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Ganadores del Premio Nacional de Paz. | Foto: Daniel Reina

PREMIO

Dos ganadores y una mención especial en el Premio Nacional de Paz

El proyecto de reconstrucción de San Carlos, Antioquia, y la banca de microcréditos de Barrancabermeja, los galardonados.

22 de noviembre de 2011

Esta tarde fueron galardonadas las experiencias de construcción de paz más simbólicas del año. En esta ocasión, el jurado decidió entregar dividido el máximo galardón entre el proyecto de reconstrucción de San Carlos, Antioquia, y la banca de micro créditos de Barrancabermeja. El último reconocimiento se lo llevó la documentalista Marta Rodríguez de Silva.

En una ceremonia realizada en el centro de Bogotá, se premiaron los proyectos más destacados del año por su aporte a la construcción de la paz en Colombia. Un jurado conformado por el padre Darío Restrepo, Ana Teresa Bernal, Cristina Lleras, Juan Luís Mejía, Francisco de Roux, Jorge Orlando Melo y Nicanor Restrepo entregó el máximo premio a dos organizaciones. El proyecto de reconstrucción social del municipio de San Carlos, Antioquia, a cargo del Alcaldía municipal y el programa de micro créditos de la Asociasión de Desarrollo Comunitario Merquemos Juntos de los barrios nororientales de Barrancabermeja ganaron ambos el título de este año.

Como mención especial, se le otorgó un reconocimiento a la documentalista Marta Rodríguez de Silva, de la Fundación Cine Documental - Investigación Social.

Ganadores

El retorno a San Carlos, Antioquia

Este municipio antioqueño vivió en carne propia el horror de la violencia impuesta por el ELN, las FARC y los paramilitares que, entre 1985 y 2010, realizaron 33 masacres y numerosos asesinatos selectivos. Esto causó el paulatino desplazamiento de casi 20.000 personas, más del 70 por ciento de la población local.

Una historia trágica para muchas familias que huyeron a ciudades cercanas como Medellín. Sin embargo, todo comenzó a cambiar cuando un grupo de líderes que se quedó, sintió que era el momento de volver a ver a los desterrados. Se les ocurrió fusionar los tradicionales festejos municipales con lo que llamaron la Fiestas del Retorno. La idea era volver a traer a la gente. Ocurrió que la voz se regó y retornaron cientos de familias a San Carlos.

Más de 9.000 personas han retornado desde entonces. Ahora, gracias a la gestión de la Alcaldía local y el apoyo de instituciones regionales e internacionales, se ha logrado reconstruir el municipio, limpiando los campos de minas.

La banca de los pobres

La historia de la Asociación de Desarrollo Comunitario Merquemos Juntos comenzó en 1993, cuando 11 mujeres juntaron de a 200 pesos y emprendieron camino, a las 3 de la mañana, desde las comunas nororientales de Barrancabermeja, hasta la Plaza de la ciudad. La idea era comprar verduras directamente a los proveedores y así hacer rendir la plata. No era un proyecto sencillo, pues vivían en una zona de desplazados, donde las guerrillas y los paramilitares imponían el miedo y la pobreza. Sin embargo, la travesía resultó tan exitosa que se repitió durante muchos meses.

Del alimento que sobraba sacaron provecho vendiéndolo al público y de lo que ellas mismas lograban ahorrar, empezaron a hacer créditos a la gente. Hoy, 19 años después, esa idea se ha transformado y se ha convertido en el "banco" más solicitado para microcréditos de la región. Estas mujeres, lideradas por la santandereana Guillermina Hernández, crearon desde abajo una entidad que hoy presta 200 millones de pesos mensuales, con un capital que asciende a más de 2.000 millones de pesos.

Mención Especial

Cine por los Derechos Humanos

Marta Rodríguez de Silva es una documentalista que lleva toda la vida grabando películas en las zonas más violentas del Colombia. Comenzó ella sola, en 1965, cuando con capital de su propio bolsillo, arrancó una travesía para conocer pueblos afrocolombianos, indígenas y víctimas de la violencia. Con cámara en mano, comenzó a retratar masacres, asesinatos, etnocidios y violaciones de DD. HH. que nunca fueron registradas en el celuloide, un trabajo que le trajo varias amenazas e intimidaciones. Pese a esto, nunca se rindió.

Ahora cuenta con un equipo amplio de colaboradores en la fundación Cine Documental - Investigación Social. Primero, fue su esposo, con quien trabajó 20 años. Luego se unieron su hijo Lucas y sus amigos Fernando Restrepo, Carlos Bedoya, Clara Tello y finalmente Alcira Castañeda. Marta ha realizado más de 15 películas de corte social y es considerada pionera en pedagogía del cine documental para pueblos indígenas, que han visto en el séptimo arte una forma de hacer memoria y mantener la cultura.