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DE MAL EN PEOR

La denuncia de un magistrado del Tribunal de Cundinamarca le enreda aún más la vida al suspendido procurador, Orlando Vásquez Velásquez y parece indicar que éste sigue manejando el Ministerio Publico desde su lugar de reclusión.

5 de agosto de 1996


PESE A LA DETENCION DE sus dos jefes máximos, Orlando Vásquez Velásquez y Luis Eduardo Montoya, la Procuraduría General de la Nación no deja de estar en el ojo del huracán. Ahora, uno de sus más altos funcionarios se encuentra involucrado en un bochornoso incidente en el que se habrían podido cometer al menos tres delitos: cohecho, constreñimiento y presiones a la administración de justicia.
La historia comenzó el pasado 21 de junio, cuando el procurador delegado para la Fuerzas Militares, Federico del Castillo, acudió al despacho de Ernesto Rey Cantor, magistrado del Tribunal Administrativo de Cundinamarca. La visita de Del Castillo tuvo lugar pocos días antes de que el Tribunal se pronunciara sobre una tutela que había instaurado el procurador encargado, Luis Eduardo Montoya, con el fin de que quedara sin efecto la orden de detención preventiva proferida en su contra por un fiscal delegado ante la Corte Suprema de Justicia.
En la reunión, Del Castillo le dijo a Rey Cantor que le llevaba un mensaje muy especial de parte del procurador general Orlando Vásquez Velásquez, para que hiciera lo que estuviera a su alcance para que Montoya ganara la tutela. Del Castillo agregó que en muy corto tiempo Vásquez retornaría a la Procuraduría y que lamentaba no haberlo podido nombrar -a Rey Cantor- como procurador ante el Consejo de Estado, porque había tenido que cumplir otros compromisos burocráticos. Del Castillo le manifestó al magistrado Rey Cantor que en pocas semanas habría una reestructuración interna en la Procuraduría y que Vásquez le mandaba a decir que sería nombrado coordinador de los procuradores delegados ante el Consejo de Estado.
En desarrollo de la charla con el magistrado del Tribunal de Cundinamarca, el emisario de Vásquez dijo que dos magistradas de esa corporación ya esta ban 'cuadradas' y que solo faltaba el voto de Rey Cantor para garantizar la mayoría a favor de la tutela de Montoya. Además, Del Castillo le explicó a Rey Cantor que no habría problemas en caso de que la tutela pasara a revisión ante el Consejo de Estado porque Vásquez Velásquez tenía muchos amigos en esa corporación.
Sin embargo, Montoya perdió la tutela y Rey Cantor decidió denunciar lo ocurrido. Así, el viernes 28 de junio el magistrado del Tribunal de Cundinamarca se presentó en el despacho del presidente del Consejo de Estado, Daniel Suárez, y denunció lo que identificó como un intento de soborno por parte de Vásquez Velásquez por intermedio del procurador delegado ante las Fuerzas Militares. Después de escuchar a Rey Cantor, Suárez le pidió que consignara sus acusaciones por escrito. Así ocurrió el martes de la semana pasada, cuando Rey Cantor llevó al Consejo de Estado una carta en la que relató el incidente con Del Castillo. Ese mismo día, Suárez leyó el documento en la sala plena de la corporación y ésta decidió remitirlo a la Fiscalía para que investigue las posibles faltas penales en las que habría podido incurrir el procurador de las FF.MM.
La denuncia de este episodio parece demostrar que aun desde su lugar de reclusión -en la escuela de formación de agentes del DAS- Orlando Vásquez Velásquez continúa moviendo los hilos de la Procuraduría. Sin embargo, el episodio deja en claro que el Consejo de Estado busca colocarse a una prudente distancia de Vásquez, quien hace dos años fue su candidato a la terna para la elección de Procurador General de la Nacion.