Home

Nación

Artículo

El primer fallo de la CIJ fue en 2012. | Foto: SIG

ANÁLISIS

Ante decisión de La Haya, Colombia debe reforzar estrategias

El profesor Antonio Rengifo, Ph.D. en Derecho Internacional de la U. Nacional, hace una radiografía de las decisiones emitidas este jueves por la CIJ y explica cuál es el camino que se debería seguir.

17 de marzo de 2016

Colombia debe replantear sus estrategias y reforzarlas con un debate serio y bien fundamentado, advierte el profesor Antonio José Rengifo, Ph.D. en Derecho Internacional y coordinador del Centro de Pensamiento en Mares y Océanos de la Universidad Nacional.

Al referirse al pronunciamiento de la Corte Internacional de Justicia, acerca de las excepciones preliminares propuestas por Colombia en las dos demandas presentadas por Nicaragua, luego del fallo de noviembre del 2012, el profesor Rengifo cuestionó el alcance de las estrategias defensivas adoptadas por el país.

“El Estado no puede seguir aislado y limitarse a entregar documentos a sus abogados y representantes para que presenten memoriales. Debe salirle al debate muy bien documentado e incluso científico, acerca de los aspectos técnicos y complejos sobre las definiciones, que presentan aún incertidumbres, de la plataforma continental”, precisó.

Respecto a los interrogantes, el académico mencionó, en primer lugar, la pertinencia de presentar excepciones preliminares y opciones que a partir de las decisiones de este jueves se presentan a Colombia; continuar, en los dos casos decididos este jueves, con la misma línea estratégica aplicada en el primer caso o reforzar las estrategias para introducir nuevos elementos defensivos que soporten la labor importante de los agentes y defensores de los intereses de Colombia.

De cara a un tercer milenio que, según expertos, será marítimo, dadas las ricas reservas de hidrocarburos y diversos recursos naturales en esas plataformas, la gran preocupación de los estados es la lucha por asegurar la delimitación de la plataforma continental y por una extensión de las mismas.

“Esas luchas por la plataforma continental se pueden traducir en ásperas controversias”, argumenta el experto, al advertir que en otros casos asumen formas apacibles.

Tal es el caso de Ecuador, que ha ampliado su plataforma continental de forma considerable, con apoyo técnico de prestigiosas universidades y centros de investigación, reconocidos en el mundo en esas materias, subrayó.

Según el docente, este apoyo técnico es esencial, debido a los aspectos altamente complejos de las normas internacionales que rigen la plataforma continental, como se desprende de la lectura de la decisión en el caso sobre plataforma continental extendida, en la segunda audiencia realizada este jueves en la Corte Internacional de Justicia.

“Ecuador constituye un buen ejemplo de lo que debe hacer un Estado en esa materia, mostrando también que para defender y ampliar los espacios marítimos no es necesario clasificar entre las primeras potencias navales del mundo”, sentenció el profesor Rengifo.

Por otra parte, aseguró que no se puede dejar de analizar la estrategia de Nicaragua, que pretende operar una transformación de los espacios marítimos en el Caribe, supeditada a un interés superior para su geopolítica, a través de la definición de las controversias por vía judicial y haciendo recurso a novedosas y bien elaboradas tesis de derecho del mar, avanzadas paso a paso, con una estrategia bien calculada.

Para el académico, una respuesta adecuada de Colombia a esa estrategia debería fundarse en el reconocimiento de que Nicaragua lleva en esto tres pasos de ventaja. “La respuesta a esas avanzadas de Nicaragua exige una discusión que no se limite solo a la presentación de memoriales, por necesarios que sean, por parte de los abogados de Colombia, por prestigiosos que ellos sean”, sostuvo.  

Bolivia, ejemplo de consensos

El docente también trajo a colación el caso de Bolivia, el cual ilustra la pertinencia del argumento anterior. Como es conocido, Bolivia ha demandado a Chile ante la Corte Internacional de Justicia para ordenar negociaciones serias entre los dos países, que le permita a Bolivia un acceso con soberanía al Océano Pacífico, el cual perdió tras una guerra desigual, pues este país tenía un departamento litoral con 400 kilómetros de costa.

Una decisión favorable para Bolivia fue tomada por la Corte hace unos pocos meses, como consecuencia de excepciones propuestas por Chile. Bolivia, en primer lugar, ha logrado los consensos políticos de todos los espectros ideológicos, alrededor de esa causa. Toda la nación apoya esa causa. La diplomacia boliviana tiene la “salida al mar con soberanía”, como objetivo prioritario.

Seguidamente, este país ha movilizado universidades y centros de investigación para apuntalar sus tesis en un caso para nada fácil, con muy buenas publicaciones que discuten ese problema. Tal estrategia no es garantía de que la Corte le otorgue definitivamente razón a Bolivia, pero es seguro que puede ayudar bastante, comentó el profesor Rengifo.

En contraste, la pretendida “confidencialidad” en Colombia sobre los casos de Nicaragua, que son públicos, ha demostrado, hasta la saciedad, ser inútil y contraproducente, ya que no funciona aislar las academias colombianas y extranjeras y cegar oportunidades para la discusión de las tesis de “avanzadas” propuestas por Nicaragua.

Bajo tales observaciones el profesor Rengifo considera, tajantemente, que el apoyo de universidades y centros de investigación extranjeros es fundamental en Colombia. “No se trata de hacer lobby. Tampoco se puede pretender ganar el pleito en academias y universidades”.

Sea para rebatir el fallo del 2012 o las decisiones tomadas este jueves por la Corte y establecer diálogos directos con Nicaragua, como ha indicado el presidente Juan Manuel Santos, para los dos o tres años que vienen, difíciles pero no perdidos, Colombia debe fundamentar y rebatir extrajudicialmente, por internacionalistas, en los centros donde deben darse esas discusiones, opinó el académico.

“Es mucho lo que se puede lograr. Es posible avanzar. Al final del día, es mejor eso que quejarse después porque Nicaragua sí sabe hacer lobby”, concluyó.

Coninformación de la Agencia de noticias de la Universidad Nacional