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EL MERCEDES DE ALBAN

El político conservador también esta enredado con la importación de su automóvil

16 de mayo de 1988

Todo indicaba que se estaba repitiendo el caso Arias Carrizosa: político ex embajador, cupo de carro vendido, venta anticipada, extraño comprador, etc. Esta fue la reacción general cuando se divulgó la noticia de que un Mercedes Benz 500 SEC con placas AT-5131, de propiedad del ex embajador ante las Naciones Unidas, Carlos Albán Holguín, apareció en la finca "El Bizcocho" que, según las autoridades, pertenece a Pablo Escobar Gaviria.
Más sorprendente que esa noticia fue la defensa de Albán. Palabras más palabras menos, afirmó que "no tengo ni idea de qué se trata. Yo sólo le dejé el carro en demostración a un vendedor". Desde que el agregado militar hondureño William Said alegaba lo mismo cuando su Porsche apareció en manos de Jorge Luis Ochoa, en un retén cerca a Palmira, la opinión pública no deja de sorprenderse de que vehículos de más de 60 millones de pesos desaparezcan de las vitrinas de demostración, sin que sus dueños tengan la menor idea. Sobre todo, si se tiene en cuenta que siempre aparecen a cientos de kilómetros de distancia y en manos del Cartel de Medellín. Albán, como todos los diplomáticos, importó su carro de lujo para ganarse unos milloncitos gracias al beneficio de una buena exención de impuestos.
Como estos carros son traídos exclusivamente para su venta, muchas veces se entregan a intermediarios o compradores, antes de que se cumpla el plazo reglamentario estipulado por la ley, en el entendido de que el papeleo se llena una vez cumplido el plazo requerido. Esto lo ha hecho todo el mundo y técnicamente no se viola la ley puesto que, al no existir documento que compruebe la venta anticipada, la transferencia se puede presentar como un préstamo o una demostración. Lo que enredó a Arias fue que lo hizo a través de un intermediario y firmó unos papeles. Esto lo hizo jurídicamente responsable, no sólo de la irregularidad de la venta anticipada realizada por él sino de otras múltiples irregularidades en la importación, cometidas a su nombre por el intermediario. Como ministra de Justicia, la situación era insostenible.
La importación en el caso de Albán Holguín, también presenta algunas inconsistencias. El ex alcalde aseguró que su carro Mercedes, modelo 86, fue traído de Nueva York. Sin embargo, en la licencia de importación que figura en el registro de diciembre del 87 en el Incómex, aparece el automóvil con modelo 1987 y, más grave aún, embarcado en Alemania y no en los Estados Unidos. Esto indicaría que Albán no tuvo el carro a su servicio durante su gestión diplomática, con lo que habría pasado por alto uno de los requisitos claves para su importación. Además, según expertos consultados por SEMANA, el valor de 28.320 dólares que aparece en los documentos es bastante bajo ya que un carro de esas características fácilmente puede alcanzar los 50 mil dólares en la fábrica.
La versión oficial, hasta el momento, es que el carro fue importado llenando todos los requisitos jurídicos. Que en el mes de enero, inmediatamente después de su nacionalización, fue entregado al negociante José Libos Saad, quien a su vez lo ofreció en demostración a un agente suyo en Medellín, que al parecer tenía un buen cliente. Dos meses después, el Mercedes apareció en la finca de Pablo Escobar.
Todo esto deja mal parado a Albán Holguín. Mientras que no se aclare la documentación existente, habría incurrido en irregularidades en la importación al haber subfacturado y al no haber llenado el requisito de utilizar el Mercedes en los Estados Unidos. Fuera de esto, aunque no se puede probar, parece que el carro fue vendido antes de que se cumpliera el plazo legal de 6 meses.
No existe lógica para que un particular permita que, sin su consentimiento, se disponga de un activo de por lo menos 60 millones de pesos, que puede fácilmente perder su valor en un accidente. Tampoco es lógico que alguien le preste un Mercedes a Pablo Escobar puesto que, si alguna ventaja tiene él sobre el resto de los colombianos es que puede pagar, uno sobre otro, los 60 millones de pesos. Más probable es que Albán haya entregado el carro en consignación al señor José Libos y éste, o un intermediario suyo, a su turno lo haya vendido antes de que se llenara el plazo legal, a una de las pocas personas que podía pagarlo. Sin embargo, como el traspaso en documento no se ha hecho, técnicamente existe una violación de la ley en cuanto a la importación, pero no en cuanto a la venta.
Pero lo más grave del caso Albán, no es tanto la violación de una u otra norma, sino la demostración de una falta de criterio político monumental.
Para comenzar, lo que él hizo es lo que todo el mundo hacía antes del caso Arias pero nadie después, ya que lo que era un pecado venial aceptado como parte de las reglas del juego, dejó de serlo a partir de ese momento. Y más grave aún, es que sus afirmaciones parecen ir en contra del contenido de los documentos, lo cual es políticamente más dañino que simplemente haber reconocido negligencia en la importación y venta del carro.--