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Catalina Ruiz, Matilde Londoño y Ciro Guerra
Catalina Ruiz, Matilde Londoño y Ciro Guerra | Foto: SEMANA

JUSTICIA

Hablan Catalina Ruiz-Navarro y Matilde Londoño, llamadas a interrogatorio en caso Ciro Guerra. Entrevista 6:00pm.

Las periodistas deberán presentarse a la Casa de Justicia de la localidad de Kennedy tras publicar un reportaje que recoge 8 acusaciones contra el cineasta por presunto acoso y abuso sexual.

14 de septiembre de 2020

Tres meses después de que las periodistas Catalina Ruiz-Navarro y Matilde Londoño publicaron en un portal web varias denuncias de presunto acoso y abuso sexual contra Ciro Guerra, este mes comenzó una etapa importante en el proceso legal que el director de cine inició contra la autora del artículo que lo puso en el ojo del huracán.

Luego de que la Fiscalía recibió la denuncia formal de Guerra, representado por la firma de abogados Triana, Uribe & Michelsen, a efectos de proteger y restablecer sus derechos a la honra, dignidad y buen nombre, la justicia llamó a interrogatorio a Ruiz-Navarro, quien deberá presentarse a la Casa de Justicia de la localidad de Kennedy con un abogado.

A principios de julio, cuando Guerra anunció acciones legales tras las denuncias de acoso sexual, sus abogados se refirieron a Catalina Ruiz y a Matilde de los Milagros Londoño como autoras del artículo y propietarias del portal digital que difundió “a voz en cuello, en abusivo y arbitrario fallo, la culpabilidad” del cineasta, esto “sin recurrir a la institucionalidad y en desconocimiento pleno de los derechos del acusado”.

En su momento se desató una polémica tan fuerte que habría llevado a que Amazon cancelara la semana pasada el proyecto de una serie que dirigirían Ciro Guerra y su exesposa, Cristina Gallego, quien en una emotiva carta lo defendió de las acusaciones.

El caso se remonta a mediados de junio, cuando un reportaje del portal web Volcánicas publicó declaraciones de ocho mujeres que habrían sido víctimas de Guerra en diferentes hechos, al parecer ocurridos entre los años 2013 y 2019, en ciudades como Bogotá, Cartagena, Medellín, Berlín, Nueva York y Ciudad de México, siempre en el marco de eventos cinematográficos.

El director fue acusado entonces de presunto acoso y abuso sexual, aunque en la nota de Volcánicas se afirmó que las víctimas, de quienes no se conocieron sus identidades “para evitar represalias”, no tenían intención alguna de elevar una denuncia penal.

Entre los testimonios que Ruiz-Navarro publicó en su sitio web siete denuncias por acoso sexual y una de abuso. Según contó a SEMANA, estas “van en un rango de cosas muy sencillas, como comentarios incómodos o inapropiados en espacios de trabajo”.

La historia más grave que incluye el artículo, publicado el 24 de junio, es un presunto caso de abuso sexual que sucedió, según la denunciante, en la casa de Guerra.

Según la víctima, el episodio ocurrió cuando el director la invitó a su hogar por un tema laboral. “Llega a su casa, tienen una conversación, él le empieza a mostrar reels y trailers de su trabajo, a hablarle mal de su pareja y de repente se le lanza”.

En su relato, la mujer afirma que Guerra le quitó la ropa y la llevó a su cama con agresividad, pro el relato de la agresión queda inconcluso pues la presunta víctima no pudo continuar contando por el poco tiempo que ha pasado desde que, según ella, sucedió todo.

Sin embargo, Ruiz-Navarro le dijo a este medio que la autora del testimonio “escapó” cuando su novio llamó al citófono del apartamento del cineasta. Tras salir corriendo, dijo la periodista, la mujer dejó su ropa en casa de Guerra y únicamente llevaba puesta la chaqueta que se había puesto esa noche.

En entrevista con SEMANA, Ruiz-Navarro acusó entonces al cineasta de utilizar su fuerza física y su prestigio profesional para tratar de conseguir lo que quiere con las mujeres que le interesan sexualmente y denunció también que “esto es un problema extendido en todo el medio audiovisual en Colombia y me atrevería a decir que en todos los gremios”.

Ciro Guerra responde

La publicación de Volcánicas cierra con una escueta entrevista a Ciro Guerra sobre su percepción del acoso y abuso sexual, en que el cineasta niega rotundamente haber hecho cualquier “avance sexual” o insinuación tanto a compañeras de trabajo y colegas, como a mujeres en fiestas y en los contextos que exponen las diferentes denuncias.

Pero tras hacerse público el texto y estallar el escándalo, Guerra tachó las acusaciones de “horrorosas, mentirosas y malintencionadas” en un video que publicó en redes sociales.

Ante la publicación del día de hoy por parte de la revista Volcánicas, en la que se hacen graves acusaciones anónimas en mi contra, me permito manifestar que no he cometido ninguna de las faltas de las que se me señala, y que no tengo otra opción para limpiar mi nombre que recurrir a las vías legales", dijo el director.

Guerra insistió en la mala intención, según él, de las acusaciones y agradeció el apoyo de las personas que se lo expresaron, una de ellas, su exesposa y socia, la productora Cristina Gallego.

La defensa de Cristina Gallego

En medio de la polémica, Gallego publicó una columna en el diario El Tiempo en la que lanzó varias críticas contra el artículo de Volcánicas, pues -dice ella- el texto omite la versión de Guerra, elemento con el cual “el público podría hacerse su propia opinión y no simplemente seguir el juicio de culpabilidad generado por las periodistas”.

Cofundadora con Ciro Guerra de la casa productora Ciudad Lunar y productora de cintas como La sombra del caminante, Los viajes del viento, El abrazo de la serpiente y Pájaros de verano, Gallego puso sobre la mesa varios elementos para criticar no solo cómo estaba escrita la nota de las denuncias sino las posibles intenciones qué habría detrás de su publicación.

Gallego, de hecho, cuestionó la manera en que Ruiz-Navarro desarrolló su investigación y dijo que lejos de ser profunda, “muestra un solo lado de la historia, habiéndose obviado revisar los hechos desde las dos caras de la moneda, amparándose de que el periodismo es subjetivo y no objetivo”.

Además, acusó a Catalina Ruiz y Matilde de los Milagros Londoño de tomar, “impropia y abusivamente, la justicia por su mano, siendo las voces de los supuestos ‘testigos’ y reemplazando arbitrariamente a los fiscales y los jueces”.

La artista reafirmó su apoyo a Ciro Guerra, de quien dijo “no merece el injusto y desproporcionado linchamiento por unas supuestas conductas y que, además, no han sido ni serán analizadas por los estamentos a los que corresponde hacerlo y a pesar de lo cual estas colegas condenan a la cadena perpetua su nombre, su dignidad y su carrera”.

Finalmente, cerró su defensa tachando la acusación contra Guerra y la manera como se publicó como un “estilo paramilitar” y cuestionó que este solo “aplica cuando las acciones son practicadas contra ella (Catalina Ruiz-Navarro), pero no por ella. ¿Acaso la ética funciona en una sola dirección? Muchas preguntas, muchas subjetividades y un solo linchado”.