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| Foto: Archivo Particular

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Conservadores oficializarían ruptura en la Cámara

El representante Mauricio Salazar propone dividir las bancadas entre los 10 santistas y los 17 independientes.

4 de agosto de 2014

La carta que redactó el representante Arturo Yepes a finales de julio, en la que reclamaba al presidente Juan Manuel Santos al menos dos ministerios para el Partido Conservador a cambio de respaldar su gobierno, podría convertirse en el ‘florero de Llorente’ para que la bancada de representantes a la Cámara del partido se divida oficialmente.

El episodio profundizó a su máximo nivel las diferencias entre los representantes conservadores que votaron por la reelección de Santos y los que respaldaron a la candidata oficial del partido Marta Lucía Ramírez, a tal punto que las posibilidades de que se reunifiquen parecen muy lejanas.

Los conservadores santistas, que se encargaron de la redacción de la carta, insisten en que el partido debe sumarse a la Unidad Nacional y con exigencias, mientras que los otros aún no ocultan la indignación que les produjo que desde la bancada parlamentaria se intentara ‘vender’ al Partido Conservador a cambio de ministerios.

La confrontación en la bancada azul está de la siguiente manera. El ala santista está integrada por once representantes. Son ellos: Arturo Yepes, Telésforo Pedraza, Lina Barrera, Liliana Benavides, Germán Blanco, Alfredo Ape Cuello Baute, Horacio Gallón, Ciro Rodríguez, Armando Antonio Zabaraín, Humphrey Roa y Nicolás Echeverry. 

Mientras el sector que no estuvo con Santos en las elecciones lo componen 16 representantes. Ellos son David Barguil, Miguel Ángel Barreto, Óscar Fernando Bravo, Orlando Clavijo, Luis Fernando Urrego, Juan Carlos García, Orlando Guerra, José Elbert Hernández, Inés Cecilia López, Álvaro López Gil, Aída Merlano, Pedrito Tomás Pereira, Juan Carlos Rivera, Mauricio Salazar, Heriberto Sanabria y Jaime Felipe Lozada Polanco. 

Este martes, los 27 representantes del partido se reunirán en el Centro de Bogotá para tratar de resolver sus diferencias. Sin embargo, Semana.com conoció que el ambiente no es favorable para la reconciliación azul. 

Ya que el representante Mauricio Salazar, uno de los que rechazó la carta, llegará a proponerles a sus compañeros que se declare oficialmente la división de la bancada conservadora en la Cámara de Representantes. 

La propuesta no deja de ser exótica. Tendría como efectos en el Congreso que, por un lado, 17 representantes conservadores actuarán con independencia frente al gobierno y constituirían un solo cuerpo. De otra, una bancada más reducida, integrada por los 11 representantes liderados por Arturo Yepes, quienes desde hace tiempo vienen declarándose como los conservadores santistas.

Para Salazar, los conservadores santistas ya han rebosado la copa. “Han manejado una agenda propia, como votaron por Santos manifiestan que el gobierno solo les abre las puertas a ellos y que los demás estamos vetados”, dice el representante. “Todos los acuerdos políticos para la distribución de dignidades en el Congreso lo manejaron entre los 11. Los demás fuimos excluidos de esas decisiones”, agrega.

El episodio de la carta redactada por Arturo Yepes, y con la que pretendía oficializar que todos los 27 representantes conservadores estaban con Santos, habría colmado la paciencia. “Ellos (los conservadores santistas) son los que tienen la Casa de Nariño abierta. Nosotros tenemos otra agenda. Entonces, para evitar ese tipo de confusiones, que la bancada se declare oficialmente dividida en dos grupos, los que están con Santos y los que estamos fuera”, dice Salazar. 

Los conservadores llevan más de un mes explorando fórmulas para mantenerse unidos, pero al parecer ya estarían agotadas. Sin embargo, David Barguil, el mayor elector y quien está del bando de los que no votaron por Santos, aspira a que no se llegue a tal extremo, pero subraya que en todo caso el partido debe mantenerse independiente frente al gobierno. 

“El esfuerzo que tiene que hacer el partido antes de pensar en cualquier cosa hacia afuera es el de la reconciliación hacia adentro, el de la unidad, el de tratar de sanar las heridas. El partido ha estado muy dividido, eso no es un secreto, pero yo pienso como Marta Lucía Ramírez en que el partido debe tener cierta independencia para poder plantear los temas que necesita el país”, dice Barguil. 

La división que hay entre los conservadores en la Cámara de Representantes contrasta con la situación por la que atraviesa la bancada en el Senado. Allí, diez senadores apoyaron a Santos y ocho a Marta Lucía Ramírez, de los cuales, siete ya están dispuestos a volver a la Unidad Nacional.