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La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, señaló que estas mujeres liderarán “una acción sanción social” contra los violentos y el vandalismo. Foto: León Darío Peláez/ Semana | Foto: León Darío Semana

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¿Cómo les fue a las Madres Gestoras de Paz en su primera marcha?

Vestidas de blanco, las Madres Gestoras de Paz, el grupo independiente de mujeres que busca proteger a los jóvenes que marchan, salieron a acompañarlos. Cuando todo marchaba con tranquilidad, llegaron los encapuchados y los gases.

22 de enero de 2020

Todas llegaron al Parque Nacional vestidas de blanco, con faldas, balacas, gorras y banderas, pero todo de blanco, en concordancia con el nombre de su grupo -Madres Diversas por Colombia Gestoras de Paz- creado para evitar que hechos como el de la muerte de Dilan Cruz se repitan. 

Su misión han dicho, es una sola: proteger la vida. “El cordón umbilical que a nosotras nos permite ser dadoras de vida, también nos da la responsabilidad de no parir a nuestros hijos para la guerra y, mucho menos, para la muerte”, explicó Yalile, mientras saludaba a otra de las integrantes que acababa de llegar para caminar con dirección a la Plaza de Bolívar

En la foto, las madres se alistan emprender la caminata. Según aseguraron, el recorrido se trató de una marcha para reivindicar los derechos de las víctimas, las mujeres, la educación, etc. Foto: León Darío Peláez/ SEMANA.

Al tiempo que preparaban los tambores, las panderetas y los cencerros, las madres no cesaban de gritar a todo pulmón la razón por la que estaban allí: “¿A qué vinimos? -A acompañar a nuestros hijos”

Con los ojos en las movilización que tenían a unos pasos -la de los estudiantes de la Universidad Javeriana- las Madres se tomaron la calle séptima para alzar su voz y hacer su presentación oficial. Allí había niños, jóvenes y otras mujeres que no quisieron perderse el momento. “No pondremos más a que maten a nuestros hijos”, exclamó una. “No queremos que usen a nuestros hijos como carne de cañón. Aquí estamos también exigiendo nuestros derechos: igualdad, salud, trabajo y educación para nuestros hijos”, dijo otra. 

Al salir a las calles, las madres sostuvieron entre sus manos rosas blancas y carteles con mensajes como “el que perdona cultiva amor”. Foto: León Darío Peláez/ SEMANA.

A eso de las 3:45 de la tarde, distanciadas de la movilización de los jóvenes que avanzó con anterioridad, emprendieron solas el recorrido. Un megáfono reprodujo por toda la séptima cada uno de los mensajes que ellas deseaban que fueran oídos: “Aquí hay diversidad de madres, unidas por Colombia. Somos gestoras de paz, somos el cordón de la vida”.

“Nosotras quisimos unificarnos porque nos genera preocupación la situación a la que se ven enfrentados nuestros jóvenes cuando salían a marchar”, explicó Faride, una de las voceras del movimiento que cuenta hoy en día con 136 madres miembros. 

En los alrededores de la Torre Colpatria, las madres fueron recibidas por el plantón que allí se encontraba. Con canciones de reggae les dieron la bienvenida. Foto: León Darío Peláez/ SEMANA.

"Nosotras queremos la paz y la reconciliación. Hay mucha injusticia, desigualdad y corrupción. Por ahí se nos están yendo nuestros recursos. Hay que exigir sin causarles daño a los bienes del Estado ni a la población", dijo Elizabeth, otra mamá miembro del movimiento. 

En la caminata, la diversidad captó la atención de los jóvenes que las aplaudían a medida que se acercaban a la plaza. Había raizales, palenqueras, indígenas, afro, entre otras. El movimiento, cuyo nombre se le debe a la madre de más edad, es una mezcla de todo el país. 

Su caminata transcurrió con normalidad hasta la altura del Museo del Oro. Allí un grupo de encapuchados se enfrentó a piedra con el escuadrón antidisturbios, generando un tropel. En medio de una fogata, encendida por ellos, gases lacrimógenos y bombas aturdidoras invadieron el centro de Bogotá. Quienes se encontraban en el lugar observando los hechos, salieron a correr en estampida para evitar ser afectados por los gases y algún objeto volador.

De acuerdo con una de las Madres, “ellas que son la autoridad en la casa, pueden denseñarles a sus hijos cómo comportarse”.  Foto: León Darío Peláez/ SEMANA.

Las Madres Gestoras de Paz y gestores de convivencia intentaron que la calma regresara a los marchantes. Sin embargo, todos continuaron corriendo por miedo a verse afectados. El viento llevó los gases hacia los alrededores de la Plaza de Bolívar y las Madres tuvieron que también emprender la huída junto con los marchantes.

Fue un duro choque contra la realidad, algunas resultaron afectadas por los gases. Activistas las socorrieron hasta una de las esquinas de la Plaza. Allí, en medio de la confusión, todas pidieron calma. Tres funcionarias se acercaron a ellas y las escoltaron hasta la Secretaria de Gobierno.