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| Foto: Archivo particular

JUSTICIA

El fallo que busca salvar a San Andrés de ahogarse en su basura

Adquirieron una máquina con tecnología de punta, capaz de matar dos problemas: incinerar residuos sólidos y producir energía. Sin embargo, hoy es el elefante blanco mejor cuidado del relleno Magic Garden. Consejo de Estado emitió condena.

30 de agosto de 2017

En el año 2013 los sanandresanos aplaudieron el fin de dos de sus principales problemas: las basuras y la energía eléctrica. Ese año se terminó de construir una planta eléctrica que cambiaría de manera radical sus vidas; es una tecnología que lleva varios años funcionando a la perfección en Singapur y que ayudó a este pequeño estado situado en Asia salir de los mismos problemas de servicios públicos con los que cuenta la isla colombiana. 

El sistema funciona incinerando la basura, lo que a su vez mueve una serie de turbinas que generan energía. Sus residuos son cenizas que no generan amenaza al medio ambiente y que tienen múltiples usos, por ejemplo, en Singapur se utilizan como relleno para la creación de islas artificiales.

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El manejo de las 1.646 toneladas de residuos sólidos que produce la isla al año es una de las principales amenazas contra el medio ambiente y contra la salud de los habitantes de San Andrés. Tienen el relleno sanitario Magic Garden que para el 2013 ya contaba con 350.000 toneladas de basura enterradas y, según cálculos de las autoridades, para ese momento solo le quedaba una vida útil de 2 años y 10 meses. La situación de la isla hoy es un problema y es una emergencia. 

La planta eléctrica lleva varios años convertida en el elefante blanco mejor cuidado de la isla. Su costo se calculó en unos $20.000 millones, financiados en su mayoría por el Gobierno Nacional. Aunque está construida en su totalidad y la administración depende de la empresa concesionaria de energía Sopesa SA ESP, la inauguración se viene postergando año tras año.

La procuradora delegada para asuntos ambientales de San Andrés interpuso una acción popular por la violación a los derechos colectivos de los habitantes de la isla, que acaba de ser resuelta por el Consejo de Estado en contra de todas las entidades a cargo de dar solución a la problemática de las basuras. Tener esta millonaria planta sin funcionar, dice el alto tribunal, es “una afrenta en contra del derecho colectivo a la defensa del patrimonio público”.

El alto tribunal le da seis meses 6 meses al departamento de San Andrés; a Coralina (Corporación para el Desarrollo Sostenible del Departamento Archipiélago de San Andrés Providencia y Santa Catalina); a SOPESA y a su antecesora Eddas S.A, para que se pongan de acuerdo en un plan que permita en menos de dos años encender los motores. 

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“La mayor amenaza a este derecho colectivo público no radica solamente en tener un planta sin funcionar, lo que de por sí denota una administración ineficiente de los recursos públicos ya que dicha planta solamente está siendo objeto de manteamiento por Sopesa SA ESP, sino que no está prestando el servicio público para la cual fue construida”.

En este lío se tiran la pelota los públicos y los particulares. Las principales inconvenientes radican en que para su puesta en marcha se requiere de la actualización del Plan de Manejo Ambiental del Relleno Sanitario Magic Garden, que exige incluir el manejo que se le dará a la extracción de residuos sólidos antiguos que se en encuentran dispuestos en el relleno sanitario así como de la disposición final de cenizas, escorias y sobrantes. Tampoco se ha celebrado el contrato de operación del sitio de disposición final de residuos sólidos por parte de la Gobernación.

En lo que tiene que ver con la extracción de residuos enterrados, es un problema de primer orden, ya que la máquina solo se puede encender con 62 toneladas de residuos sólidos y la isla produce al día 20 toneladas. Ello implica que permite evacuar los residuos que durante décadas, se vienen acumulando en el vertedero. Así las cuentas, el Consejo de Estado reparte responsabilidades, incluyendo la que permitirá disponer de equipos y personal para efectuar la extracción segura y la separación de los residuos enterrados.

En el caso del departamento, le corresponde adoptar las medidas para que dichos residuos sean entregados al operador de la Planta de Generación Residuos Sólidos Urbanos en las cantidades requeridas para que la misma pueda generar energía, dentro de sus responsabilidades estará estructurar un sistema que garantice dicha entrega.

Con el apoyo de la Corporación Coralina, el ente territorial deberá presentar la modificación al Plan de Manejo Ambiental del Relleno Sanitario Magic Garden, en lo referido a las actividades complementarias al servicio de aseo y a la extracción de residuos sólidos del dicho relleno sanitario. También solicitar la renovación de los permisos ambientales y gestionar ante la Asamblea el permiso para la realización de las actividades de desenterrar los residuos sólidos urbanos.

También, ordena el Consejo de Estado, debe adelantar la contratación para concesionar la operación del relleno sanitario en su componente de disposición final y gestionar los recursos con el Gobierno Nacional.  En este sentido, el Ministerio de Minas deberá acompañar y asesorar la puesta en marcha de la planta, así como la gestión ante el Gobierno Nacional de los recursos que sean necesarios.

En cuanto a la empresa de energía SOPESA se deberá poner a disposición del departamento la información que se requiera para estructurar el contrato del operador concesionario, que tendrá a su cargo las actividad de disposición final y aprovechamiento de los residuos sólidos.

El relleno sanitario Magic Garden está ubicado en Evans Point, en el sector de Schooner Bight, ubicado a seis kilómetros de la vía circunvalar de la Isla. Existe desde hace 33 años y funciona a cielo abierto. Aunque la isla tiene la posibilidad de convertirlo en un ejemplo de desarrollo, con maquinaria de punta al servicio del medio ambiente y de la comunidad, el tire y afloje político tiene a este paraíso colombiano alimentando a un vergonzoso elefante blanco.