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En reiteradas ocasiones el presidente Álvaro Uribe, ha afirmado cosas que resultan ser falsas. Las evidencias lo han dejado en una posición incómoda.

POLÍTICA.

‘Como digo una cosa, digo la otra’

Las frecuentes correcciones del presidente Uribe ante las evidencias que lo contradicen, recuerdan esta famosa frase de la Chimoltrufia, personaje de la comedia de Chespirito.

César Paredes, periodista de Semana.com
24 de octubre de 2008

El primer mandatario en varias ocasiones ha hecho afirmaciones categóricas sobre la actuación de su gobierno y de los funcionarios del Estado. Sin embargo, ante las evidencias ha tenido que corregirse a sí mismo. Para algunos, esta actitud es muestra de un Presidente frentero, que encara la situación. Pero para otros, es lo contrario: el Presidente, simplemente se ha visto obligado a rectificar cuando los hechos ya no pueden ocultarse.

28 de junio de 2005: Uribe reconoció que cometió un error al insinuar que un equipo de periodistas de la BBC sabía que las Farc atentarían contra una base militar del sur del país, 3 días antes del ataque.

En esa ocasión la Casa de Nariño emitió un comunicado que decía: "La alusión que el Presidente de la República hiciera en la mañana de hoy sobre la presencia de periodistas internacionales en el departamento del Putumayo, fue hecha sobre información equivocada acerca de la fecha en que los reporteros llegaron a la zona".

El primer mandatario cometió la ligereza en una entrevista con Caracol Radio en la que dijo que "el terrorismo no puede ser fuente de información y mucho menos anticipada". Los periodistas habían llegado a la zona horas antes al Presidente, pero un día después del ataque de las Farc.

22 de enero de 2006: El presidente Uribe se retractó de las acusaciones contra el ex ministro de Defensa Rafael Pardo y candidato presidencial en ese entonces, a quien acusó de una alianza con las Farc para impedir su reelección. “El Gobierno no puede probar las declaraciones contra el senador Pardo, en virtud de ello se retracta de esas afirmaciones y le ofrece disculpas públicas al precandidato liberal, por mi conducto directamente”.

En esa ocasión, días antes el entonces director del partido de la U, Juan Manuel Santos fue quien lanzó la acusación y el Casa de Nariño emitió un comunicado que decía: “Con ocasión de las declaraciones de Juan Manuel Santos, relacionadas con una supuesta propuesta del senador Rafael Pardo Rueda a las Farc, el Gobierno manifiesta que conoce el tema y que lo pondrá en conocimiento de la Fiscalía".

5 de marzo de 2008: El presidente Uribe aceptó la responsabilidad de la violación al territorio ecuatoriano en la que militares colombianos atacaron el campamento donde estaba el segundo de las Farc, Raúl Reyes. "Aceptamos la resolución de la OEA y asumo la responsabilidad", afirmó Uribe.

El día del ataque (1 de marzo), a través de un comunicado Uribe había dicho “por lo pronto, anticipamos que Colombia no violó soberanía sino que actuó de acuerdo con el principio de legítima defensa”.

El episodio derivó en una crisis regional en la que no solo Ecuador, sino Venezuela y Nicaragua decidieron romper relaciones diplomáticas con Colombia.
 
6 de agosto de 2008: El Primer Mandatario reconoció que en la Operación Jaque, los militares sí usaron emblemas de la Cruz Roja. “Asumo la responsabilidad y lamentamos que esto haya ocurrido”, dijo Uribe tras una publicación del canal de noticias RCN en la que se vio a un militar usando un peto del organismo humanitario.

Sin embargo, cuando el Presidente dio a conocer el éxito de la misión, el mismo día de la liberación de los secuestrados, reiteró que no se habían usado distintivos de la Cruz Roja. El 16 de julio, doce días después de la operación militar que le devolvió la libertad a 11 secuestrados, la cadena de noticias CNN ya había denunciado el uso de los emblemas.

8 de octubre de 2008: Uribe tuvo que corregir la afirmación que había hecho el día anterior de que 11 jóvenes bogotanos, reportados inicialmente como desaparecidos, habían muerto en combate: “La Fiscalía aún no ha establecido la afirmación del Ejército de que fueron dados de baja en combate”, expresó en un comunicado de 7 puntos.

El 7 de octubre, días después de que se encontraran varias fosas en Ocaña (Norte de Santander) y Cimitarra (Santander), con cadáveres de los jóvenes desaparecidos, y de que las autoridades empezaran a investigar, el Primer Mandatario había dicho categóricamente:

“El Fiscal General de la Nación aseguró que los jóvenes desaparecidos de Soacha murieron en combate". Sin embargo, ese mismo día el propio Fiscal, Mario Iguarán dijo que los jóvenes sí habían sido muertos por el Ejército, pero no se podía asegurar que en un combate.

Días atrás, la secretaria de gobierno de la Alcaldía de Bogotá, Clara López, dijo que los informes de Medicina Legal indicaban que los jóvenes habían muerto pocos días después de que sus familias reportaron las desapariciones. Este dato arrojó dudas sobre la versión inicial de la muerte de los jóvenes en combate, pues es difícil que alguien sea reclutado un día en Bogotá y al día siguiente aparezca muriendo en combate en Ocaña.

22 de octubre de 2008: “La investigación adelantada esta tarde por la Policía concluye lo siguiente: la Policía sí disparó”, dijo Uribe reconociendo que un agente de la Fuerza Pública sí atentó contra los indígenas que estaban protestando en reclamo de sus tierras.
En días atras y en reiteradas ocasiones Uribe había dicho que la protesta estaba infiltrada por las Farc y que no retiraría a la Policía antimotines del sitio de la protesta. Ante las denuncias que hicieron indígenas de que la Fuerza Pública los estaba atacando con armas de fuego, el gobierno dijo que no era cierto, que la Policía antidisturbios (Esmad) actuaba “con armas no letales”.