Desarticulan a una temible banda de traficantes de personas en Ipiales

Por la frontera de Ipiales transitan migrantes de todo tipo desde hace tiempo. El paso que une al departamento de Nariño en Colombia con Ecuador es uno de los favoritos de los traficantes que acarrean flujos de refugiados en busca de una mejor suerte.

En estos días sobre todo hay cubanos que buscan llegar a Ecuador -donde no se les pide visa- para iniciar el recorrido por tierra que los llevará a Estados Unidos. Hay haitianos que viajaron a Brasil para construir las grandes obras del mundial y que ahora que la economía decayó tratan de moverse a otros países de la región.

También hay hindúes, chinos y pakistaníes que provienen del Pacífico y africanos que por algún motivo arribaron al principal paso fronterizo del suroeste.

De acuerdo con el investigador de la SIJIN que lideró la investigación que llevó a su desarticulación, La Frontera era una de esas organizaciones dedicadas al tráfico de migrantes que cobraba entre 2 mil y 2mil 500 dólares por cabeza.

El grupo se formó hace ocho años y era compuesto por 11 personas lideradas por alias Martín. Tenía la infraestructura necesaria para fabricar documentos de viaje como tarjetas andinas, pasaportes, cédulas y sellos de migración, así como para transportar personas por las veredas que llevan hasta Ecuador.

Junto con el Grupo de Investigación Anti Trata y Tráfico de Personas (GIATT) de Migración Colombia, el capitán y su equipo dedicaron más de seis meses en identificar los ocho hombres y las tres mujeres que arrestaron el 14 de junio de 2017 en allanamientos realizados en la ciudad de Ipiales, en los cuáles encontraron la réplica de un fusil, así como pistolas Pietro Beretta, silenciadores, cartuchos, esposas, entre otros.

Para el director general de Migración Colombia, Christian Krüger Sarmiento, este golpe a "una de las bandas más importantes de la zona", según sus propios términos, representó un fuerte embate al tráfico de personas que es el tercer negocio ilegal más lucrativo en el mundo.

Según el funcionario, la cifra de migrantes deportados pasó de 34 mil personas en 2016, a 3 mil en lo que va de 2017. La disminución es un reflejo, dice, de la política de control de migración implementada, la cual ha forzado a las redes de tratantes a cambiar sus rutas y trayectos para llegar a Norteamérica.

Sin embargo, respecto al destino de los migrantes ilegales que ya no contarán con estructuras ilegales para atravesar el país, Krüger aclaró que aunque en Colombia migrar no es un delito. “Se seguirán deportando a estas personas a la frontera más cercana, a su país de origen o a un tercer estado amigo cuando sean detectados”, dijo.

Por su parte, los 10 detenidos de la banda La Frontera fueron sindicados de los delitos de tráfico de migrantes, concierto para delinquir, falsedad en documento público y falsificación o uso fraudulento de sello oficial por la Fiscalía regional y cobijados con medidas de aseguramiento carcelarias, mientras se define su suerte en los tribunales.