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| Foto: AP.

TRAGEDIA

La nueva víctima del siniestro en Fundación

Con Dianis Lorena Tapias, de 9 años, ya son 33 los muertos en la desgracia ocurrida en Fundación, Magdalena.

26 de mayo de 2014

En la madrugada de este lunes falleció otra de las niñas que resultaron heridas en la tragedia del bus incinerado en Fundación (Magdalena) el pasado 18 de mayo.


Dianis Lorena Tapias, de 9 años, es la víctima número 33 de la desgracia ocurrida en Fundación, Magdalena. La niña falleció en la clínica Adelita de Char de Barranquilla, ya presentaba quemaduras en cara, cuello, brazos, tórax y también tenía compromiso ocular. Según los médicos de Adelita de Char, la menor tenía comprometido el 35 % de la superficie de su cuerpo.

El director de la institución, Jorge Rojas, dijo que la menor falleció en
 la madrugada de este lunes por un paro respiratorio producido por una falla multisistémica.

Ante las quemaduras, sus órganos no resistieron. Tenía problemas respiratorios pues la capacidad pulmonar se le había disminuido en el 50 %, y también tenía compromiso en los riñones y la coagulación.

El viernes había fallecido el niño José Antonio Pabón, de 7 años, quien tenía quemaduras en el 90 % de su cuerpo y fue sepultado el sábado en Fundación en medio del dolor de sus padres, familiares, amigos, compañeros de colegio y la población entera que sigue sumida en el estupor por la desgracia que están viviendo tantos padres ante la desaparición de sus hijos, todos menores de edad.

En el hospital Adelita de Char permanece hospitalizado Bryan David Salcedo, de 5 años de edad, quien presenta quemaduras de segundo y tercer grados en la cara, el cuello y el tórax. Tiene un compromiso de más del 30 % de la superficie de su cuerpo y, aunque ha mostrado una gran mejoría, todavía permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos de esa institución.

Está previsto que el próximo miércoles se realice el sepelio colectivo de los niños fallecidos, cuyos cuerpos fueron identificados por Medicina Legal en Barranquilla, a donde fueron trasladados desde el lunes 19 para su plena identificación cotejando las muestras de ADN de padres e hijos.

Aunque no ha sido confirmado, todo indica que habría una víctima más, un adulto, pero se desconoce la identidad, pues hay dos mujeres hospitalizadas, Rosiris Hernández en Barranquilla, madre de Yelena Otero, fallecida el pasado domingo 18; y la otra hospitalizada es Zenaida Ortíz, la esposa del pastor Manuel Berrío, quienes también perdieron a una hija, Luzcelia Berrío.

El sepelio colectivo tentativamente se llevaría a cabo el miércoles 28 de mayo, pero según la alcaldesa de Fundación, Luz Stella Durán, las familias dijeron que preferían esperar lo que se tardara la identificación para saber a ciencia cierta que efectivamente iban a enterrar a sus hijos.

Mientras tanto, otros 11 pacientes permanecen estables en el Hospital Universitario Fernando Troconis, Adelita de Char y Reina Catalina. Según un reporte
del sábado del Hospital Universitario Fernando Troconis, la única niña que permanecía en cuidados intensivos en sus instalaciones ya fue extubada y responde satisfactoriamente al tratamiento. Los nueve niños que se encuentran en este hospital reciben tratamiento psicológico.

Aproximadamente se deberán pagar 837 millones de pesos en indemnizaciones a las familias de las víctimas, que serán asumidos por el Fondo de Solidaridad y Garantía (Fosyga), ya que el vehículo no contaba con el SOAT ni ningún otro seguro. Sin embargo, una vez la justicia establezca los responsables del fatal hecho, el Fosyga realizará los recobros a estas personas.

El Ejército Nacional se ha encargado de realizar actividades lúdicas en los barrios Altamira y Faustino Mojica, en donde vivían la mayoría de las víctimas y sus familias. Este apoyo, que busca disipar las mentes de los niños que quedaron traumatizados con lo sucedido, está a cargo de la Reserva de la Segunda Brigada y del Batallón Córdova.

El pastor Jaime Barranco, en representación de la Iglesia Pentecostal Unida de Colombia, dijo la semana pasada que “también somos víctimas de esta tragedia, pero seguimos realizando nuestro trabajo”. Barranco aseguró que en todos los eventos que desarrollan siempre manejan un protocolo, “tendremos que esperar que las autoridades que investigan nos indiquen nuestra responsabilidad”.

La Asociación de Pastores y Ministros Evangélicos de Santa Marta lamentó los hechos y reconoció que lo sucedido es producto de la falta de previsión y de las medidas de seguridad que se deben tomar cuando se trata de seres humanos y sobre todo si son menores de edad.

Sin embargo, aclararon que la Iglesia Pentecostal Unida de Colombia no es miembro de su organización y tampoco profesa su doctrina y liturgia.