“Con la fase II y III se acabará el inhumano calvario que sufren los soachunos en la estación de San Mateo”

Hace ya casi un mes la Alcaldía de Soacha, la Gobernación de Cundinamarca y el Ministerio de Transporte adjudicaron al Consorcio Vial de Soacha y Conconcreto S.A. las fases II y III de TransMilenio en ese municipio. Y hace 15 días este se puso en marcha con la firma de los respectivos contratos. SEMANA habló con Eleazar González, alcalde de Soacha, sobre cómo se concretó este proyecto tras años de dilaciones, cómo serán las obras, qué beneficios traerá para los soachunos.

SEMANA: ¿Por qué duró tanto tiempo empantanada esta obra?
Eleazar González: Estaba empantanada por falta de voluntad política a nivel nacional, departamental y municipal. La fase II estaba programada desde 2010, pero los problemas en la primera fase, que tardó 11 años en construirse, hicieron que se perdiera la fe en las etapas II y III. Eso empezó a cambiar cuando en 2016 nos unimos con el gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey, para buscar el apoyo del entonces presidente Juan Manuel Santos para volver a echar a andar ese proyecto. Afortunadamente él nos abrió las puertas y empezamos a trabajar en conjunto. Logramos crear una bolsa cercana al billón de pesos, en la que el Gobierno nacional aportó el 70 por ciento, el departamento el 18 y el municipio el 12.

SEMANA: ¿Cómo se estructuró el proyecto?
E.G.: Cuando llegamos a la alcaldía habían unos estudios que nosotros no desechamos sino que los utilizamos como punto de partida. Entre 2016 y 2017, se estructuró toda la parte financiera. Luego vino la parte de diseños que estuvo a cargo de una firma. Con esto listo nos lanzamos con la parte precontractual de los pliegos y hace 15 días firmamos los contratos de obras con los ganadores de la licitación: el Consorcio Vial de Soacha y Conconcreto S.A.

SEMANA: ¿Por qué dos empresas se quedaron con la licitación?
E.G.: La fase II comprende el trayecto entre San Mateo y El Altico, y la III desde este sector hasta El Vínculo, donde quedará el portal y los patios. Para agilizar la obra y que los soachunos la puedan disfrutar a partir del 2023, decidimos partirla en dos y entregarle a una firma la construcción de la vía y a otra la del portal.

SEMANA: ¿En este proceso tuvo algo que ver la Alcaldía de Bogotá?
E.G.: TransMilenio nos colaboró con ciertos conceptos, aprobó las características del trazado que debían ajustarse a las exigencias técnicas para garantizar la continuidad con la fase I. Debo decir que TransMilenio estuvo muy pendiente de trabajar en equipo una vez se inició la estructuración seria del proyecto.

SEMANA: ¿Este proyecto está asegurado o hay alguna posibilidad que se abandone?
E.G.: Tengo que decir que el proyecto está 100 por ciento asegurado, tanto en la parte económica como en su construcción. Al tener contratos firmados, garantizamos todos los plazos. Las obras comienzan a mediados del próximo año. En este momento estamos comprando los predios que resultaron afectados. Sin ser pesimistas, ojalá no se presente ningún problema durante el desarrollo de la obra para que en 2023 tengamos esa oportunidad de poner a rodar la fase II y III.

SEMANA: ¿Qué otros componentes tiene esta obra?
E.G.: Con esta obra, TransMilenio pasará de transportar 120.000 pasajeros a 400.000 y aliviará la inhumana situación que se vive en la estación de San Mateo. Pero para que eso funcione también tenemos que establecer todo un sistema de rutas alimentadoras que recoja a los pasajeros del oriente y occidente. Para ello se hizo un estudio que debe ser la carta de navegación del alcalde entrante en términos de transporte público. Su conclusión es que se necesitan ocho rutas alimentadoras. En ese sentido, la próxima administración debe trabajar duro en adecuar las vías por donde van a pasar esas rutas. Por otra parte, quiero comentar que dentro de los planes de ordenamiento territorial de Bogotá, de Cundinamarca y del municipio quedó planteado el ingreso de TransMilenio por la Ciudad de Cali.

SEMANA: ¿Contemplaron el metrocable?
E.G.: La verdad es que se pensó en algún momento en el famoso Cazucable para la parte alta de Cazucá. Pero el proyecto se quedó en estudios y diseños, pues hubo un problema con la estación en Santo Domingo, donde hay unas fallas geológicas bastante grandes e incluso dicen que difíciles de corregir. Aunque está parado ese proyecto, yo sugiero que se busque asistencia técnica, del extranjero, si se quiere, para no dejarlo morir.