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Julio César Santoyo Velasco (izq), hermano de Mauricio Santoyo Velasco (der), detenido en Estados Unidos.

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Cuando ayudó a los paras, ¿Santoyo tuvo un enlace en la Casa de Nariño?

¿Por qué Julio César Santoyo Velasco, hermano del general detenido en EE.UU., contó con vía libre para moverse en Ralito, en donde operó como jefe de seguridad nombrado por Luis Carlos Restrepo? Esa es una de las tantas preguntas que deberá responder el general.

21 de agosto de 2012

El general retirado de la Policía Mauricio Santoyo ahora está obligado a decir la verdad. En la declaración escrita ante la justicia de Estados Unidos el oficial admitió haber aceptado sobornos de miembros de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) a cambio de información sobre las operaciones en curso de aplicación de leyes y otros tipos de asistencia, que permitieron a esta organización criminal “participar en actos terroristas” y “facilitar su actividad en el tráfico de estupefacientes”.
 
Santoyo, además, admitió “haber informado a los miembros de las AUC de las detenciones previstas” por los cuerpos de seguridad, incluyendo las operaciones de la Dirección Antidrogas Estadounidense (DEA), así como de “la realización de escuchas telefónicas no autorizadas”, entre otras cosas.
 
El fiscal Neil H. Mc Bride, del Tribunal Federal del Distrito Este de Virginia, se mostró categórico. Primero le dijo que era “un individuo malhechor” que “abandonó su deber de proteger a los colombianos para servir a sus propios intereses y a los de los traficantes de drogas y terroristas” y luego le dijo que “estaba obligado a decir la verdad y nada más que la verdad”. Y no solo durante el juicio –se espera que haya un fallo antes del 30 de noviembre– sino que incluso después de que haya purgado su condena.
 
En otras palabras, Santoyo ató un compromiso de por vida con las autoridades norteamericanas. En el acuerdo se especificó que si la justicia comprueba en el futuro que él mintió en el proceso, éste se reabrirá en el acto. Eso significa que no tendrá otro camino que empezar a responder con transparencia cada uno de los interrogantes.
 
A las autoridades estadounidenses, según confirmó Semana.com, les interesa saber con precisión cómo fueron sus actuaciones durante los años 2002 y 2005 cuando ejerció como jefe de seguridad del entonces presidente Álvaro Uribe Vélez. ¿A qué horas ayudaba a los paramilitares y a qué otras cumplía con sus obligaciones legales? ¿Cómo los ayudaba? ¿Les suministraba información telefónicamente o a través de correos electrónicos? O ¿tenía un enlace de absoluta confianza que podía salir de la Casa de Nariño hasta donde estaban los paramilitares y entregarles la información privilegiada a la que él tenía acceso? ¿Quién podría cumplir semejante tarea que no lo fuera a traicionar?
 
Se sabe que las autoridades gringas tienen un volumen considerable de información de algunas personas del círculo de Santoyo. Allí figura el nombre de uno de los hermanos del general. ¿Por qué? Porque Julio César Santoyo Velasco, hermano de Mauricio, tuvo a su cargo la vigilancia en donde se concentraron los miembros de las AUC, en Ralito justo en el tiempo en el que el oficial dijo que ayudaba a los paras.
 
Santa Fe de Ralito, municipio de Tierralta, departamento de Córdoba, fue una zona que despejó el presidente Álvaro Uribe Vélez para concentrar allí a los paramilitares de extrema derecha. Sin embargo, desde un primer momento distintos voceros de Estados Unidos se mostraron muy críticos porque argumentaron que en esa área convivían paramilitares puros con 'narcos' que querían acogerse a la negociación. Entre ellos, Ramiro Vanoy Murillo, alias 'Cuco Vanoy', y Francisco Zuluaga Murillo, alias 'Gordolindo'.
 
De cualquier manera, como constató SEMANA durante la negociación, cada uno de los llamados comandantes dormía distante de los otros, en su propio refugio y armados hasta los dientes. “Aquí no se puede confiar en nadie”, le dijo a esta revista el paramilitar Miguel Arroyave antes de salir de allí y ser asesinado.
 
Eran pocas las personas que tenían libertad absoluta para moverse por la región. Julio César, el hermano del general, era uno de ellos. Él también fue policía y se desempeñó como comandante de la Policía Tolima y de la Regional 3 que abarca los departamentos de Putumayo, Huila, Tolima y Caquetá, estuvo 30 años en la institución y durante sus misiones a Ralito viajó con viáticos oficiales autorizados por el comisionado de paz Luis Carlos Restrepo, hoy también prófugo de la justicia.
 
No solo eso. Restrepo le dio vía libre para que fuera a otros puntos de la geografía “para atender disposiciones del alto comisionado de paz”. Antes de viajar, ¿conversaba con su hermano? ¿Recibía alguna instrucción de él? Son preguntas que ahora el general tiene que responder sobre su hermano ante el fiscal Neil H. Mc Bride.
 
Los documentos en poder de SEMANA, cobijados bajo el nombre Fondo de Programas especiales para la paz, muestran, por ejemplo, que Julio César viajó del 3 al 12 de abril de 2006 a Medellín y Apartadó con viáticos por 2'154.800 pesos. Él regresó a Bogotá, pero cinco días después volvió a Medellín y Apartadó entre los días 17 y 25 de abril. En esta ocasión recibió de viáticos de Restrepo por 1'927.979 pesos. No le bastó el tiempo para la misión asignada y prorrogó su estancia hasta el 1 de mayo. En esa ocasión Restrepo ordenó que se le diera 1'360.926 pesos para cumplir con un periplo que incluía Medellín, Apartadó y Turbo. ¿Qué tenía que conversar durante tanto tiempo con los paramilitares? La respuesta todavía no se conoce. Lo que sí se sabe es que Restrepo le autorizó de nuevo más viáticos y una nueva prorroga hasta del 3 al 8 de mayo del mismo año.
 
Llama la atención que en el registro de los viajes, personalidades como Juan B. Pérez iban a la zona asignada por Restrepo y estaban en promedio uno o dos días. El hermano de Santoyo siempre necesitaba una semana o dos para cumplir su misión que en algunos casos se especifica como “asuntos de seguridad”.
 
No deja de ser llamativo también que solo hasta ahora se conozca que el hermano de Santoyo estuvo en los pasillos de Palacio como parte de la oficina de Luis Carlos Restrepo. Durante mucho tiempo oficialmente se habló que el único enlace oficial del comisionado Restrepo para los procesos de desmovilización era el coronel retirado del Ejército Hugo Castellanos, quien actualmente está siendo procesado por su eventual responsabilidad en la falsa desmovilización de supuestos guerrilleros del Cacica La Gaitana. Por alguna razón el nombre del hermano de Santoyo, Julio, no salió a la luz pública sino hasta ahora, cuando las autoridades gringas empiezan a hacer preguntas.