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EL FLACO DE LA CLASE

4 de noviembre de 1996

Aunque pocos lo crean, de chiquito Roberto Posada era el niño más flaco de su clase. A los cinco años su mamá lo llevó a un médico preocupada de que el niño pudiera ser raquítico. Hoy, 37 años después y 80 kilos más, esa preocupación ha desaparecido en forma definitiva. Desde la infancia su única pasión fue el periodismo. Al fin y al cabo su abuelo, Roberto García-Peña, era en ese entonces el director de El Tiempo. Eso le permitió comenzar a trabajar en el matutino de los Santos desde la tierna edad de 14 años. Empezó haciendo una columna deportiva que firmaba, con el seudónimo de 'un hincha azul' en la cual le daba tan duro al Independiente Santa Fe como hoy le da a la familia Pastrana. A los 19 años pasó a dirigir una página del periódico con el nombre de 'Nueva Generación'. La hacía con sus compañeros de periodismo de la época que eran Mauricio Acero y Hernán Restrepo. No fue sino hasta 1980, cuando era estudiante de la Universidad del Rosario, que debutó en las páginas editoriales del periódico con el seudónimo de D'Artagnan. El nombre lo había escogido "para escudarme de mis compañeros de clase y profesores de la universidad". Hoy, además de columnista es director de Lecturas Dominicales y de la revista Credencial. Esta posición la ha conseguido a pesar de una relación ambivalente con algunos sectores de la familia Santos que se ha complicado con el proceso 8.000. Su mayor apoyo dentro del periódico es ni más ni menos que del director Hernando Santos. Como D'Artagnan se considera un viejo por temperamento, desde cuando cumplió 20 años ha tenido muy buenas relaciones personales. Con la rama de Enrique Santos Castillo, a pesar de algunos altibajos ideológicos, las relaciones también han sido cordiales. El mano a mano con Enrique Santos Calderón, su compañero de página editorial alrededor del tema de Ernesto Samper, los tiene en este momento algo distanciados. A pesar de ser el agua y el aceite, las encuestas internas del periódico demuestran que los dos son los columnistas más leídos del periódico. Paradójicamente siempre había estado en el lado opuesto de Daniel Samper en el pasado desde el punto de vista político. Cuando el uno era de derecha, el otro era de izquierda, cuando el otro era oficialista liberal, el otro era galanista. Ahora por primera vez están del mismo lado como 'hermanos' de Ernesto Samper. Roberto Posada no es simplemente un columnista dentro del periódico. Representa en nombre de su familia un importante bloque de acciones que Eduardo Santos le dejó como herencia a su amigo y colaborador de toda la vida, Roberto García-Peña. D'Artagnan es personalmente propietario del 2,4 por ciento de las acciones pero representa a nombre de su familia el 9,81 por ciento de éstas. En el fondo de su corazón su meta en la vida es ser director de El Tiempo. Sin embargo es lo suficientemente realista para darse cuenta que esto es un imposible. No niega que el proceso 8.000 ha cambiado su vida en muchos aspectos. Señala que lo que le ha permitido soportar todas las cargas ha sido su reciente matrimonio con Lorenza Panero. En estos días de ostracismo social llena su tiempo con la compañía de sus dos hijos Carmen de 10 años, y Roberto Francisco de cuatro meses.