Home

Nación

Artículo

EL LADO OSCURO DE LA APERTURA

Un informe de la DEA sostiene que los grandes ganadores con la apertura económica son las mafias del narcotráfico. SEMANA reproduce los principales apartes.

26 de diciembre de 1994

EL PROGRAMA COLOMBIANO DE APERTUra, iniciado en 1990, se caracteriza por un movimiento hacia la privatización de las principales compañías estatales y la liberalización de la economía en un esfuerzo por atraer y generar capital. Antes de 1990 Colombia y varios países suramericanos prohibían la importación de ciertos bienes de otros países para proteger las industrias locales de la competencia extranjera. Recientemente una combinación de reformas financieras, laborales, fiscales y de comercio han abierto el camino para que Colombia compita más efectivamente en la economía global.

Sin embargo, mientras las reformas económicas avanzan, los barones colombianos de la droga han tomado ventaja de las reformas del gobierno y han capitalizado los beneficios de una economía más abierta y liberal. La reforma ha creado más oportunidades y brindado a los narcotraficantes mayores facilidades para lavar y proteger sus fortunas ilícitas en Colombia. La privatización de importantes bancos colombianos, junto con la liberación del mercado cambiario, han permitido a los narcotraficantes colombianos influir veladamente en las políticas y las operaciones de ciertos bancos nacionales.

Adicionalmente, los ingresos generados por la industria del tráfico de droga han penetrado cada faceta de la sociedad colombiana (...). El enorme flujo de moneda estadounidense hacia Colombia ha afectado las políticas monetarias del gobierno y ha hecho que éste imponga un gravamen a la moneda estadounidense.

Cada vez que un dólar entra en las cuentas bancarias de los jefes del narcotráfico la influencia política y económica que ejercen en el gobierno aumenta. Esto establece un peligroso precedente para la región. Los narcotraficantes están en capacidad de influir en la estructura de las regulaciones bancarias y financieras con el fin de lavar, legitimar y salvaguardar su riqueza ilícita con facilidad y sin ninguna repercusión legal. Sin la implementación y el fortalecimiento de leyes contra el lavado de dinero y sin la promulgación de un tratado de extradición con Estados Unidos, las actuales reformas económicas en Colombia aumentarán la dificultad para los dos gobiernos en el combate efectivo contra la droga .

EFECTOS DEL PROGRAMA DE APERTURA
El programa colombiano de apertura ha estimulado y aumentado el crecimiento del sector financiero del país y ha tenido el efecto colateral de ampliar el conjunto de instrumentos disponibles para legitimar los dineros ilícitos (...).

El gobierno y el sector financiero privado están modernizando sus sistemas bancarios y de telecomunicaciones. Estos sistemas mejorados proporcionan a los bancos colombianos un acceso inmediato a la banca internacional y otros servicios financieros y permiten transacciones instantáneas con los mayores mercados financieros -transacciones de moneda y mercancía en futuros internacionales y mercados interbancarios en cuestión de minutos- (...).

Las reformas carecen de las regulaciones y los controles necesarios para prevenir el lavado de dineros ilícitos. Como consecuencia de ello, la privatización del sector financiero permite a los jefes del narcotráfico salvaguardar sus activos ilegales. Un peligro considerable para la seguridad económica de Colombia es la compra de instituciones financieras por parte de las organizaciones del narcotráfico. La privatización de grandes bancos en Colombia, junto con la colocación de los mercados de cambio de divisas en manos de los particulares, le ha dado a los jefes del narcotráfico en Colombia el poder de influenciar veladamente las políticas y las operaciones de ciertos bancos en el país (...).

Autoridades estadounidenses y colombianas tienen evidencia de que dineros procedentes del narcotráfico son depositados en todos los bancos importantes del país (...). Algunos (funcionarios bancarios) son obligados por los narcotraficantes a permitir la consignación de los dineros de la droga.

Una fuente colombiana indica que varios bancos y negocios lícitos son en realidad propiedad disimulada de los principales jefes del cartel de Cali. Recientemente, la venta de un importante banco a una rica familia colombiana por un precio que se encontraba 15 por ciento por debajo de las expectativas del gobierno, despertó sospechas. El banco mantiene oficinas en Panamá y las Islas Caimán y es la sociedad madre de otro banco en Miami, Florida. Una fuente aseguró que la familia estaba asociada con un importante cartel de droga colombiano.

La liberalización de las políticas económicas en Latinoamérica ha llevado a la integración de los sectores financieros colombiano y venezolano. Esto causa gran preocupación a los funcionarios de la justicia de Estados Unidos y de Colombia.

En una serie de operativos realizados por la Guardia Nacional en el occidente de Venezuela, en Octubre de 1993, cierta evidencia permitió descubrir una gran operación de lavado de dinero la cual empleaba importantes bancos colombianos, venezolanos y estadounidenses, además de las casas de cambio. El análisis de ciertos documentos incautados en operativos venezolanos indica que miles de millones de pesos colombianos, bolívares venezolanos y cientos de millones de dólares estadounidenses fueron lavados en el trayecto de Venezuela a Colombia.

Usando casas de cambio en Venezuela, cientos de millones de dólares fueron encaminados hacia Colombia, sin estar sujetos al gravamen colombiano del 15 por ciento. Dineros provenientes del negocio del narcotráfico fueron colocados en Estados Unidos o en sucursales bancarias extranjeras y transferidos electrónicamente hacia los principales bancos en Caracas. El dinero (aún en dólares) fue retirado de los bancos y lavado a través de casas de cambio o agencias de viajes a lo largo de la frontera colombovenezolana en el estado Táchira. En la casa de cambio fronteriza el dinero fue convertido en bolívares o pesos colombianos y transferido electrónicamente a lo ancho de Colombia, eludiendo el gravamen sobre los dólares (...). De acuerdo con autoridades estadounidenses, grandes cantidades de dineros del narcotráfico son escondidas en los vehículos nuevos que están siendo exportados masivamente de Estados Unidos hacia Colombia.

LAVADO DE DINERO
Actualmente no existen leyes que penalicen el lavado de dinero en Colombia. La única ley que puede ser empleada para ese efecto es la de enriquecimiento ilícito, y muy pocos han sido condenados por la violación de esta ley (...). A principios de 1994 la Corte Constitucional colombiana determinó que los activos líquidos pueden ser decomisados por orden de la Fiscalía. Sin embargo la carga de la prueba está del lado del gobierno, que debe establecer el nexo entre los activos y la droga, lo cual es imposible para los congestionados, poco entrenados y fácilmente corrompibles fiscales. Es más, las amenazas y los asesinatos contra los jueces y los fiscales por parte de los poderosos carteles han hecho que se muestren poco dispuestos a ordenar incautaciones. En la práctica, cuando una incautación es autorizada, una cuenta bancaria colombiana es simplemente puesta bajo vigilancia administrativa, y jamás es congelada por el gobierno. El cuentahabiente puede seguir transfiriendo fondos de y hacia la cuenta(...).

Aunque existe una estricta norma que permite clausurar cualquier casa de cambio que viole los procedimientos, la regulación fue pospuesta indefinidamente en vista de la incapacidad del gobierno para auditar y controlarlas efectivamente. Se presume que la mayoría de dineros del narcotráfico, en forma de efectivo, cheques, órdenes y cheques viajeros, son inicialmente depositados en las abundantes casas de cambio de Colombia. En el mercado paralelo, o mercado negro, los instrumentos monetarios, como cheques personales, de viajero y las órdenes, son cambiados a diario. Un sólo cheque puede ser vendido o comprado un promedio de tres ó cuatro veces antes de ser efectivamente registrado y lavado en una casa de cambio.

El gobierno colombiano se está volviendo dependiente de la industria del tráfico de drogas para una porción significativa de su producto bruto, tanto doméstico como nacional. La construcción de oficinas de negocios, hoteles, condominios y viviendas ha hecho explosión en Bogotá. Información de varias fuentes indica que el boom de la construcción ha sido financiado principalmente con inversiones del producto de la droga. La industria de la construcción no sólo es un medio ideal para que los narcotraficantes laven y legitimen su riqueza ilegal, pues invertir en finca raíz es un seguro contra la inflación.

La parte negativa de la inyección del dinero de la droga en una economía es el efecto de 'saturación', el cual impide que lleguen las inversiones legítimas que la economía hubiera atraído normalmente si el narcotráfico y su secuela de violencia no existieran (...).

Según funcionarios de Estados Unidos y Colombia, es significativa la cantidad de ganancias provenientes de la droga que entra en últimas a los sectores sociales y financieros legítimos. De acuerdo con fuentes colombianas, oficiales y extraoficiales, y del gobierno de Estados Unidos, los estimativos varían de 800 a 7.000 millones de dólares por año. Este margen de cifras es amplio porque es difícil cuantificar los dineros generados por el comercio de drogas y la economía subterránea . También es difícil determinar cuál porcentaje del producto nacional bruto está relacionado con la droga.
PERSPECTIVA MACROECONOMICA
En un nivel macroeconómico, la cantidad de narcodinero que entra a Colombia ha afectado las políticas monetarias y fiscales (...). Como resultado del programa de apertura, el gobierno liberalizó yo eliminó muchos controles de moneda extranjera. Actualmente los ciudadanos colombianos y todos los negocios están autorizados para mantener cuentas en dólares. Consecuentemente, dinero en efectivo relacionado con la droga, por valor de cientos de millones de dólares, ha estado fluyendo hacia Colombia.

La inundación de efectivo en dólares que entra al país ha saturado la economía colombiana y ha causado que decrezca su demanda. Ello, a su vez, ha causado la caída del valor del dólar. Como consecuencia, la demanda y el valor del peso se han incrementado a medida que los dólares son cambiados por pesos. Este efecto ha causado que caiga el precio del dólar en el 'mercado negro' por debajo del precio oficial del mercado, mientras las repercusiones del crecimiento de la demanda por pesos han puesto al banco central del gobierno en un dilema.

El dinero de la droga de los mercados extranjeros ha estado entrando al país disfrazado de inversión extranjera. Los negocios foráneos yo las instituciones privadas establecidas por los carteles colombianos o por sus asociados han estado invirtiendo en forma 'legal' las ganancias de la droga en los sectores público y privado de la economía de Colombia. La mayor parte de las actividades económicas han sido afectados por los dineros provenientes de la venta de dólares en el mundo entero.

PERSPECTIVA MICROECONOMICA
En un nivel microeconómico, cada individuo de Cali o Medellín es afectado directa o indirectamente por la economía infestada de droga (...). Las ciudades colombianas de Barranquilla, Cali y Medellín son económicamente dependientes de la industria del tráfico de drogas. Sin la inversión de ingresos procedentes de la droga, que en últimas entra a la sociedad diariamente en Barranquilla o Medellín, esas ciudades no podrían mantener sus niveles actuales de vida. No hay otra fuente viable de ingreso para esas ciudades que pueda generar tantas utilidades como la industria de la droga. En Barranquilla y Cali la construcción de condominios, casas de lujo, centros comerciales y edificios de oficinas ha estado creciendo. Paradójicamente, muchos de los grandes centros comerciales de estilo occidental están prácticamente vacíos de compradores y ofrecen relativamente pocos artículos atractivos para la venta.

LOS EFECTOS EN EL COMERCIO
Como resultado del programa de apertura, el incremento del valor real del peso ha ido causando un crecimiento de la demanda por bienes importados. El valor real del peso saltó más del 25 por ciento frente al dólar en los últimos dos años. En 1992 Estados Unidos tuvo un superávit de comercio con Colombia de 433 millones de dólares, comparado con un déficit de 787 millones en 1991. Las exportaciones de mercancía estadounidense a Colombia crecieron en 69 por ciento, hasta 3.300 millones de dólares, en 1992, un incremento de 1.300 millones sobre 1990. La revaluación del peso y el subsecuente incremento en el 'valor real' de éste han afectado significativamente a los productores agrícolas y manufactureros de Colombia. Los negocios de manufacturas terminaron con menos órdenes de compra por cuanto los comerciantes escogieron el producto importado más barato. Los efectos devastadores sufridos por esas industrias han hecho que el gobierno colombiano reintroduzca una legislación, destinada a establecer tarifas o cuotas sobre ciertos bienes extranjeros, para ayudar a los productores domésticos a competir con los productos exranjeros. A pesar de la caída de las exportaciones y del incremento récord en las importaciones, el Producto Interno Bruto de Colombia se incrementó en un 4.4 por ciento durante los últimos dos años, y se espera que crezca de nuevo en 1994.

La combinación de importaciones incrementadas y exportaciones reducidas ha disminuido las utilidades legales en la balanza de pagos del país. El déficit contable actual, que parcialmente completa el balance de pagos, resulta afectado por esta disparidad de importaciones y exportaciones. Normalmente un déficit de comercio debería ser seguido por medidas gubernamentales para depreciar la moneda para estimular las exportaciones. Sin embargo, debido al inmenso flujo de narcodineros a la economía colombiana, estas medidas han tenido muy poco efecto y el peso ha seguido revaluándose (...). La importación de bienes de lujo por Colombia y su venta subsecuente ha crecido, sospechosamente, en el 105 por ciento desde 1992. Muchas de esas compras han sido de automóviles lujosos y vehículos de tracción en las cuatro ruedas, lo cual ha saturado el mercado colombiano de carros.

Por otro lado, Colombia firmó hace poco un acuerdo de intercambio con Cuba. Las implicaciones de ese acuerdo podrían ser graves para los funcionarios estadounidenses. Cuba es potencialmente un lugar perfecto para el flujo de narcodólares porque es un país que necesita dinero desesperadamente. Adicionalmente, el gobierno cubano legalizó el uso de dólares de Estados Unidos y ha estado liberalizando su economía.

PRIVATIZACION DE PUERTOS
La privatización de los puertos de propiedad del Estado es parte de las reformas comerciales de Colombia. Al privatizarlos, el gobierno ha establecido zonas libres en todo el país. Esas zonas están diseñadas para atraer inversionistas extranjeros y proveer incentivos para el comercio internacional. Las compañías privadas pueden construir y mantener sus propios puertos, muelles y atracaderos para el cargue y descargue de sus propios productos y materiales. Eso tendrá importantes implicaciones para la aplicación de la ley en Colombia y en otras partes. A través de esos puertos, las organizaciones del tráfico de drogas estarán sujetas a controles gubernamentales mínimos o inexistentes, lo que les permitirá facilitar sus actividades ilícitas.

CONCLUSION
Si el gobierno de Colombia continúa permitiendo que las exportaciones decrezcan, también decrecerá una de las mayores fuentes de utilidades legales del país. Al mismo tiempo, si el gobierno de Colombia continúa permitiendo la sustitución de ganancias de exportaciones por las provenientes de fuentes ilegales y no pone su atención al flujo de dineros ilícitos, la economía colombiana se hará vulnerable a los cambios volátiles de la narcoindustria. Colombia podría convertirse en el primer país dependiente de la industria del narcotráfico. Aunque la inyección de dineros de la droga en la economía podría tener efectos positivos en el corto plazo, a la larga la dependencia económica de esa fuente ilegal de ingresos tendrá un grave efecto de detrimento en los sectores social, económico y político de la Nación y debilitarían la estabilidad de la región. A medida que los dineros generados en la droga se conviertan en la fuente primordial de ingresos, el país se volverá cada vez mas susceptible a los elementos criminales.

En últimas, los jefes criminales en Colombia tendrán, si no la tienen ahora, una influencia significativa en los procesos de decisión del gobierno colombiano. Las decisiones críticas en materia económica y legislativa serán afectadas en favor de proteger e incrementar los activos de los jefes narcos, sin importar las implicaciones para el país. A menos que el gobierno colombiano establezca y ponga en estricto cumplimiento leyes contra el lavado de dólares y para la confiscación de activos, las actividades de los jefes narcotraficantes y su influencia se diseminarán a toda la región, y más allá, con la amenaza de desestabilizar al gobierno colombiano y a otros gobiernos de la región.-