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Momento en que tres hombres suben muebles al camión. | Foto: Archivo Particular

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“Se llevaron hasta el inodoro”

Nancy Jattin Martínez, la saliente mandataria de Santa Cruz de Lorica, en Córdoba, es señalada de sacar muebles y elementos de las oficinas del palacio municipal. Ella se defiende argumentando que los compró con plata de su bolsillo. Veedores municipales que llevaron todo.

7 de enero de 2020

Podría ser el divertido argumento de una historia del escritor David Sánchez Juliao, uno de los grandes referentes de Santa  Cruz de Lorica, en el departamento de Córdoba. Pero no, a diferencia de El Pachanga, El Flecha y Abraham Al Humor, algunos de sus persoanjes, los hechos son totalmente reales: el nuevo alcalde, Jorge Negrete López, declaró que encontró muchas de las dependencias del palacio municipal vacías y sin los equipos necesarios para sus funciones. “Se llevaron hasta el inodoro”, dijeron algunos  veedores.

La antagonista del cuento, por lo menos hasta ahora, es la saliente mandataria Nancy Sofía Jattin Martínez, conocida en el pueblo como la Chofy Jattin y quien en su defensa argumentó que retiró todo lo que en su momento había instalado “con dinero de su propio bolsillo y no del presupuesto del municipio”.

En imágenes publicadas en redes se puede ver cómo un grupo de hombres sube a un pequeño camión elementos que previamente habían sacado del edificio González, sede del palacio de gobierno municipal. Las fotos han generado todo tipo de opiniones.

Unos de los primeros en llamar la atención sobre la particular escena fueron los miembros de la Veeduría Ciudadana de Lorica, que señalaron que entre el 30 y el 31 de diciembre pasados varios trabajadores de la administración de Nancy Sofía Jattin sacaron diversos elementos del edificio de la Alcaldía, como muebles y equipos de oficina.

Esto fue constatado por Bladimir Negrete Arrázola, secretario de Gobierno de la nueva administración. El funcionario dijo que algunas dependencias estaban desprovistas de los elementos necesarios para el buen funcionamiento de la administración, por lo que habían iniciado un proceso para determinar “si esos elementos que salieron del palacio municipal pertenecen a los funcionarios que ya no están en nómina o si hacen parte del inventario de la Alcaldía”.

Lo grave del asunto es que, según Negrete, nadie sabe a ciencia cierta qué fue lo que sacaron por orden de la anterior alcaldesa. “La nueva almacenista no encontró una relación o inventario”.

Lorica, como se conoce el municipio a secas, está ubicado en el norte del departamento de Córdoba, a la margen derecha del río Sinú, a 60 kilómetros de Montería y muy cerca del mar de Coveñas. Gracias a esas condiciones geográficas su población es el resultado de una mezcla racial, a la cual se incorporaron en el siglo pasado muchos migrantes provenientes del Medio Oriente, especialmente del Líbano. Entre estas, las familias Char, Abdallah, Manzur, Gossaín, Morad, Amín, Saleme, Turbay, Ayala y Jattín, a la que pertenece la saliente mandataria. Todos ellos con tradición de comerciantes emprendedores, llamados popular y erróneamente “turcos” y con fama de ahorrativos - o “tacaños” y “duros”, como suele decirles la gente a modo de chiste-.

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"Es un show mediático"

Esa fue la noticia con la que despertó el nuevo año en Lorica y las versiones en las calles del pueblo y en redes sociales empezaron a variar. “Se llevó desde computadores hasta el sanitario. Seguro que la vuelven a elegir”, tuiteó un ciudadano, señalando a Jattín. “Mostró una circular que daba fe de las cosas que había comprado de bolsillo propio. Habrá que esperar que arroja la investigación”, opinó otra.

Debido al escándalo suscitado, la exalcaldesa publicó un comunicado en el que dio su versión de lo ocurrido y, además, la imagen de un acta en la que, según ella, se puede constatar que en enero de 2017 contrató con recursos personales la compra y la instalación de los equipos.

"Los compré para mi disfrute mientras ejercía el mandato. Los adquirí con recursos propios y no con dineros públicos, de manera que son de mi total y exclusiva propiedad. Ordené retirar el mobiliario para dejarlo en iguales condiciones como lo recibí", le dijo la Chofy Jattin, a medios de la región.

Según el texto, lo del inodoro y el papel higiénico son simples especulaciones. Los elementos retirados serían “tres puertas corredizas y perforadas con detalles de madera, una mesa de doce puestos con sus respectivas sillas, dos escritorios modernos en MDF, una nevera pequeña, un dispensador de agua y un mueble pared”.

El otro argumento principal con que se defendió Jattín, más allá del de haberlos comprado con plata personal, es que ordenó retirar los elementos de la sede de la alcaldía “toda vez que resultaba imperativo hacerlo, siendo que el edificio González es un bien de Conservación Integral, según el Plan Especial de Manejo del Centro Histórico y su área de influencia, ubicado en el nivel 1”. Es decir, quería dejarlo en iguales condiciones que como lo recibió.

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Contrario a la respuesta de Jattin, el veedor Nelson González dijo, en diálogo con la W Radio, que se habían llevado “equipos de oficina, computadoras, impresoras, aires acondicionados y muebles”. Además, que también habían sacado cosas de otra bodega, en el edificio María Dolores Caraballo, y en el ancianato. “Se llevaron televisores, colchonetas, elementos de cocina, unos cuadros que pertenecían a la Alcaldía Municipal; esos cuadros fueron donados por el Ministerio de Cultura, entre ellos los de Marcial Alegría y todos desaparecieron por orden de la exalcaldesa Nancy Sofía Jattin”, indicó.

La ahora exlalcaldesa -quien es prima de la excongresista Zulema Jattin, investigada por vínculos con paramilitares-  también anunció que interpondrá las acciones legales correspondientes en contra de las personas que han tratado de difamarla y enlodar su buen nombre y el de su familia. Y catalogó la denuncia como un “show mediático que no tiene sustento probatorio alguno y que estoy en capacidad de demostrar legalmente”.

Mientras las investigaciones determinan quién tiene la razón sobre la propiedad de los elementos, el cuento seguirá rodando, de boca en boca, entre los loriqueros y el resto  de los colombianos, cada uno con su propia versión al estilo de Sánchez Juliao. Pero, bien queda una frase para el final de la historia y la orden de la Chofy Jattin, como decía el personaje Abraham Al Humor: “Ahorra o nunca”.