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| Foto: Archivo particular

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"El proceso de descentralización real no ha sucedido": Eduardo Verano

Los ocho departamentos del Caribe Colombiano han buscado, en múltiples ocasiones, la posibilidad de convertirse en una región con autonomía presupuestal y administrativa. Este objetivo había sido esquivo, pero con las nuevas Regiones de Administración y Planificación (RAP) y la Ley de Regiones se abre esa posibilidad.

17 de septiembre de 2018

Córdoba, Sucre, Bolívar, Atlántico, Magdalena, César, La Guajira y San Andrés son algunos de los departamentos más interesados en que la Ley de Regiones, que actualmente cursa las últimas discusiones en el Congreso de la República, se apruebe y empiece a andar.

Semana habló con el gobernador del Atlántico y líder de la RAP Caribe, Eduardo Verano, sobre el proceso que han adelantado y cuáles son los objetivos que perseguirán con esta integración regional, a propósito del Foro Gran Caribe que se realizará en Cartagena el próximo 4 de octubre.

El encuentro busca analizar cómo esta región del país puede alcanzar su desarrollo, no solo a través de esta integración regional interna, sino también por medio de la integración de Colombia con los demás países de la cuenca del Gran Caribe.

SEMANA: ¿Cómo surge la iniciativa de la RAP Caribe y cuáles son sus ejes temáticos?

EDUARDO VERANO: Este es un proceso que data desde la constituyente de 1991, en la que se diseñó un modelo de país basado y fundamentado en un proceso de descentralización real, que no ha sucedido, y en la Constitución de regiones, como una nueva manera de organizar el país para fortalecer el manejo territorial. Las regiones colombianas, de forma similar a lo que ocurre en los grandes países del mundo, buscan la autonomía, a través de un sistema de autogobierno mucho más poderoso, fuerte y sólido, que permita conducir hacia el desarrollo económico y social a cada uno de sus territorios.

Actualmente, el sistema de gobierno colombiano es totalmente centralizado y absorbente, y está en proceso de centralizarse aún más, a través de documentos de políticas públicas que lo que hacen es quitarles funciones a los territorios, o asignárselas, pero sin recursos. Entonces, tiene que haber un proceso de definición de cuáles van a ser las responsabilidades del nivel nacional, regional, departamental y municipal, pero también cuál va a ser la asignación de recursos. Hoy el 85% de los recursos los maneja el Estado central y solamente un 15% es operado directamente por las entidades territoriales.

SEMANA: ¿Qué se busca entonces con la Ley de regiones?

E.V.: Lo que nosotros queremos es que aparezca un nuevo nivel territorial y gubernamental, que se llamarán regiones, y que tengan acceso a una porción importante de los recursos nacionales, de tal manera que se puedan manejar autónomamente para impulsar proyectos con criterio regional.

Algunos ministros se quejaban recientemente, porque han visto cómo las regalías se han orientado a través de los OCAD a proyectos que tienen una visión de carácter departamental y muchas de carácter municipal, provincial o veredal; pero eso es el resultado del sistema de gobierno que tenemos. No hay un nivel gubernamental que esté pensando el territorio con un criterio regional.

Es por eso que el principal eje temático está basado en lo que dice el artículo 306 de la Constitución; el desarrollo económico y social del territorio debe ser pensado regionalmente, es decir, su economía, infraestructura, educación, salud, por tanto, una visión integral. Que no sea la Nación la única que orienta y dirige, sino también los territorios decidiendo y ejecutando lo que consideran para su propio desarrollo. Es una visión totalmente diferente para el manejo del Estado.

SEMANA: ¿En qué va esa consolidación de las regiones?

E.V.: Es muy poco lo que se ha permitido avanzar, porque la Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial expresamente prohibió que estas pudieran tener acceso a recursos. Fue dejar nacer el proceso, pero sin pulmones, entonces se asfixió. Es imposible que haya un crecimiento territorial sin recursos.

Ahora el DNP ha dicho que estaría interesado de que a través de las RAP se pueda articular un Plan de Desarrollo Nacional con visión regional, o sea, que fluya hacia el nivel nacional de una manera pensada desde el criterio regional. Pero esto tiene que venir asignado con recursos.

Una de las discusiones que ha tenido todo este trámite de la Ley Orgánica es que las regiones podrían manejar recursos, pero no para su sostenimiento y administración, por lo cual tendrían que ser financiadas con recursos de carácter local, obviamente esto es una debilidad que tiene la Ley. Por este motivo el DNP ha planteado que podrían fortalecerse unas actividades de los OCAD, asignando recursos para que las RAP puedan hacer todo el proceso de definición y articulación de sus propios proyectos de carácter regional.

Eso es algo que hay que discutir en los últimos debates que faltan en el Congreso y que se darán esta semana. Si nosotros analizamos cómo se han desarrollado los grandes países del mundo como Estados Unidos, Alemania, Francia, e incluso en Latinoamérica, con los casos de Ecuador, Perú, Chile y Brasil, todos tienen criterios de regiones totalmente diferentes al nuestro que podríamos apropiar.

SEMANA: Estamos en unos meses definitivos para el diseño del Plan Nacional de Desarrollo, y el Presidente les ha pedido a los gobiernos departamentales que se vinculen en ese diseño, ¿cuál es la petición de la Región Caribe al Gobierno Nacional para el Plan?

E.V.: Por más que queramos tener una visión regional, esta no sale milagrosamente de la noche a la mañana, entonces solo tenemos una sumatoria de proyectos departamentales, que uniéndolos forman una solicitud regional. Sin embargo, lo ideal sería que gracias a un proceso de planificación regional, surjan proyectos con esa misma visión. Si analizamos, casi todas las vías que promovemos con ese criterio departamental tienen como objetivo unir municipios internamente, muy pocas vías están pensadas con un criterio de conectividad regional, que es lo que se necesita.

SEMANA: ¿Cómo se identifica esa desarticulación?

E.V.: Por ejemplo, cuando uno sobrevuela el río Magdalena, se observa que no hay ningún desarrollo a lo largo de todo el río, cuando esta es una región que podría ser de las más productivas. Hay un puente en el municipio de Plato Sambrano y el siguiente es en Barranquilla a 200 kilómetros, todo ese espacio, que incluye a municipios de los departamentos de Magdalena, Bolívar y Atlántico, está sin articular; el transporte es muy primitivo, lo que imposibilita el desarrollo.

SEMANA: ¿Cómo hacer para que los departamentos que tienen menos representación, en términos de PIB y población, no se vean afectados por esa integración?

E.V.: Se trata de una visión integral y mucha generosidad. Por ejemplo, en Barranquilla hemos crecido a un ratio mayor, con cifras un poco mejor que las de otros departamentos, pero esa una visión solitaria de la ciudad, por lo cual, creer que precisamente hacer crecer a Barranquilla es nuestra máxima aspiración, es un error craso. Todos estamos unidos y atados, no se puede pensar que es posible impulsar su propio desarrollo sin articularse con todo el territorio que está a su alrededor.  

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