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El exministro Luis Guillermo Plata es el gerente para la atención de la pandemia. El empresario Juan Emilio Posada asumirá como consejero presidencial de Gestión y Cumplimiento. | Foto: Juan carlos sierra-semana

POLÍTICA

Plata y Posada, discretos pero claves para enfrentar el coronavirus

Dos alfiles en Palacio, Luis Guillermo Plata y Juan Emilio Posada, cumplen un papel discreto pero clave en el Gobierno Duque para atender la pandemia. ¿A qué se dedican?

16 de mayo de 2020

Ningún gobierno en el mundo estaba realmente preparado para enfrentar la pandemia del coronavirus, una enfermedad que paralizó a los países, obligó al confinamiento de los ciudadanos y puso a los Estados en emergencia. Los presidentes activaron sus comités de crisis para contener la pandemia y en Colombia Iván Duque apostó por dos personas con amplia experiencia en asuntos gerenciales: Luis Guillermo Plata y Juan Emilio Posada.

Ambos, tras bambalinas, ayudan a coordinar las acciones del Gobierno en el momento más difícil de la historia reciente. Discretamente, sin intención de brillar ni de dar declaraciones a diario ante los medios, Plata y Posada trabajan en agilizar y a hacerles seguimiento a las instrucciones de la Casa de Nariño.

Desde que apareció el primer paciente con covid-19, el 6 de marzo, la principal misión ha sido adquirir los insumos médicos vitales en esta coyuntura: equipos de ventilación para las unidades de cuidados intensivos y pruebas.

Esa compleja tarea enfrenta una fuerte competencia internacional por adquirir estos elementos, lo que ha causado escasez y especulación en los mercados. Teléfono en mano, el propio Duque ha tenido que llamar personalmente a proveedores de todo el mundo en medio de una carrera contra el reloj.

Históricamente, el Estado colombiano se ha caracterizado por su parsimonia y tramitomanía, que impiden convertir rápidamente las ideas en realidad. Es un elefante administrativo difícil de mover y cuando el problema tiene estas dimensiones cada segundo vale oro. No hay tiempo que perder y la institucionalidad requiere agilidad, así el país esté prácticamente paralizado.

“Yo no estoy para brillar, estoy para ayudar a hacer que las cosas pasen”, asegura Plata, nombrado por Duque como gerente de la estrategia contra el coronavirus. Con un MBA en Harvard, Plata tiene una reconocida trayectoria en los sectores público y privado. Fue ministro de Comercio, Industria y Turismo, presidente de Proexport, director comercial de la Embajada de Colombia en Japón y presidente de ProBogotá. Antes de que el virus llegara para cambiarlo todo, se daba por hecho su nombramiento al frente de la Embajada de Colombia en Estados Unidos.

El empresario Juan Emilio Posada, por su parte, se está vinculando actualmente a la Casa de Nariño para asumir como consejero presidencial de Gestión y Cumplimiento, en reemplazo de Carlos Enrique Moreno. Desde allí trabaja para que las metas del plan de gobierno sean un hecho.

Con un MBA en Pace University, en Nueva York, Posada fue presidente de Avianca, Viva Colombia y Aces y ha pertenecido a las juntas directivas de las empresas más importantes del país, como la de Ecopetrol. Al comienzo de la crisis del coronavirus propuso una metodología de atención basada en la experiencia de la industria aeronáutica cuando ocurren tragedias aéreas.

Presidente de Colombia, Iván Duque Márquez

“Es útil tener personas con experiencia en el sector privado para agilizar los procesos. El Gobierno es muy grande y de ahí la importancia de articular y acelerar. Rápidamente, el presidente Duque supo redirigir todo el Estado a la atención de esta pandemia”, asegura Posada, quien en las últimas semanas ha estado al tanto para que los anuncios se concreten. Entre ellos está, por ejemplo, la inyección de recursos por seis billones de pesos para darle liquidez al sector de la salud.

En este trabajo gerencial también han desempeñado un papel clave la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez; la jefe de gabinete, María Paula Correa, y el director administrativo de la Presidencia, Diego Molano. Esta última dependencia expide los decretos firmados por Duque.

El Estado colombiano, históricamente, ha sido parsimonioso y lleno de trámites. En plena pandemia del coronavirus resulta vital coordinar y agilizar las decisiones para salvar vidas.

A la fecha, Colombia ha adquirido 2.800 equipos de respiración por un valor de 229.000 millones de pesos con la meta de llegar a 8.000 en las próximas semanas, cuando se proyecta que el país entrará en el pico epidemiológico de la covid-19. Cada uno de los respiradores se cotiza entre 15.000 y 30.000 dólares, según su modelo y fecha de entrega. Los precios también están atados a un mercado volátil.

Plata y Posada han desempeñado un papel fundamental en estas compras, pues estas requieren gerencia, seguimiento y buenas relaciones diplomáticas e internacionales en países como Estados Unidos y China. El trabajo en equipo con la directora del Instituto Nacional de Salud (INS), Martha Ospina, y el ministro de Salud, Fernando Ruiz Gómez, ha dado resultados.

Estos facilitadores, en otro frente de acción, han trabajado en la compra de las pruebas moleculares o PCR, las de mayor precisión para diagnosticar el virus. Hasta ahora el país ha adquirido 500.000 kits de extracción, provenientes de China, que han distribuido en los laboratorios de salud departamentales. Dichos kits están agotados en el mercado mundial. A la par lograron comprar dos robots marca Hamilton, en Estados Unidos, que pueden procesar 2.300 pruebas diarias en el laboratorio de virología del INS. La meta es que el país pueda realizar 15.000 diagnósticos cada día.

Detrás de estas adquisiciones hay un trabajo de coordinación invisible para los ojos de la mayoría de los colombianos, pero que ayuda a salvar vidas todos los días.

Las labores pasan por las manos de varios ministerios, entidades, funcionarios y por la Dian, que ayuda a agilizar las importaciones. Plata destaca el papel protagónico de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres y particularmente el de Pedro Felipe López, coordinador de contratación de esa entidad. Plata y Posada se han impuesto la meta de garantizar la transparencia en cada peso invertido.

“Son los ministerios y las entidades del Estado los que ejecutan los logros. No siempre se ve lo que hay detrás de un proyecto, de una victoria, pero alguien tiene que estar atrás y mi labor es esa. No hay ninguna responsabilidad que resida en un solo ministerio o agencia. Solo el trabajo coordinado entre todos nos lleva a un resultado óptimo”, dice Plata. Para él, como dicen coloquialmente, el diablo está en los detalles y precisamente en esos detalles al final está la clave para obtener resultados.

Finalmente, para organizar las inversiones, vienen trabajando en la llamada cuenta covid-19, de la que salen los dineros para atender las necesidades surgidas por la pandemia.

Pero el trabajo también implica evaluar e ir pensando en las decisiones del mediano y largo plazo en campos distintos a la salud. La Colombia del poscoronavirus estará marcada por un preocupante aumento del desempleo, el cierre de empresas, la disminución del consumo en los hogares, una baja en el recaudo de impuestos y un desplome de la economía nacional del 2,4 por ciento en 2020, según los cálculos del Fondo Monetario InternacionalEn los roles que les definió el presidente Duque, lo cierto es que la tarea de Plata y Posada apenas está empezando.