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El intento de asonada del grupo de personas se presentó tras un desalojo pacífico de personas que habían invadido un terreno en el barrio Camilo Torres, a la entrada del municipio. | Foto: Alcaldía Magangue

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El polvorín en la tierra de ‘La Gata’

Un grupo de encapuchados intentó tomarse la Alcaldía de Magangué, el pueblo que por años ha sido dominado por Enilce López.

23 de junio de 2014

El domingo pasado los habitantes de Magangué, Bolívar, epicentro de actividades de la empresaria Enilce López Romero, vivieron uno de los días más tensos en los últimos años. Un grupo de 30 vándalos armados de palos, machetes y con antorchas, intentó tomarse las instalaciones de la Alcaldía y la casa del alcalde, Marcelo Torres Benavides, quien pudo salir protegido por sus escoltas y miembros de la fuerza pública que lo llevaron hacia las instalaciones del Batallón de Infantería Marina, donde hacia la media noche se realizó un improvisado consejo de seguridad.

El intento de asonada del grupo de personas se presentó tras un desalojo pacífico de personas que habían invadido un terreno en el barrio Camilo Torres, a la entrada del municipio. Pero mientras se producía el desalojo, el grupo de personas que más tarde desataría los actos vandálicos intentaba provocar a los miembros del ESMAD que vigilaban el desalojo del lote.

Poco después de que las personas desocuparon el terreno se habrían presentado los desmanes, que se exacerbaron con la muerte de Richard Meza Acosta, de 35 años, quien –según algunas fuentes- habría sido degollado y llevado sin vida al hospital La Misericordia. Tras confirmarse la muerte de esta persona, los vándalos quisieron atribuirles el hecho a los miembros del ESMAD, versión que ha sido desmentida por el comando de Policía de Magangué y el propio alcalde. Ambos coinciden en afirmar que el desalojo fue pacífico, que los desmanes ocurrieron fuera de la invasión y que no hubo confrontación con la fuerza pública.

En diálogo con Semana.com, el alcalde de este municipio a orillas del río Magdalena, con más 150.000 habitantes, manifestó que lo que ha ocurrido es que con motivo de la detención de los familiares y empleados de las empresas de apuestas que operan en Bolívar, Sucre, Atlántico y Magdalena, han sido invadidos 16 inmuebles en Magangué, unos públicos y otros privados, lo cual ha provocado un ambiente muy tenso. Esos capturados están asociados a la empresaria Enilce López.

El alcalde manifestó que ante la invasión, su administración inició un proceso de diálogo con los líderes para buscar que desalojen los predios y el municipio. En la alcaldía reconocen la situación de necesidad de viviendas que tienen estas personas y se comprometen a gestionar ante el gobierno nacional las viviendas que sean necesarias. Sin embargo, les explican a los invasores que el municipio no tiene la capacidad financiera para resolver el déficit habitacional, pues el 97 %  de sus recursos provienen del sistema general de participación y tienen destinación específica, especialmente para educación y salud.

Adicional a ello, Magangué se encuentra en Ley 550, pues las administraciones anteriores endeudaron al municipio. La administración ha hecho un acuerdo de reestructuración de pasivos con acreedores a los que debe más de 38.000 millones de pesos.

Vale decir que el ambiente tenso también está relacionado con el proceso de ocupación por parte de la Fiscalía de los bienes de propiedad de la Enilce López Romero. Se trata de hoteles, oficinas, residencias, fincas y otros bienes que fueron ocupados por terceros en calidad de arrendatarios.

En su diálogo con Semana.com, el alcalde Marcelo Torres manifestó que su administración inició un censo de las personas que se encuentran ocupando los predios, entre los que se encuentran el antiguo Club de Loteros, el Centro Administrativo Municipal -edificación a donde se debe trasladar la administración pero se encuentra sin terminar y sin dotación-, el antiguo Idema, la antigua Subestación de Policía San Martín, el Coliseo de Ferias y la calle José Antonio Galán, e intentará seguir dialogando con los invasores para que desalojen de manera pacífica.

Anoche, ante la gravedad de los hechos, la Policía estableció retenes, realizaron registros a personas en las calles y adelantaron intervenciones e investigaciones en puntos críticos y han logrado mantener controlada la situación. Pero la preocupación de los habitantes del municipio llegó a las redes sociales y están pidiendo un incremento del número de policías y de fuerza pública para evitar mayores desmanes en las próximas horas, pues el desafío de los encapuchados que anoche andaban por las calles con machetes, palos y antorchas, se podría repetir y generar una situación que nadie quiere que se repita.