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Liliana Rendón | Foto: @LilianaDeFrente

ELECCIONES

¿La U avalará Liliana Rendón?

Ese sería uno de los escenarios que le quedan para aspirar a la Gobernación de Antioquia, tras el 'portazo' del Centro Democrático.

24 de julio de 2015

Liliana Rendón se quedó sola, literalmente. La soledad es la atmósfera que se respira dentro de sus toldas, luego de que el Centro Democrático hiciera oficial que no consideraría su nombre para que fuera la candidata a la Gobernación de Antioquia.
 
En las últimas ruedas de prensa que Rendón concedió para vaticinar demandas y posteriormente para anunciar su renuncia al partido de Uribe, no se aparecieron los congresistas que supuestamente la apoyaban. Ni Regina Zuluaga ni Óscar Darío Pérez se pasaron por la sede de campaña. Tampoco estuvo Esteban Ramos, hijo de Luis Alfredo Ramos, uno de los últimos escuderos de Rendón.
 
El mayor enemigo ahora de esta política antioqueña que ha tenido como mentor a Luis Alfredo Ramos, es el tiempo. Personas cercanas a ella dicen que hay por lo menos tres escenarios posibles a futuro. El primero es que el Partido de la U, a último momento, avale su candidatura, puerta que el senador Roy Barreras, a quien le gustan los votos, no ha cerrado.
 
Dicha opción, a la que se le agotan los minutos, daría pie al segundo escenario: la unión con Luis Pérez, candidato de la unidad nacional. Pérez y Rendón ya se han parado en el pasado sobre una tarima. Ambos unieron fuerzas hace tres años en torno a Álvaro Vásquez, quien perdió ante Sergio Fajardo en las pasadas elecciones a la Gobernación.
 
Y así no sea avalada por La U, que Rendón termine en las filas de Pérez sería, además, una doble sacada de espina, tanto con el CD, como con Fajardo. Algunos seguidores de Liliana han planteado la opción de un aval del movimiento cristiano Mira, posibilidad absolutamente descartada. Para que eso fuese posible, Rendón hubiera necesitado como mínimo cuatro años de militancia en el partido. Son las reglas internas.
 
La tercera vía para Rendón (y así lo ha contemplado) es armar un rancho aparte. Dentro de sus aspiraciones está formar un movimiento político llamado  “lilianistas pura sangre”, de corte conservador, que pueda consolidarse a mediano o largo plazo. Esta posibilidad, sin embargo, dependerá de qué tanto del capital político sea propio, qué tanto es heredado de Ramos y cuántos de sus seguidores se fueron, con Uribe, cuando decidió dar la espalada.