Home

Nación

Artículo

| Foto: Archivo particular

Nación

Alarma en San José de Apartadó por grafitis y amenazas del Clan del Golfo

La bacrim hizo una incursión en el corregimiento del Urabá antioqueño. Tres hombres pintaron 24 casas asegurando que habían llegado para imponer su orden.

11 de julio de 2017

En San José de Apartadó siempre hay una constancia en la zozobra. Cuando llega un extraño los hombres se paran en los postigos de las puertas, las mujeres se juntan en pequeños grupos, los niños se quedan en las casas.

Fueron muchas las veces en la historia reciente de ese corregimiento, que después de la llegada de  hombres armados algunos de los habitantes murieron, desaparecieron o fueron torturados. Líderes de derechos humanos, de mesas de algún diálogo, de corporaciones de cacaoteros -todos agricultores- hace dos meses hablaban de esos miedos que nunca se fueron.

Desde unas semanas atrás los paramilitares mandaron mensajes en torno a que estaban rondando el caserío. Eran hombres del Clan del Golfo o Autodefensas Gaitainstas de Colombia (AGC), como se hacen llamar.

Le puede interesar: Diez años de la masacre de San José de Apartadó

Aquella tarde de hace dos meses, en medio del calor inapelable del Urabá, en el salón comunitario, había unos ocho campesinos, hombres y mujeres muy mayores que sobrevivieron a las AUC y a las Farc, y todos dijeron que desde que empezó la desmovilización del quinto frente de la guerrilla, la cercanía del Clan era inminente, que días antes habían hecho una parada militar en la vereda Rodoxali  y en la vereda La Hoz. Allí habían abusado sexualmente de una muchacha de 15 años.

Las denuncias fueron desoídas, hasta que este martes apareció una nueva evidencia: 24 casas pintadas con aerosol rojo, como en los tiempos en que las AUC se paseaban por la serranía de Abibe, pero esta vez los grafitis decían: "AGC llegamos para quedarnos". Según el alcalde de Apartadó, Eliécer Arteaga, la noticia fue conocida por la redes sociales, pues no hay un testigo clave de los hechos.

"Es muy raro lo que sucedió porque se dice que fueron tres personas las de los grafitis, pero que nadie los vio. El Ejército y la Policía no los vieron, pese a que tienen puestos de control muy cerca. Es un poco extraño. Es muy complicado porque la de San José es una comunidad que todo el tiempo se ha quejado de eso, y todo lo que uno diga está mal. ¿Qué hicimos nosotros? Informar a las autoridades, que fueron temprano para verificar las cosas”, dijo el alcalde, quien aceptó que los rumores de la presencia de las AGC en la zona, que antes ocupaba el quinto frente, no son nuevos, y hace cinco días se denunció el paso de hombres extraños por la escuela de la zona, aunque no estaban armados.

“Estas organizaciones de derechos humanos tienen mucha resonancia y por eso actuamos rápido. Se conoce que en la región hay presencia del Clan, de hecho acá está la Operación Agamenón con muy buenos resultados. De lo que se tiene información es que esta gente tiene muchos intereses en los corredores de droga que las Farc dejaron libres. Lo que se escucha como rumor es que no tienen interés de perseguir a la izquierda ni a los desmovilizados. Hay que tener en cuenta que San José se comunica con la serranía de Abibe, que es salida al mar y a Córdoba”.

Por su parte, el coronel Luis Eduardo Soler, comandante de la Policía de Urabá, aseguró que la investigación ya está marchando: “Esta mañana nos reunimos con líderes comunitarios y nos dieron información importante, corroboramos que sí había muchas casas pintadas y que la comunidad está atemorizada”.