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DOS PICAROS SIN SUERTE

Descubiertos en Brasil, los Pombo enfrentan ahora la justicia penal, a los acreedores y a la Supercambios.

24 de septiembre de 1990


Las imágenes presentadas por el Noticiero TV-Hoy dejaron estupefactos a quienes los conocían. Jorge Esteban Pombo Jiménez y Jeanette María Gertrudis Uribe de Pombo, otrora asociados con una gran vida de lujo, tres Mercedes Benz y un BMW, tres apartamentos, una agencia de viajes y una empresa pirata que captó ilegalmente unos cuatro mil millones de pesos, aparecían ahora ante el asedio de las cámaras, asustados, pálidos y nerviosos, tomados por las manos, esposados, vestidos en forma corriente, negándose a emitir cualquier concepto y con sus rasgos físicos notablemente variados.

Por eso las escenas evocaron las del depuesto presidente rumano Nicolae Ceaucescu y de su esposa Helena, cuando el 26 de diciembre de 1989 respondían ante un tribunal por los excesos cometidos desde el poder y por los cuales fueron ejecutados al día siguiente. Jorge Pombo lucía un bigote sutil, muy diferente al anteriormente espeso que acompañaba su sobresaliente chivera. Su cabello antes negro resaltaba "mono". Jeanette, también antiguamente de cabello oscuro y liso, hoy lo tiene ensortijado, teñido rojizo, mientras lleva anteojos transparentes que tampoco eran frecuentes sobre su rostro.

Jorge Pombo y su esposa habían sido detenidos dos días antes en el elegante balneario de Armacao do Buzios, a doscientos kilómetros al norte de Río de Janeiro, una especie de "Costa Azul" de los brasileños. La pareja huyó de Colombia dos años antes, tras el fracaso de sus negocios financieros ilegales. Su captura habla sido el final feliz de una intensa labor de seguimiento que cornenzó el dos de julio pasado, cuando la Interpol recibió sus fotografías y un auto de un juez colombiano que confirmaba las acusaciones contra los defraudadores.

Pero aunque parezca insólito, la información sobre su paradero en Brasil surgió de un "chepazo". El caso de los Pombo es seguido por el Juzgado 38 Penal del Circuito que a finales de junio pasado dictó resolución acusatoria contra el matrimonio. La determinación pasó entonces en revisión al Tribunal. Cuando la agente del Ministerio Público analizó las piezas procesales, encontró que el juez había omitido pedirle a las autoridades que en caso de ser hallados los sindicados no les fuera concedida caución ni libertad condicional. Y en otro folio del expediente se encontró un dato que le llamó mucho más la atención: el DAS había descubierto que cuando la pareja abandonó Colombia, lo hizo bordo en un avión de la Varig, rumbo Sao Paulo, en agosto de 1988.

La fiscal, ni corta ni perezosa, pidió que en la resolución acusatoria y en la orden de captura se oficiara a la Interpol en Brasil para que fueran localizados. Lo cierto es que cuando los Pombo salieron huyendo de Bogotá, viajaron a Sao Paulo pero allí permanecieron apenas días para pasar luego a España, Austria y Grecia (en este último país trataron de establecer una agencia de viajes). Entre agosto y noviembre de 1988 viajaron entre las principales ciudades de esos países sin ocultar sus identidades y con pasaportes colombianos. Por cosas del destino, regresaron el 5 de noviembre de ese mismo año a Brasil. Estaban acompañados, según las autoridades de inmigración de esa nación por Jorge Enrique Pombo Uribe, hijo único de los perseguidos.

Ingresaron por Río de Janeiro y de inmediato Jeanette María Gertrudis Uribe de Pombo adquirió una pequeña boutique de artesanías y objetos para turistas. Los dos atendieron el negocio durante el último año y nueve meses, mientras residían en una casa de clase media alta en el barrio de Ipanema y después pasaron a la "Barra de Tijuca" una zona comparable al Chapinero bogotano. Siempre vivieron en calidad de turistas, en forma normal y sin grandes lujos, convencidos de que allí estaban seguros e invulnerables, aseguraron fuentes policiales.

Por eso cuando el pasado dos de julio llegó el boletín a la Interpol brasileña, el que incluía la resolución acusatoria perfeccionada como pidió la fiscal, comenzó una operación de intenso seguimiento ejecutada por la Policía Marítima, Aérea y de Transporte, encargada de esta clase de labores de inteligencia. El mismo embajador de Colombia en Brasil, Germán Rodríguez Fonnegra, asumió desde Brasilia personalmente el intercambio de información entre los cuerpos investigativos colombianos y brasileños, incluso sin alertar al consulado en Río de Janeiro. Soló el 21 de agosto pasado, en las horas de la mañana, llegó la petición oficial de captura y extradición de los Pombo, la que fue ejecutada en horas de la tarde en el balneario de Buzios por agentes de la Sección de Operaciones del Departamento de Policía Federal de Río de Janeiro.
La pareja fue llevada a la Sección de Custodia de la Policía Federal en la Plaza Mauá, en pleno centro de Río, en donde permanece en celdas separadas. La prisión preventiva les fue ordenada por el juez Almir Passarinho, del Supremo Tribunal Federal, a quien por competencia le corresponde los casos de extradición.
El otorgamiento de celdas separadas es considerado un gran privilegio, que se otorga en Brasil a quienes ostentan un título de estudios superiores. En principio se estima que el análisis de la documentación sobre el proceso judicial que se adelanta en Colombia contra los Pombo pueda durar un mes . SEMANA logró conocer que según las leyes brasileñas, es posible, también, la entrega de los bienes de los detenidos, elemento que ya ha sido incluido en los documentos que sustentan la extradición.

Según el comisario de la Policía Federal, Helio Mazzeu, "fueron muy ingenuos". Estuvieron 21 meses sin ser descubiertos y se tomaron confianza. Ahora, cuando sean traídos de vuelta a Colombia deberán enfrentar las acusaciones por los delitos de estafa (uno a cinco años de prisión) y de captación ilegal de ahorro del público (cárcel de dos a seis años), más los posibles perjuicios civiles y una segura sanción de la Superintendencia de Control de Cambios que tiene elementos suficientes para castigar violaciones al Decreto 444 de 1967 por posesión y manejo ilegal de divisas y utilización indebida de cuentas corrientes en el exterior.
Cuando Jorge Pombo Jiménez y esposa Jeanette decidieron huir el nueve de agosto de 1988, lo hicieron "debiéndole a la mitad de Bogotá". Crearon en 1975 la sociedad limitada llamada Cofinza, para la prestación de servicios financieros, que durante trece años captó dineros del público en forma desaforada. La firma contaba en 1988 con un capital de apenas cincuenta mil pesos, sus activos apenas sobrepasaban los $57 millones y los pasivos (al menos los detectables) superaban los $600 millones.
En el camino de la fuga quedaron esparcidas cartas en clave enviadas por Pombo a "Mi querido Picas" (Juan Ricardo Escobar Bonnito) y comprobantes de cheques de millonarias transacciones con el comisionista de bolsa que también abandonó el país precipitadamente cuando no pudo pagar sus deudas.


Dos días después del escape de los Pombo, la Superintendencia Bancaria intervino y ordenó la disolución de la sociedad. Posteriormente quedó al descubierto que Cofinza era apenas la punta del iceberg, pues muchas de las captaciones figuraban con el respaldo de Jorge Pombo Jiménez,un antiguo empleado de la sucursal Chapinero del Banco de Colombia que hizo sus primeros "pinitos" en el mundo extrabancario ayudándole a sus amigos a escoger lujosos carros, conseguir seguros de vida en el extranjero y llevando los "ahorritos" de los familiares y vecinos.

Pero entre el escape de los Pombo y su captura el pasado martes ha corrido mucha agua. Las autoridades han descubierto muchos hechos que pusieron en claro la forma de actuar de los Pombo que en muchos casos suenan a película. Gran cantidad de documentos por medio de los cuales se captaba y prestaba en divisas, tenían en el anverso el facsímil de un billete de dólar norteamericano mientras que en el reverso, en la letra de Jorge Pombo figuraban las condiciones del crédito o del débito. Muchas de la contragarantías de los dineros captado por Cofinza consistían en cheques en dólares.

Hasta el momento han sido hallados documentos que comprueban que los implicados en este caso poseían cuentas corrientes en el Bank of Credit and Commerce International (Overseas) Limited de Panamá, en el IBJ Schroeder International Bank de Miami, Florida (cuenta 13191240000) y en el Banco de Bogotá Trust Company de Nueva York (ésta a cargo de Jeanette Uribe de Pombo). En otro banco de Miami poseían dos cuentas corrientes, una manejada por Jorge Pombo y la otra por Inversiones Chagres S.A. Esta sociedad del matrimonio Pombo aparece registrada ante la Notaría Cuarta del Circuito de Panamá y servía como fachada de gran parte de las inversiones que en el exterior manejaban los detenidos. Aparecieron, además, registros y extractos de manejo de dos tarjetas de crédito, una Master Card del Citibank (5424 1800 9122 7477) y otra de American Express.

Pero a pesar de que se han recuperado tres automóviles Mercedes Benz (uno automático de placas AP-0817, actualmente en el "martillo" del Banco Popular), tres apartamentos (uno de ellos en la carrera 2a. No.9 - 56, en el Barrio La Candelaria, donde los Pombo hacían sus reuniones bohemias) y se discute legalmente la posesión de una finca en Tabio (Cundinamarca), en realidad es muy poco lo que se ha podido recuperar para resarcir a los ahorradores. El agente liquidador Alcibíades Cuesta Algarra logró cubrir el trece por ciento de las acreencias presentadas ante Cofinza yo Jorge Pombo, pero en últimas si los acreedores consiguen siquiera el 35 porciento de las deudas posibles de reconocimiento, se habrá logrado una proeza.

La Superintendencia de Control de Cambios emplazó a los Pombo Uribe para que respondieran por las irregularidades cambiarias existentes, probadas en un expediente en el que hay más de una sorpresa. Un seguro de vida de la American Amicable Life Insurance Company de Houston, Texas, por un millón de dólares cuyos beneficiarios son Alonso Restrepo Dreyer (25%), Alonso Restrepo Verswyvel (25%) y Cofinza (25%); uno de Beneficios Médicos Internacionales; otro seguro de la Crown Life Insurance de Toronto por US$200.000 cuyo titular es Mauricio Mora Ricardo y los beneficiarios su esposa Sandra Herrera (25%), Mariana Mora (25%) y Jorge Pombo Jiménez (50%). No podía faltar el seguro personal de Jorge Pombo, suscrito con la Crown, amparando a Jeanette Uribe (50%) y a su hijo Jorge Enrique (50%).
Llamó la atención de los investigadores, el descubrimiento de una carta enviada por Pombo a la Crown, en la que refiriéndose al seguro que beneficia a los Herrera advierte que "se debe condicionar y limitar a la presentación por parte de los mismos a la compañía de documentos en favor de ellos que acrediten y demuestren deudas a cargo de don Jorge Pombo o Cofinza que es la sociedad de propiedad de don Jorge Pombo".

A estas alturas hay mucho damnificado, poca plata y grandes anécdotas. Todavía están en venta los 200 osos de colección que eran la aberración de Jorge Pombo, avaluados en $250 mil y cuatro cuadros familiares (uno de ellos se vende por $180.000). También esperan comprador un centenar de los libros preferidos por el exbanquero, entre ellos "Cabeza de turco" de Wallraff, "El zorro rojo" de Anthony Hyde y "El Padrino" de Puzo. Pero el que más llama la atención es "El hombre más buscado", de Colin Mackenzie, un curioso relato basado en hechos reales sobre El gran robo al tren cometido en Inglaterra por los años sesenta y uno de cuyos cabecillas, Ronald Biggs, se refugió en Río de Janeiro, Brasil. Los Pombo no contaron con la suerte de Biggs quien sigue camuflado y protegido ante la estatua del Corcovado. En breve pasarán a la sombra de La Modelo y El Buen Pastor.