Congresista del centro democrático trabajó como rappitendero durante un día: conozca cómo le fue

La plataforma de domicilios colombiana Rappi logró crecer y expandirse en casi toda América Latina velozmente, a la vez que ha logrado integrar y convencer a gigantes económicos como Davivienda para realizar alianzas.

No obstante, la moneda tiene dos caras, su parte compleja compromete directamente a los rappitenderos o domiciliarios, pues ellos cada día se enfrentan a situaciones peligrosas en la ciudad.

Además de enfrentar los cambios climáticos de la capital de Colombia, conviven con la inseguridad, el tráfico, la discriminación e incluso el mal humor y malos tratos de sus clientes. No obstante, aunque todos conocen estas experiencias, no se pueden entender hasta no ser experimentadas.

Partiendo de eso, Julian Uscátegui, edil de la localidad de Usaquén, decidió montarse a la experiencia para conocer a fondo cada uno de las problemáticas y así poder brindar una ayuda para los trabajadores. Para esto, el edil le extendió la invitación a su hermano, el congresista del Centro Democrático, José Jaime Uscátegui, para pasar un día como rappitenderos.

“Hemos podido identificar algunas problemáticas relacionadas con los domiciliarios en materia de seguridad, por eso hoy vamos a hacer el ejercicio de ser Rappi por un día y en terreno poder identificar las problemáticas y hacer unas propuestas para mejorar la situación”, explicó Julián Uscátegui.

La mayoría de relatos que escucharon los hermanos eran acerca de hurtos, todos se quejaron de la terrible inseguridad de la capital que además los ha dejado sin su medio de trabajo. Incluso algunos llegaron a comentar que se han quedado sin bicicleta hasta cinco veces.

Miembros de la Policía Nacional incluso les comentaron a los hermanos que una de sus preocupaciones es también la de que se están formando bandas criminales que usan el uniforme de Rappi con tal camuflarse y así poder robar a los ciudadanos.

El mayor César Ramírez confirmó que “no solamente extranjeros, sino también colombianos, utilizan este tipo de prendas para realizar actividades delictivas. (...) Queremos trabajar de la mano con estas empresas y Migración para tener un mejor control y establecer si tienen los documentos necesarios para ejercer esta labor”.

Este comentario no solo vino por parte de la Policía pues algunos domiciliarios reconocieron que hay personas que se camuflan para delinquir.

Otra de las problemáticas que encontraron es que la población civil también se ha quejado reiteradamente sobre la “toma” de los espacios por parte de los domiciliarios, incluidos los parques.

Los hermanos aprovecharon el formato de YouTube para dar a conocer su experiencia y hablar un poco sobre las propuestas que se podrían trabajar para darle solución a la problemática.

Se menciona la necesidad de un trabajo conjunto con las autoridades, las comunidades y los rappitenderos para mejorar los entornos y la seguridad, así como la inclusión de los domiciliarios en la red de participación cívica para que sirvan como apoyo a la Policía. Además, mencionaron cuatro proyectos en el Congreso para regular este tipo de aplicaciones.

En el video también se puede observar cómo los hermanos iniciaron su jornada, revisaron el mapa y se ubicaron en la ciudad para hacer la entrega de cada pedido. Al finalizar mencionaron que esta era una experiencia enriquecedora pero también bastante agotadora.