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| Foto: Archivo Semana.

CONFLICTO

Córdoba, Cauca y Nariño: tres departamentos azotados por el conflicto

Por bacrim, por las FARC o por las dos, estos departamentos viven la crueldad de la guerra. Siete muertos en Tumaco, cinco en San Antero, uno en Montería y otro más en Cereté, sumados a ataques en Caldono, Siberia, Silvia, Jambaló y Suárez son el triste panorama.

26 de septiembre de 2011

Una llamada despertó a Neftalí Correa, alcalde de Tumaco (Nariño). Su secretario, Yener Ávila, fue sacado a la madrugada de su casa por hombres armados. “Lo secuestraron”, le dijeron quienes le dieron la noticia. “Desde entonces no hemos sabido nada”, dice Correa. Pero el secuestro de su secretario no fue lo único que lo desveló. Durante el fin de semana que acaba de pasar, siete personas fueron asesinadas. Unas, en el casco urbano, otras–dice– en la zona rural.
 
Los hechos violentos en este municipio no son nuevos. Hace poco más de dos semanas el pueblo se paralizó justamente para pedir paz. Más de 20.000 habitantes se unieron en una marcha con la que pretendían llamar la atención sobre la difícil situación de seguridad que vive el municipio. Y lo consiguieron. A los pocos días el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, acompañado de la cúpula militar, estuvo allí. 
 
“Se habló de varios puntos, se plantearon estrategias, se reflexionó sobre la situación de violencia. Entre esos, el general Óscar Naranjo (director de la Policía Nacional) anunció el apoyo de 80 policías más para el municipio de Tumaco. Además pedimos que se cree una unidad de atención inmediata que cuente con personal de la Fiscalía, jueces y policías judiciales”, le contó el alcalde a Semana.com.
 
La situación no es fácil. Tumaco –según Correa– está siendo azotado por milicias de la cuadrilla móvil Daniel Aldana de las FARC, pero también por las bandas criminales. “Acá reinan la extorsión y la microextorsión, no hay, con seguridad, tendero que no haya sido extorsionado. Por 5.000 npesos les retienen la mercancía”, dice.
 
Sin embargo, la Policía no dice lo mismo. El subcomandante de la institución en Nariño, coronel Ángel Hugo Rojas, asegura que la situación no es tan grave como parece y que las muertes que se registraron el fin de semana son “casos aislados”. En diálogo con Semana.com, aseguró que tanto Tumaco como Ipiales son municipios prioritarios para la fuerza pública. “Se registraron siete muertos en la morgue de Tumaco porque trajeron algunos cadáveres de otros municipios, pero no porque se hubieran dado todos acá”, sostuvo.
 
Lo cierto es que hoy hay siete familias que en Nariño sufren la pérdida de sus seres queridos en muertes violentas. Y una más que espera noticia de Yener, el secretario de la alcaldía que fue secuestrado, aún no se sabe por quiénes.
 
Además, en las últimas horas se conoció que por lo menos 2.000 infantes de marina serán enviados a la costa pacífica (en Nariño) para enfrentar esa ola de criminalidad que tiene azotada la región.
 
Pero si la situación en Nariño es grave, no lo es menos en Córdoba y en Cauca. En el primero de estos departamentos –según la gobernadora Marta Sáenz– han sido asesinadas 413 personas en lo que va del año. En el fin de semana que acaba de pasar, las víctimas mortales fueron 24.
 
“La violencia es imparable. En San Antero se registró una masacre. Murieron cinco personas (seis más quedaron heridas) y en otros dos hechos fueron asesinados un par más. Uno en Montería y otro en Cereté”, señala la gobernadora.
 
Allí, no son las FARC las que generan terror, en Córdoba son las bandas criminales las que no dejan vivir en paz. “Y no es una. Son todas: los 'Rastrojos', las 'Águilas Negras', los 'Paisas' y los 'Urabeños'”, cuenta Sáenz.
 
La gobernadora se ha quejado de la situación ante el gobierno nacional y pide que “sus muertos” no sean olvidados. Ella asegura que el departamento no puede hacerse cargo solo de la seguridad. “El departamento tiene muchas deudas y el tema de seguridad pasa por una cuestión de plata, además yo no podría hablar de estrategias. La Policía y el Ejército se deben encargar de eso”, sostiene.
 
Marta Sáenz descarta que la situación que está viviendo su departamento esté relacionada con las próximas elecciones. “La única explicación a la violencia de Córdoba son las rutas del narcotráfico y las peleas que las bandas criminales tienen por ellas”, sentencia Sáenz.
 
Lo que pasa en Cauca no es menos desalentador. En las últimas horas volvió a estar bajo fuego. El domingo los habitantes de Caldono, Siberia, Silvia, Jambaló y Suárez tuvieron que soportar una nueva incursión guerrillera. Esta vez los integrantes de las columnas móviles ‘Miller Perdomo’ y ‘Jacobo Arenas’ de las FARC fueron los responsables de los hostigamientos.
 
Aunque no hubo muertos, varias estructuras resultaron afectadas. Por lo menos 30 predios, entre ellas las instalaciones del hospital, la iglesia y la casa cural de Siberia, en donde los guerrilleros detonaron una camioneta cargada con dinamita, anfo y cilindros bomba. Las acciones, sin duda, son una violación al Derecho Internacional Humanitario, en las que las principales víctimas terminan siendo los civiles.