Home

Nación

Artículo

Lanzamiento candidatura de Enrique Peñalosa a la alcaldía de Bogotá. | Foto: flickr.com

BOGOTÁ

Peñalosa, con firmas y con Cambio Radical

El exalcalde se inscribió con el respaldo de 200.000 firmas, pero con el respaldo del partido de Germán Vargas Lleras. ¿Le alcanzará?

22 de julio de 2015

Enrique Peñalosa (Washington, 1954) ha militado en dos partidos políticos en su carrera. Primero fue miembro activo del Partido Liberal, en los años 90. Recientemente ayudó a construir el Partido Verde, del que fue uno de sus copresidentes. Ha participado en cinco elecciones para la alcaldía de Bogotá, dos presidenciales, y una al Congreso. Nunca ganó cuando se inscribió a nombre de un partido político. Y la única vez que triunfó en unas elecciones, las de 1997 -en la que fue elegido alcalde de Bogotá-, lo hizo por firmas. Ahora, en el que será su sexto intento por llegar al Palacio de Liévano, volverá a aplicar la misma fórmula: se presentará como independiente.

Este miércoles, el exalcalde de Bogotá lanzó oficialmente su campaña. La respaldan cerca de 200.000 ciudadanos, con cuyas firmas, inscribirá su candidatura. En el tarjetón aparecerá avalado por el grupo significativo de ciudadanos denominado ‘Equipo por Bogotá’. “Todos los que queremos el cambio estamos uniéndonos en una gran cruzada para recuperar a Bogotá de la desafortunada situación en la que se encuentra hoy”, dijo Peñalosa en un acto bastante modesto en la localidad de Keneddy, al sur de Bogotá, y en el que dejó algo muy en claro: no renunciará a su aspiración, irá hasta el final, a buscar el veredicto de las urnas el próximo 25 de octubre.

En esta campaña, Peñalosa volverá a fungir como independiente. Aunque ya lo ha hecho en ocasiones anteriores, al final sus candidaturas habían recibido las adhesiones de varios partidos políticos. Hoy, solo el senador Carlos Fernando Galán, quien hasta hace poco fuera el presidente de Cambio Radical, se la ha jugado por respaldarlo, sin que esto se traduzca en el apoyo del partido del vicepresidente Germán Vargas Lleras, una de las fuerzas políticas más poderosas de la capital.

Aunque Peñalosa no es amigo de los partidos, y se enorgullece de hacer una política diferente (con frecuencia recuerda que fue el primero en el país en entregar volantes por las calles), nunca se ha resistido a aceptar las maquinarias políticas. 


La primera vez que intentó ser candidato a la Alcaldía, en 1991, las buscó en su Partido Liberal. Perdió una consulta interna con Jaime Castro, quien a la postre fue elegido alcalde en 1992. Dos años después también fue avalado por el Liberalismo, y aunque partió como favorito, Antanas Mockus, del movimiento ‘Supercívico’, quien lo derrotó al duplicarle la votación.

La tercera vez fue la vencida para Peñalosa. En 1997 se alejó del Partido Liberal y se lanzó como independiente, por firmas, por un movimiento que bautizó ‘Por la Bogotá que queremos’. Sacó 602.332 votos, un récord para ese momento, y se llevó por delante a candidatos como Carlos Moreno de Caro, Antonio Galán, Juan Carlos Florez, Enrique Vargas Lleras, Rudolff Hommes, Jaime Castro, Carlos Ossa y un por entonces desconocido Gustavo Petro. Peñalosa había triunfado frente a las maquinarias.

Diez años después, tras haber intentado sin éxito llegar al Congreso (por una lista independiente que solo alcanzó las curules de David Luna y Simón Gaviria en la Cámara de Representantes), Peñalosa reapareció en su intento por regresar al Palacio de Liévano.

También se inscribió por firmas, su movimiento lo llamó de forma poco original: ‘Peñalosa Alcalde’. Y aunque se mostró como independiente, el expresidente César Gaviria (en ese entonces jefe del Partido Liberal), el senador Germán Vargas Lleras (jefe de Cambio Radical) y la mayoría del Partido de la U (a excepción de Gina Parody y Armando Benedetti), se vincularon a su campaña y pusieron al servicio sus maquinarias. Peñalosa, a pesar de que marchaba en punta en las encuestas, y llegó a las urnas como el gran favorito, se llevó una estruendosa derrota. Samuel Moreno, del Polo, y apoyado por el samperismo, se hizo con la alcaldía de Bogotá. Las maquinarias, esta vez no fueron suficientes.

Hace cuatro años, Peñalosa venía de hacer parte de la campaña de los tres tenores del Partido Verde (junto a los exalcaldes Antanas Mockus y Lucho Garzón), y con ese impulso se lanzó de nuevo a la alcaldía. Aceptó el apoyo del Partido de la U, que en ese entonces tenía como faro a Álvaro Uribe a quien le cargó el megáfono en campaña. Todo un contrasentido, pues en las presidenciales de 2010 habían hecho campaña en contra del uribismo. Tras ese respaldo Mockus se fue del Partido Verde, y a Peñalosa pareció haberle costado la alcaldía. Perdió con Gustavo Petro.

Ahora Peñalosa no cuenta con respaldos políticos que tuvo en el pasado. La U y el Partido Liberal están con Rafael Pardo. El uribismo tiene como candidato al exvicepresidente Francisco Santos. El Partido Conservador, fuerza poco trascendente en la capital, pidió a estos tres candidatos unirse para derrotar a Clara López, del Polo. Cambio Radical, que en el 2007 lo apoyó, se sumó a su candidatura. El Equipo por Bogotá de Peñalosa no cuenta con maquinarias, parte con el respaldo de 200.000 firmas, y espera que la coalición sea con los ciudadanos antes que con los políticos, pues considera que estos han utilizado a Bogotá como trampolín político.

Por eso, la sexta campaña de Peñalosa puede parecer la más silenciosa y sin el respaldo de las maquinarias. Coincide con la fórmula de su única victoria en las elecciones.