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Panorámica de Cartagena. | Foto: Juan Carlos Sierra

CARTAGENA

Cuando la corrupción mata a los niños

Catalina Escobar advierte del retorno de la mortalidad infantil a Cartagena, tras la muerte de un bebé de siete meses.

6 de febrero de 2013

Cartagena podría volver a las cifras de mortalidad infantil que tuvo en 2000, cuando fue la ciudad del país con más niños muertos, según Catalina Escobar, presidente de la Fundación Juan Felipe Gómez Escobar y galardonada como ‘Héroe’ por la cadena CNN el año pasado.

Tal afirmación surge tras el caso de un bebé de siete meses que murió al no ser atendido en dos centros de salud, pese a presentar dificultades para respirar.

El caso comenzó a las 7:30 a. m. de este miércoles, cuando la abuela y la niñera llevaron al niño a la Clínica Cartagena del Mar. Allí les dijeron que no atendían urgencias en el momento. Al parecer, la razón esgrimida fue que estaban en remodelaciones.

De allí, acudieron a la Clínica Sol de las Américas, donde tampoco recibieron al menor por no tener servicio de urgencias. Finalmente, el bebé llegó a la Clínica San José de Torices y allí falleció a las 9 a .m.

Catalina Escobar dijo a Semana.com que este hecho se veía venir. “Sabemos perfectamente qué está pasando y el tipo de alcalde que hay en Cartagena. El problema es que el DADIS (Departamento Administrativo Distrital de Salud) no gira los dineros que sí está dando el Gobierno Nacional para los hospitales locales”.

Esto se traduce en el no pago a los médicos y en la falta de recursos para las instituciones prestadores de salud que dejan de funcionar por falta de dinero. La repercusión para los pacientes es que no los atienden.

Además, asegura que la Fundación Juan Felipe aumentó sus expectativas de atención de 320 casos de menores en 2012 a 460 que aspiran recibir para 2013. La razón, según la presidente, es que crecerá la mortalidad infantil en Cartagena.

“Esto se va a volver como hace 10 años, cuando ese era el pan nuestro de todos los días. Es una locura, parecemos en la edad de las cavernas”, aclaró Escobar.

La preocupación de Catalina es que Cartagena tenga de nuevo el índice de mortalidad infantil más alto de Colombia. En 2000, murieron en la ciudad 48 niños de cada 1000 nacidos mientras que la media nacional fue de 23 por cada 1.000. Es decir que Cartagena, en ese entonces, duplicó el estimativo nacional. Actualmente, en esta ciudad mueren 10 de cada mil nacidos.

“Entre 2001 y 2008, las tasas de mortalidad en la ciudad bajaron un 80% pero por fundaciones como la Juanfe que atacamos los problemas de frente”, afirmó Escobar.

Aseguró también que salvarle la vida a un niño que no accede al sistema de salud por falta de dinero cuesta 395.000 pesos, según promedios calculados por la Fundación. Mientras que las cifras del Gobierno respecto al mismo tema son de tres millones de pesos por cada niño. “Los números son muy diferentes porque en un sector hay eficiencia y en el otro corrupción”, denunció Escobar.

Escobar concluyó diciendo que la negligencia médica o los problemas económicos de una IPS no pueden ser razones para que se muera un niño.

A esto se une la declaración del Defensor del Pueblo, Jorge Armando Otálora, respecto a la situación de los niños con cáncer en Colombia. Un sondeo preliminar del Observatorio Interinstitucional de Cáncer Infantil (OICI) y la Defensoría encontró que al menos el 50% de los menores que son diagnosticados con esta enfermedad mueren al año siguiente.

Otálora calificó el hecho como vergonzoso puesto que las barreras de acceso que tienen estos pacientes en el sistema de salud disminuyen sus posibilidades de contar con un diagnóstico temprano y un tratamiento efectivo.

Ante este panorama, el Defensor hizo un llamado a las autoridades del sector salud para evitar los diagnósticos tardíos, la falta de continuidad en los procesos médicos y las dificultades para la autorización de tratamientos. 

El estudio fue realizado con 94 niños que para 2011 habían sido diagnosticados con cáncer