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Jorge Iván Ospina, ministro Alejandro Gaviria, ministro Jorge Londoño y Luis Fernando Velasco. | Foto: @MinSaludCol

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La marihuana que dejará de ser ilegal en el norte de Cauca

En Corinto se realiza el lanzamiento de la primera cooperativa de 52 pequeños cultivadores y productores de cannabis. Allá hacen presencia, entre otros, los ministros de Salud y de Justicia.

6 de julio de 2016

Por primera vez en la historia, 52 pequeños productores y cultivadores de cannabis de los municipios de Corinto, Caloto, Miranda, Toribío y Jambaló, en el norte de Cauca, se unen para conformar una cooperativa y legalizar sus plantaciones de marihuana.

Esta ha sido una de las regiones que más cultivos ilícitos de coca y marihuana han tenido en el país, según un informe de julio del 2015 de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito. Ahora, tendrán que erradicar algunos cultivos y sembrar nuevas plantas con semillas certificadas. Esas plantaciones de cannabis pasarán a la legalidad y serán usadas para fines medicinales. 

Y aunque desde hace semanas los municipios trabajan en su nuevo negocio, este miércoles la cooperativa hace su lanzamiento oficial en Corinto. Allá harán presencia los ministros de Salud, Alejandro Gaviria, y de Justicia, Jorge Eduardo Londoño, junto con el presidente del Congreso, Luis Eduardo Velasco, y el rector de la Universidad Nacional, Ignacio Mantilla.

“La propuesta que tenemos es que le den la primera licencia de cultivo y semillas a esta cooperativa. Esa es la petición que tenemos a los ministros”, contó el alcalde de Corinto, Édwar Fernando García, a Semana.com.

La idea del mandatario local es que mientras la empresa canadiense PharmaCielo obtuvo la licencia para producir y transformar los derivados del cannabis la semana pasada, ellos desean ser los primeros autorizados por el Gobierno para cultivar la planta. 

Según García, con esto se generará un desarrollo económico y social para el norte de Cauca, región que "produce el 50 % de la marihuana ilícita que se produce en Colombia, buscando impactar positivamente en los índices de violencia, propiciando un nuevo escenario de posconflicto, aportando a la paz y a la transformación e investigación científica del cannabis”.

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Esta cooperativa aprovechará los beneficios que tiene la reglamentación del cultivo de marihuana con fines medicinales para los pequeños productores y cultivadores en el país. Como en la Resolución 1816 de 2016, donde se crearon condiciones diferenciadas para que los campesinos no encuentren barreras de acceso para acceder a las licencias.

“Siempre hemos tenido claro que no se quiere desperdiciar el conocimiento que tienen los pequeños productores del país sobre la planta”, explicó Juan Diego Álvarez, asesor del ministro de Salud y una de las cabezas que han estado al frente del proceso de regulación y licenciamiento de la marihuana medicinal.

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Según el asesor, estas organizaciones asociativas permitirán que el cannabis medicinal no sólo sea una oportunidad para pacientes que lo necesitan, sino también una “oportunidad económica” para alcanzar una justicia histórica en regiones que han sido más impactadas por el conflicto armado.

"El gobierno nacional reconoce que por ventajas geográficas y cargas históricas, estas zonas pueden explorar alternativas de desarrollo que usen el conocimiento que han acumulado y bajo figuras que reduzcan los costos de transacción y usen economías de escala para consolidarse en este tema", recalcó a Semana.com.