el acceso a la salud, la educación, los bienes básicos y a las actividades de las que obtienen sus ingresos, como sus campos de cultivo.
 
Semana.com: ¿Qué hace ECHO ante este drama?
 
E.K: La financiación de ECHO permite que los actores humanitarios lleguen hasta esas comunidades.
 
Semana.com: Después de conocer la historia del conflicto colombiano, ¿qué particularidades tienen las víctimas del país frente a las de otros países?

E.K:
Colombia se considera una "crisis olvidada" y por eso ECHO mantiene su asistencia. Es una crisis compleja y en ese sentido es mucho mejor estar aquí, en el terreno, para poder tener discusiones y hablar con el Gobierno, las autoridades y las ONG que llevan a cabo la ayuda. Este conflicto ha tenido consecuencias muy severas para la población civil afectada por el conflicto. En esencia, no es demasiado diferente a los conflictos vividos en Sri Lanka o Afganistán. Aunque Colombia es un país que ha hecho enormes avances ecónomicos y sociales, continúa la crisis humanitaria.

Semana.com: Tiene especial interés en los desplazados internos...

E.K:
ECHO quiere llegar a las regiones rurales y remotas donde no alcanza a llegar la presencia del Gobierno por razones de seguridad. Nuestra respuesta debe ser vista como complementaria a lo que el Gobierno ya hace para asistir a esas poblaciones. Mientras los actores sigan utilizando la violencia en este conflicto contra la población civil habrá necesidades de protección.

Semana.com: Además de la atención a las víctimas del conflicto armado, ECHO trabaja en la asistencia de emergencia. ¿Ha visitado alguna zona afectada por las inundaciones que deja la segunda temporada de lluvias?

E.K:
Desafortunadamente no he podido. Las visitas se han centrado en Táchira y Apure, en la frontera con Venezuela, en la zona de refugiados, y en Arauca, golpeada por el conflicto armado. Pero, por eso tenemos oficina aquí, nuestro personal monitorea cuáles son las necesidades y si las hay, estamos dispuestos a volver a intervenir. Evaluamos cuál es el impacto humanitario de las inundaciones.

Semana.com: ¿Qué recuerda de su visita a Arauca?

E.K:
Visité comunidades que están intentando volverse a poner en pie porque en sus áreas los combates o la violencia ha disminuido de alguna manera, pero necesitan más apoyo de los servicios gubernamentales. Aunque tengo que decir que hemos visto bastante progreso en Acción Social.

Semana.com: ¿Cómo adelantaron las ayudas a los afectados por las lluvias?

E.K:
La asistencia se brindó bajo la forma de ayuda alimentaria, agua potable, refugio temporal, artículos de primera necesidad y atención médica. A principios de este año empezamos una intervención de 2 millones de euros para esta asistencia.

Semana.com: ¿Cuáles dificultades se presentan para ayudar?

E.K:
Cuando hay inundaciones masivas, el tema del acceso es un reto muy importante. Siempre trabajamos con ONG, socios muy experimentados, que pueden hacer frente a estos retos y buscar una solución.

Semana.com: ECHO también aporta ecónomica para programas de prevención de riesgo de desastres...

E.K:
Sí, a través de DIPECHO damos apoyo a los proyectos que ayudan a preparar las comunidades ante un posible desastre. Cuando hay una respuesta de emergencia es importante introducir componentes de reducción de riesgo.

Semana.com: ¿Qué papel ocupan los niños ante la ayuda humanitaria?

E.K:
De acuerdo con los valores y las normas en las cuales se basa nuestra asistencia, tenemos que prestar especial atención a las poblaciones vulnerables como las mujeres y los niños.

Semana.com: ¿Cómo deben organizarse los Estados para que la ayuda humanitaria sea bien distribuida?

E.K:
Quizá no sea mi papel dar consejos a las autoridades colombianas pero considero que Colombia ha construido un sistema muy sofisticado de asistencia a las personas desplazadas, que ha sido acompañado con recursos presupuestarios y con iniciativas del gobierno Santos como la Ley de Víctimas, la cual apoyamos. El gran reto es que las víctimas no sólo reciban compensación ecónomica por lo que perdieron por el conflicto, sino que también estén acompañadas y cuenten con el apoyo para su inclusión social.

Semana.com: ¿Cómo Colombia puede superar esta segunda temporada de lluvias?

E.K.:
Colombia ha acumulado mucha experiencia en lo que se refiere a la entrega de ayuda humanitaria. Hay una sociedad civil muy dinámica y hay presencia de ONG activas y proactivas en la distribución de las ayudas . La capacidad está aquí. Es más una cuestión de establecer las prioridades de acuerdo con las necesidades.

Semana.com: ¿Qué manejos se debe dar a los albergues temporales?

E.K:
Las inundaciones y otros desastres naturales se responden a través de varios pasos. El primer paso siempre es la respuesta de emergencia, que es básicamente salvar vidas. El segundo paso es la recuperación temprana, que es un puente entre salvar vidas y la reconstrucción de viviendas. Nosotros intervenimos en las respuestas de emergencia y esperamos que el Gobierno intervenga con soluciones más duraderas como la construcción o reconstrucción de casas. Es importante permitir a la gente que reanude ciertas actividades de subsistencia y financiación de ingresos para que no se conviertan en personas muy dependientes de la ayuda externa.

Colombia y ECHO en cifras

ECHO ha contribuido con 2,6 millones de euros en respuesta a las inundaciones en Colombia durante el 2010, que afectaron a más de tres millones de personas.

También apoyó con 1,2 millones de euros a Colombia entre los años 2009 y 2010, con programas de preparación ante desastres para aumentar la capacidad de las comunidades en respuesta a las emergencias.

Durante el 2010, la ayuda humanitaria para Colombia fue de 14 millones de euros.

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados estima que 395.000 colombianos han huido del país buscando refugio en otras naciones.

Según ACNUR-UNHCR Global Trend, en el 2009, hay 389.753 refugiados colombianos y población en situación similar a la de los refugiados.

ECHO donó 2,6 millones de euros para los damnificados por las lluvias, para operaciones de ayuda humanitaria en favor de unos 80 .000 damnificados que afectó a casi dos millones de personas en 28 de los 32 deparatamentos.

Con 3,7 millones de desplazados entre 1997 y 2011, según cifras gubernamentales, Colombia es el segundo país en el mundo en número de desplazados internos después de Sudán.

Los 10 mayores desastres naturales ocurridos en Colombia desde 1970 han dejado 30.444.600 afectados.