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Hombre con las manos en las rejas de una cárcel
Gustavo Vargas, para ese entonces de 19 años, con un arma de fuego, hirió a su madrastra, Miryam Tafur, y posteriormente le generó la muerte. | Foto: Getty Images

Judicial

Condenan a joven que asesinó a su madrasta en el Meta

El crimen sucedió en el año 2015 y siete años después el juez lo condenó a más de 37 años de prisión.

17 de agosto de 2022

Una tragedia familiar fue la que se vivió el 8 de octubre de 2015 en la finca San Agustín, ubicada en zona rural del municipio de Granada, Meta. Cuando Gustavo Vargas, para ese entonces de 19 años, con un arma de fuego, hirió a su madrastra, Miryam Tafur, y posteriormente le generó la muerte.

El proceso duró siete años, inicialmente al joven lo declararon inocente, al no encontrar pruebas suficientes para involucrarlo. Sin embargo, la decisión de primera instancia fue apelada y la Fiscalía recaudó material probatorio, entre ellos varios testimonios que llevaron al juez fallar en su contra y condenarlo a 37 años y seis meses de prisión, Decisión que quedó en firme el pasado 10 de agosto.

Según los investigadores argumentaron en juicio, la dinámica familiar era compleja, la mujer que fue asesinada era víctima de maltrato por parte del joven con el que convivió desde que él tenía tres años, época en la que inició una relación con el padre del niño. La mujer es su rol de madrastra, alertaba de los “malos pasos” en los que andaba.

Inicialmente, se creía que todo podría tratarse de momentos de exaltación. Pero testigos afirma que luego el joven empezó a pedir dinero a su madrastra, era tanto el miedo que ella le tenía, que en los documentos conocidos por SEMANA que detallan el proceso, se lee que la mujer optaba por esconder la plata en la ropa interior o en la caneca de la basura.

Frente a las amenazas constantes, temía incluso que los alimentos fueran envenenados debido a que una vez había visto al joven aplicarle veneno para roedores a la comida.

El día que fue asesinada, los vecinos testificaron que el condenado estuvo con su madrastra, pues escucharon que Vargas salió corriendo cuando supuestamente se enteró de que en la finca de sus papás estaban robando.

Miryam estaba guardando un dinero que su pareja, el papá de Vargas, le había dado a guardar. A la par se conoció que este joven había iniciado una convocatoria entre sus amigos para armar un plan que permitiera hurtar cinco millones de pesos y a su vez “meterle un susto a su madrastra”. Todo se orquestó dos semanas atrás del crimen. La idea inicial era amordazarla y encerrarla en una habitación. Pero al parecer ninguno de sus amigos aceptó el trato.

Días después, Vargas intentó hurtar el dinero con un arma que su padre tenía en la finca (y que no contaba con la documentación pertinente). El día del homicidio la mujer alcanzó a llamar sus hermanas para decirles que tenía miedo, porque se sentía espiada por su hijastro y que no había podido esconder el dinero que su esposo le había dado.

Vargas nunca se aceptó cargos por el crimen, pero fue vencido en juicio y, según la sentencia emitida en 2017, fue declarado inocente. Sin embargo, meses después fue revocada por el juez y lo condenaron a más de 37 años de prisión por el delito de homicidio agravado.