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| Foto: León Darío Peláez

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¿Al fin cuándo es el Día D?

El Gobierno y las FARC no coinciden en la fecha que da inicio al andamiaje del proceso de paz. Esto puede generar problemas en la desmovilización de las tropas. El miedo es el Fast Track.

1 de diciembre de 2016

El miércoles en la noche, en el Congreso de la República y en el Gobierno todo era euforia. Con una votación casi unánime los parlamentarios refrendaron el proceso de paz. En la Cámara de Representantes 130 dieron el Sí, mientras que el día anterior 75 senadores habían hecho lo mismo.

El Gobierno anunció en la mañana del jueves que con la refrendación comenzaba el llamado Día D, quizás el más esperado de todo el proceso de paz. Se trata de la fecha que activa todos los términos que se acordaron para la implementación del acuerdo y en especial para que las FARC entreguen sus armas. A partir del primero de diciembre ellos tendrían 150 días para culminar este último proceso.

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También se instala con todas sus funciones el mecanismo de verificación del cese del fuego por Naciones Unidas y comienza a correr el cronómetro para el desplazamiento de los miembros de la guerrilla a las zonas de concentración.

El alto comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, anunció que “El Acuerdo dice que con la firma debe comenzar el desarme y luego en un protocolo se dice también que cuando entre en vigor el Acuerdo es el día D”. Es decir, este jueves.

Sin embargo, casi a la misma hora, Pastor Alape, líder de las FARC, estaba diciendo en radio todo lo contrario. En una entrevista con la cadena Caracol Radio aseguró que para ellos “el Día D no se ha definido”. Alape dejó claro que en las FARC existe una enorme preocupación, pues “falta el impulso para que se tramiten las leyes a través del Fast track" y que solo luego de que se solucione ese inconveniente ellos decidirán cuándo es el Día D.

Incluso, en una entrevista reciente con Semana.com, los líderes de ese grupo guerrillero habían ya anunciado que para ellos este era un requisito fundamental para avanzar con el proceso. “Si hay refrendación sin Fast track, nosotros tendríamos que volver al monte”, aseguró Jesús Santrich.

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Para los miembros de la guerrilla este no es un tema menor y es uno de los puntos en que no han estado de acuerdo con el Gobierno. El presidente Santos había dicho que el día D era el plebiscito, si este resultaba exitoso, pero el grupo guerrillero en ese momento también salió a rectificar.

Para muchos de ellos, el Día D debe ser cuando el Congreso apruebe la ley de amnistía. Este punto tiene lógica pues ningún guerrillero quiere arriesgarse a desmovilizarse si no tienen un paz y salvo con la justicia. De ahí el anuncio del Gobierno este jueves de alistar el paquete de indultos.

"El presidente Juan Manuel Santos, el Gobierno, tiene facultades para proceder a indultos a quienes hayan cometido delitos políticos", dijo el alto comisionado para la paz, Sergio Jaramillo.

El tema del Fast Track es complejo. Cuando el Gobierno presentó el Acto Legislativo para la Paz, ese mecanismo no estaba vinculado al plebiscito. Esto significaba que así ganara el No, el Gobierno podía pasar el paquete de medidas con los beneficios que tenía ese acto. Sin embargo, en los últimos debates se incluyó en el artículo quinto que no podía haber Fast Track si no ganaba el Sí. Y con esa precisión, los resultados del 2 de octubre dieron con el traste a esa posibilidad. “El artículo quinto nos enredó”, dijo Alape en la entrevista.  

Puntualmente, el Fast Track permite dos cosas: la posibilidad de acortar el tiempo del trámite y la obligatoriedad de votar en bloque. Y para las FARC esto es vital. Por un lado, porque no pueden esperar muchos meses más para tener la amnistía, entonces si esa ley se tramitara por la vía normal, es posible que tardaría meses, y ellos tienen sólo 150 días para dejar las armas.

Pero el segundo punto es el que más les preocupa. Con el Fast Track el Gobierno presenta una ley y el Congreso sólo puede decir Sí o No. Esta ha sido una de las críticas de la oposición a ese mecanismo, pues ellos consideran que el Congreso debe poder debatir y no ser un “notario” de los acuerdos.

El problema real es que sin el Fast Track, los parlamentarios podrían debatir en detalle la ley de amnistía. Es decir, que entrarían a discutir qué crímenes pueden ser objeto de este tratamiento y cuáles no. En un país polarizado y con el triunfo del No, es muy probable que el Congreso se la juegue por endurecer la ley de amnistía, un escenario que no sólo no les conviene a las FARC, sino que haría inviable la implementación del proceso.

El uribismo, por ejemplo, tendría la oportunidad de debatir los puntos con los que siempre han estado en desacuerdo. Podría pedir que el narcotráfico no sea un delito conexo y por lo tanto amnistiable y hacer precisiones sobre delitos que generan controversia en Colombia como el secuestro, el reclutamiento de menores y hasta la extorsión.

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De ahí que la discusión del Día D resulte tan importante. Alape aseguró que su posición no significa en ningún momento que la guerrilla esté perdiendo la voluntad de seguir con el proceso. “Esto no tiene reversa”, aclaró. Sin embargo, lo cierto es que ellos están a la espera del fallo de la Corte Constitucional que podría revivir el Fast Track.

Por ahora, esa posibilidad no es tan cierta. La ponencia de la magistrada María Victoria Calle no tumba el artículo quinto que vinculaba el Fast Track al plebiscito. Por eso, muchos han interpretado que hasta el momento la ponencia dice que sin plebiscito no hay Fast Track. Eso no es técnicamente verdad. El texto de Calle realmente lo que dice es que las cosas siguen como estaban.

El exministro Yesid Reyes le había pedido a la Corte que considerara tumbar ese artículo, aun cuando el demandante no lo había incluido en sus peticiones. Explicó que por la “integración normativa” el alto tribunal puede estudiar un artículo que no fue demandado.

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En resumen, Reyes les pide a los magistrados que salven el Fast Track del Acto Legislativo para la Paz y que tumben el artículo que volvía obligatoria la refrendación popular.  

La expectativa sobre lo que decida la Corte Constitucional es muy alta. Se espera que alto tribunal expida un fallo esta o la otra semana. Con la sentencia seguramente se volverá a debatir si ya llegó el Dia D que tanto se ha esperado.