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Ministro del Interior, Juan Fernando Cristo. | Foto: Archivo SEMANA

LEGISLATIVO

“Así se firme la paz, va a ser difícil la reconciliación”

El ministro del Interior sorprendió con esta afirmación en el Congreso, en respuesta a las críticas del uribismo a la reforma a la Ley de Orden Público. Según dijo, la oposición actúa con “mentiras, ignorancia y mala fe”.

24 de febrero de 2016

Durante más de cinco horas, congresistas del uribismo como José Obdulio Gaviria, Jaime Amín, Paloma Valencia, Alfredo Rangel, Álvaro Hernán Prada, Édward Rodríguez y María Fernanda Cabal expusieron sus argumentos para oponerse a la reforma y coincidieron en señalar que con esta se habilitarían zonas de despeje, como la que precedió al fallido proceso de paz de San Vicente del Caguán.

El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, encargado de convencer al Congreso para aprobar esta reforma, oyó pacientemente las intervenciones de los parlamentarios y pareció colmar su paciencia con los senadores y representantes del Centro Democrático.

“Llevo cinco horas comprobando cómo se sigue jugando a imponer miedo y terror a los colombianos con el proceso de paz. Cinco horas en las que se han repetido las mismas mentiras que se han dicho en estos tres años y que algunos colombianos compran.  Ahora repiten y repiten las palabras despeje y Caguán para atemorizar”, dijo Cristo en un larguísimo discurso.

El ministro, además, dijo que quienes quieran comparar el proceso de paz de La Habana con el de San Vicente del Caguán demuestran “o ignorancia o una malévola mala fe”, y a la vez aseguró que hay algunos, “sentados cómodamente en sus curules en Bogotá” que se la pasan “jugando a generar odio en el corazón de los colombianos”, por encima de los deseos de paz de las víctimas.  

Según Cristo, esas “mentiras” contra el proceso de paz son las que generan los miles de comentarios en las redes sociales, “agresivos y violentos”, por lo que reveló un pálpito personal. “Creo que incluso firmando un acuerdo de paz con las FARC va a ser muy difícil que haya reconciliación en el país”.

La frase fue similar a la que pronunció hace una semana el jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, en la que dijo que la paz “está más cerca en La Habana, pero lejos en Colombia”.

Cristo le dijo a la plenaria que las comparaciones con el Caguán son inaceptables. Primero, porque la zona de distensión fue decretada en 1998 cuando aún no había una agenda de negociaciones y como condición para el inicio de conversaciones.

En el actual proceso de paz, las zonas desmilitarizadas serían para efectos contrarios, la culminación de un proceso de paz, la desmovilización y el desarme, subrayó.

También recordó que en el año 98 había una zona de despeje para que las FARC dialogaran con el Gobierno, pero simultáneamente incendiaban el país. En este caso, parte del proceso de paz se adelantó con un cese al fuego unilateral que redujo en el 97 % las acciones terroristas por parte de la guerrilla. “El proceso de paz de La Habana no tiene ni punto de comparación ni se puede meter en el mismo saco con el del Caguán o el de Santa Fe Ralito).

El uribismo ripostó y también llamó de mentiroso al ministro. Ernesto Macías sacó una lista de mentiras del presidente Juan Manuel Santos en torno al proceso de paz, desde que se mediría en meses y no en años, hasta el juramento de que no habría despeje, que, según él, se incumplirá con esta reforma.

El representante Samuel Hoyos, por su parte, reclamó el derecho de la oposición a advertir riesgos en torno al proceso de paz y dijo que la paz se construye mediante consensos, pero no se impone. Así comenzó el debate a la reforma de la Ley de Orden Público.