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El ‘mico’ de la discordia

¿Panacea contra los cultivos ilícitos? ¿Arma biológica capaz de devastar la biodiversidad? La posibilidad de usar un hongo contra la coca crea controversia

7 de agosto de 2000

El Plan Colombia no le apareció un mico sino un hongo que tiene con los pelos de punta a los ambientalistas. Un mico en todo el sentido de la palabra si se tiene en cuenta que la micología es la ciencia que estudia los hongos.

En el documento definitivo del Plan Colombia, que se dio a conocer el pasado 29 de junio, hay un capítulo dedicado a las condiciones que le pone el gobierno de Estados Unidos a Colombia para desembolsar la ayuda. En uno de sus apartes el documento manifiesta que el gobierno colombiano ha aceptado desarrollar una estrategia para eliminar toda su producción de coca y amapola de aquí al año 2005 a través de una combinación de programas alternativos, tales como erradicación manual, fumigación aérea con herbicidas químicos, y “micoherbicidas probados y ambientalmente seguros”.

De acuerdo con varias informaciones publicadas en Estados Unidos el gobierno colombiano ya habría acordado la utilización de este microorganismo. Sin embargo el ministro del Medio Ambiente, Juan Mayr, en una carta que le envió a Joseph Lelyveld, editor del diario The New York Times, fue enfático al afirmar que, “luego de consultas con expertos colombianos en el tema, no acepto la propuesta por considerar que cualquier agente externo a los ecosistemas nativos de nuestro país podría presentar graves riesgos al medio ambiente y a la salud humana”.

El culpable de toda esta controversia es el Fusarium oxysporum, un hongo que crece naturalmente en las plantas de coca y que podría ser menos nocivo que los pesticidas que se utilizan actualmente en las fumigaciones. Hasta allí todos están de acuerdo. Lo que no parece estar tan claro es que este hongo sea “ambientalmente seguro” y que ya haya sido probado lo suficiente como para promover su uso en Colombia.

Este hongo hizo su aparición en sociedad en la década de los 70 cuando Coca-Cola intentó establecer en Hawai una plantación de coca que este hongo arrasó completamente, con lo que echó a perder las intenciones de la empresa de adquirir coca por fuera de la región andina. Sin embargo el descubrimiento entusiasmó a los expertos en la lucha contra las drogas de Washington, quienes invirtieron varios millones de dólares en el desarrollo de esta nueva arma biológica.

Quienes defienden su uso aseguran que esta es una herramienta maravillosa para erradicar los cultivos de coca de la faz de la Tierra y que experimentos realizados en invernaderos demuestran que no ataca a otras plantas y que no es capaz de mutar.

Otra cosa muy distinta opinan los enemigos del Fusarium oxysporum, algunos de los cuales lo han denominado el “agente verde”, en una clara referencia al agente naranja, defoliante utilizado durante la guerra de Vietnam que sembró de horror y muerte los campos de aquel país.

Este hongo ya fue prohibido en el estado de Florida en la lucha contra plantaciones de marihuana porque puede mutar y atacar otras plantas. Y, como se pregunta el senador colombiano Rafael Orduz, “si es malo para ellos, ¿por qué va a ser bueno para nosotros?”.

Según una nota editorial publicada por The Michigan Daily el pasado 15 de mayo, “en un ecosistema frágil y una economía basada más que todo en la agricultura rural, el uso del oxysporum puede resultar devastador para la estabilidad a largo plazo de los ecosistemas y la economía campesina de Colombia”.

El diario británico The Observer fue más allá en sus apreciaciones y denunció en su edición del domingo 2 de julio que el hongo en cuestión es la base de varias de las armas químicas que se han desarrollado en Estados Unidos, la antigua URSS, Gran Bretaña, Israel, Francia e Irak. En esa misma nota citaron al micotoxicólogo Jeremy Bigwood, quien manifestó que el uso de este hongo en Colombia podría dañar cultivos diferentes a los de coca y desarrollar mutaciones que podrían afectar de manera letal a personas con deficiencias en su sistema inmunológico.

El debate apenas comienza. Pero al haberlo incluido en la ayuda al Plan Colombia los amigos del hongo ya ganaron un round.