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EL CAMBIO ES AHORA

14 de diciembre de 1998

Gabriel García Márquez siempre sueña con proyectos periodísticos. Fue esa la profesión que lo alimentó cuando no era nadie. Y es todavía la que más quiere ahora que lo tiene todo. Había participado en la aventura de la revista Alternativa con Enrique Santos Calderón y Antonio Caballero en la década de los 70, cuando los tres compartían un idealismo de izquierda. En los 80 trató de fundar un periódico, el cual iba a llamar El Otro. Este nunca se materializó por las dimensiones financieras que requiere la prensa diaria. Ahora, 10 años después, finalmente su sueño se convirtió en realidad con la inminente compra de la revista Cambio. Curiosamente la idea original de comprar la revista no fue de él. Un grupo de banqueros de inversión y un grupo de periodistas llegaron a la conclusión de que reuniendo a algunos de los nombres de más prestigio del periodismo colombiano se podría generar el respaldo financiero y la dinámica de mercado para lanzar una nueva publicación. La responsabilidad de conseguir la plata le correspondió a la firma Finanzas & Proyectos, de la cual forman parte Juan Fernando Posada y Bernardo Noreña. La misión de armar el grupo de periodistas le correspondió a Mauricio Vargas, quien ha sido uno de los motores de este proyecto. Vargas sugirió los nombres de Gabriel García Márquez, Enrique Santos Calderón, María Elvira Samper, Roberto Pombo, Pilar Calderón y Ricardo Avila. De ese abanico el único que dijo no fue Santos por sus incompatibilidades como socio de El Tiempo. El resto aceptó y fue así como quedó conformado el equipo periodístico. Inicialmente se pensó en fundar una revista nueva. Sin embargo se llegó a la conclusión de que los costos y los riesgos eran demasiado grandes y que sería más conveniente tomarse una publicación existente. En un comienzo el grupo pensó en hacer una oferta para comprar una participación minoritaria de la revista SEMANA, pero ésta fue declinada. Fue entonces cuando optaron por la totalidad de la revista Cambio, iniciativa que prosperó y que está a punto de llegar a feliz término.
Protagonista
García Márquez, quien se había vinculado al proyecto en calidad de invitado, pasó gradualmente a convertirse en el protagonista central. A diferencia de su participación en el noticiero QAP, que fue simbólica, en la revista está comprometido en cuerpo y alma. Varios de los periodistas, particularmente María Elvira Samper y Mauricio Vargas, son muy cercanos a él personal y profesionalmente. Con la nueva revista no solo podría trabajar con ellos sino que tendría la oportunidad de dar rienda suelta a su vena pedagógica haciendo de Cambio una escuela de periodismo. Gabo está convencido de que en Colombia se han perdido las grandes crónicas y los grandes reportajes que caracterizaban al periodismo colombiano en el pasado. Considera que Cambio, bajo su orientación, puede ser el vehículo para que estos géneros regresen. Algunos se preguntan qué llevó a Patricia Lara a tomar la decisión de vender su revista. Le había dedicado cinco años de su vida después de comprarle a Juan Tomás de Salas, el entonces propietario de Cambio16 España, quien se había quebrado poco tiempo después de creada la revista en Colombia. Al experimento de Cambio16 Colombia Salas había vinculado a vacas sagradas del periodismo de la talla de Daniel Samper, Antonio Caballero, Héctor Rincón, Darío Restrepo y la propia Patricia Lara. Después de pocos meses y muchas peleas la revista acabó siendo de Patricia. Nadie creía que iba a poder sacarla adelante sola. Sin embargo durante todo ese tiempo logró producir una buena publicación, que tuvo calidad periodística pero deficiencias comerciales. nostalgia y cariñoEn cinco años Cambio perdió cerca de 3.000 millones de pesos. Sin embargo, después de mucho esfuerzo ya se comenzaba a ver la luz al final del túnel. Cambio había dejado de perder plata. ¿Por qué vendió entonces Patricia Lara? Simplemente porque se cansó. El periodismo de revistas es una actividad particularmente agotadora. Y a ella le tocaba en cierta forma ser directora y gerente al mismo tiempo. "Después de que una revista triunfa periodísticamente no puede aspirar a nada más que a quedar en manos del más grande escritor colombiano", agrega con una combinación de nostalgia y cariño. En cuanto a cifras de la transacción prefiere no hablar, pero se sabe que cuando comenzaron las negociaciones manifestó que su meta era recuperar sus pérdidas.
acto de valor
En las etapas iniciales del proceso los socios confiaban en conseguir inversionistas que financiaran la compra de la revista. Al final acabaron ellos mismos poniendo la plata. Aunque los detalles finales no están todavía decididos, se sabe que García Márquez pondrá el 50 por ciento de la inversión y que el grupo de periodistas pondrá la otra mitad. La de García Márquez será en contante y sonante y la de los periodistas, en la medida que no puedan, financiada a mediano plazo. Los cinco tendrán participaciones parecidas y habrá un equilibrio de todos ellos en la toma de decisiones. Inicialmente solo María Elvira Samper, Mauricio Vargas y Roberto Pombo se meterán de lleno, pues Pilar Calderón seguirá por ahora como subdirectora de El Espectador y Ricardo Avila como funcionario de la OEA en Washington. Aunque tampoco hay decisiones definitivas sobre cargos, se ha contemplado la posibilidad de que María Elvira Samper sea presidenta y Mauricio Vargas y Roberto Pombo codirectores. Estos últimos aportarían sus columnas, que hoy en día aparecen en Cromos y en SEMANA. En términos generales, este trío reforzaría el equipo periodístico que hoy trabaja en Cambio. García Márquez no va a tener columna pues no quiere someter su firma al desgaste de una rutina semanal. Sin embargo afirma: "Cuando haya un artículo que me guste, me voy a meter de lleno en él y lo voy a escribir". Embarcarse en un proyecto periodístico en el peor año de la economía colombiana en los últimos 50 años es un acto de valor. Sin embargo a la luz de la experiencia no es del todo descabellado. Los momentos de crisis con frecuencia generan oportunidades excepcionales tanto para el arranque como para la expansión de un negocio. Con García Márquez y cinco pesos pesados del periodismo la calidad editorial del producto se da por descontada. Eso solo garantizaría la supervivencia de Cambio, independientemente de cualquier coyuntura económica. La experiencia colombiana demuestra que, aunque este es un país de poca lectura, siempre hay demanda para las buenas plumas.