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Canciller María Ángela Holguín y su homóloga venezolana Delcy Rodríguez. | Foto: Archivo particular

CRISIS FRONTERIZA

Cancilleres: ¿lograrán zanjar las diferencias?

Semana.com habló con expertas en el tema. Estos fueron los escollos que identificaron y que Colombia y Venezuela deberán superar.

10 de septiembre de 2015

El próximo sábado la canciller María Ángela Holguín y su homóloga venezolana, Delcy Rodríguez, tendrán una segunda oportunidad para arreglar la crisis fronteriza -que lleva más de tres semanas-, en una reunión que tendrá lugar en Quito (Ecuador).

El encuentro no será fácil, sobre todo cuando en los últimos días la tensión entre Colombia y Venezuela ha aumentado. Mientras el presidente Juan Manuel Santos le pide al gobierno del vecino país que pare las “payasadas y mentiras” y que no les “eche la culpa a los colombianos de los problemas de Venezuela”, su par, Nicolás Maduro, insiste en que la crisis de su país es responsabilidad del “paramilitarismo” y de la oligarquía colombiana.

Ambos mandatarios se han mantenido en sus posiciones y ninguno parece querer ceder. Sin embargo, la reunión entre las ministras será clave para generar el ambiente propicio para que ambos jefes de Estado finalmente se encuentren y se busque cómo superar la crisis.

“Los presidentes de Colombia y Venezuela aceptaron iniciar un diálogo entre sus cancilleres con el objetivo de tratar temas sensibles entre ambos países, como un paso previo a una reunión presidencial", dijo este jueves el canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, quien anunció el encuentro.
 
Semana.com buscó a dos expertas que plantearon cuáles son los retos que tendrán las cancilleres en la cumbre.

Laura Gil, politóloga y experta en relaciones internacionales:

1. Colombia y Venezuela deben volver a encuadrar el lenguaje en uno de respeto. Se deben parar las agresiones y volver a la calma, pues sino los únicos afectados serán los colombianos.

2. Se debe establecer un ambiente propicio para un encuentro presidencial. La reunión de mandatarios se debe dar en un lugar que le de confianza a ambos países, se debe crear una agenda que permita tratar los problemas de ambas naciones, no solo lo que cree Maduro, y se deberá definir quién será el mediador.

3. También se debe lograr un tipo de concesión que permita aliviar la situación de los connacionales. Es necesario que en esa reunión se logre algún acuerdo, ya sea que le dejen pasar las pertenencias a los colombianos y que no los maltraten. Algún gesto de Venezuela que le dé razones al presidente Santos para asistir al encuentro.

Paola Holguín, senadora del Centro Democrático y miembro de la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores:

1.
La canciller Holguín deberá mostrar firmeza y mantenerse en las denuncias que el gobierno colombiano ha interpuesto en organismos internacionales. No se puede bajar la guardia. La diplomacia no puede tratarse más de reuniones amistosas que no dan resultados contundentes.

2. Colombia debe plantear y denunciar las incursiones ilegales que han hecho miembros de la guardia venezolana a territorio colombiano, como los sobrevuelos.  Y Venezuela debería reconocer que está cometiendo un delito de lesa humanidad y que el régimen de Maduro ha incentivado la xenofobia.

3. El gobierno colombiano debe exigir apertura inmediata de la frontera, el respeto a los colombianos y las garantías en los procesos de deportación.

4. Se debe exigir al país vecino que ayude a resarcir el daño que ha hecho a los connacionales deportados. La canciller Delcy Rodríguez debería excusarse, pues ella dijo que todo lo que han denunciado los medios de comunicación es mentira y no es así. Esa actitud revictimizó a los damnificados.

5. Colombia también debería empezar a poner reglas y exigir que las reuniones sean en zonas imparciales. Todo el mundo sabe que Ecuador no es un lugar imparcial.

Por último, ambas expertas coinciden en la necesidad de que el gobierno colombiano reconozca que no se previó esta crisis. Las deportaciones masivas no son nuevas, en el primer semestre de este año la situación ya se empezaba a ver fuera de sus cabales. Tanto así que el 11 de marzo se conoció que 933 colombianos habían sido deportados en 70 días. Un promedio de 13 personas diarias.

“No veo que la Cancillería colombiana tenga un diagnóstico claro de lo que ocurre en el vecino país y de por qué se da esta situación. Es necesario hacer una evaluación, es una deuda que la Cancillería tiene con los connacionales que han sido deportados”, puntualizó Gil.