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Habitantes de Necoclí y del Urabá antioqueño se hicieron presente en las calles de Necoclí para el evento encabezado por el presidente Santos. | Foto: SIG/Felipe Ariza

ANTETITULO

"Contra viento y marea haremos efectiva la Ley de Víctimas": Santos

El Alcalde de Villavicencio ha gobernado en circunstancias adversas. No obstante, superó obstáculos, gestionó recursos y ejecutó su Plan de Desarrollo 2016-2019. En esta entrevista explica algunas de sus más importantes acciones.

11 de febrero de 2012

W ilmar Barbosa, alcalde de Villavicencio, camina por la plazoleta del Parque Los Fundadores. Se sienta en una silla y atiende, con actitud tranquila, esta entrevista. Sus respuestas tienen la certeza, la seguridad de quien ha hecho su trabajo pese a las grandes dificultades que ha enfrentado. Dos ejemplos muy puntuales: la crisis del agua y el desabastecimiento de la ciudad, y el cierre de la vía al llano con el tremendo impacto en la economía del departamento. En medio de este contexto logró fortalecer la oferta educativa, impulsar proyectos productivos agropecuarios y ejecutar obras claves.

SEMANA: En los años de su gobierno cayeron las más fuertes lluvias, según el Ideam, en 50 años. Esto provocó avalanchas y deslizamientos que dañaron varios tramos de la tubería que lleva el agua a la ciudad. ¿Cómo resolvió esta grave crisis en la que se vio comprometido el suministro de agua en la ciudad?

WILMAR BARBOSA: El problema del agua ha sido histórico en Villavicencio. Yo crecí en el barrio La Esperanza y tengo recuerdos de mi niñez haciendo fila, con unos baldes, para recoger un poco de agua. Los 16 kilómetros de la línea de aducción que lleva el agua a la ciudad están a merced de un movimiento de la montaña, o de un deslizamiento de tierra, producto de las fuertes lluvias, lo que inmediatamente corta el suministro del líquido. ¿Qué hicimos? En un año y medio estructuramos un proyecto para construir una nueva bocatoma y una nueva línea de aducción, resolviendo definitivamente el problema. Hay que recordar que nos entregaron una empresa de servicios públicos con un nivel del 66 por ciento de agua no contabilizada. Es decir, aquí había una pérdida escandalosa de agua. Diseñamos un plan de pérdidas para la ciudad, con 15 sectores hidráulicos que nos permiten medir con precisión, en cada uno de ellos, el agua que se consume. Esta es una gran herencia para los villavicenses, porque recuperamos esa gran cantidad de agua desperdiciada por años.

SEMANA: Villavicencio presentaba un largo retraso en cuanto al mantenimiento de la Planta de Tratamiento de Agua Potable y las estaciones de bombeo. Respecto a la PTAP no se había hecho ninguna inversión o mantenimiento en ella durante 40 años, ¿de qué manera trabajó y mejoró esta desatención?

W.B.: Repotenciamos las estaciones de bombeo de Puente Abadía y Bavaria para asegurar 1.200 litros por segundo en ambas. Nos encargamos de la optimización y repotenciación de la Planta de Tratamiento de Agua Potable La Esmeralda, la cual no había tenido ninguna inversión o mantenimiento en cuatro décadas. La obra se encuentra en un alto nivel de ejecución y se espera que esté lista a mediados de 2020. Costó alrededor de 44.000 millones de pesos, de los cuales, gracias a nuestro alto nivel de gestión, el gobierno nacional aportó 30.000. Le vamos a dejar a la ciudad una PTAP renovada y con la capacidad para tratar 2.000 litros de agua por segundo.

SEMANA: Otra de las crisis que ha tenido que enfrentar su gobierno es el cierre de la vía al llano, ¿qué medidas se tomaron para asegurar el flujo de viajeros a Villavicencio?

W.B.: Nos fuimos con el Instituto de Turismo a hacer alianzas con Easyfly, buscando ofrecer nuevas rutas desde y hacia Villavicencio. Hoy tenemos 22 frecuencias diarias con precios muy cómodos que han estimulado la visita de viajeros desde Neiva, Bucaramanga, Medellín, Pereira, Cali y, por supuesto, Bogotá. Antes del cierre de la vía no teníamos este volumen de vuelos y le hemos sacado provecho a la crisis de la carretera promoviendo el turismo y la conectividad aérea, haciendo alianzas con las alcaldías de esas ciudades. Lo que queremos es que una vez se abra la vía al llano podamos mantener estas 22 frecuencias aéreas recién creadas y posicionar esas rutas.

SEMANA: En medio de estas emergencias usted ha logrado desarrollar su plan de gobierno con un fuerte componente educativo, ¿qué tareas se cumplieron en este campo?

W.B.: La Villavicencio rural estuvo abandonada por muchos años. Nos propusimos mejorar la calidad educativa y de vivienda allí y en la zona urbana. En el primer año gestioné 48.000 millones de pesos que hoy se reflejan en la intervención de 108 sedes educativas de las 153 que tiene la ciudad, que va desde el mejoramiento de un aula hasta remodelaciones completas como en los emblemáticos colegios Bachillerato Femenino e INEM, que no habían recibido un peso en los últimos 20 años. Como nunca antes, hicimos 221 mejoramientos y 127 viviendas nuevas rurales, terminamos programas inconclusos entregando más de 4.800 casas y construimos 1.000 nuevas viviendas. Nos concentramos, también a nivel educativo y de vivienda, en sacar del atraso a nuestra querida ciudad.