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EL QUE ES CABALLERO...

Documento de Pastrana y Betancur sobre la no reelección alborota el avispero.

9 de enero de 1989

Cuando un ex presidente habla o produce un documento, el país suele escucharlo. Pero cuando dos de ellos se reúnen para emitir una declaración, lo menos que se espera es una "bomba". Esto fue lo que sucedió la semana pasada, cuando los ex presidentes social-conservadores Misael Pastrana Borrero y Belisario Betancur dieron a conocer una declaración en la que se pronunciaban sobre la reelección presidencial,un punto especialmente sensible en un país como Colombia, donde, a pesar de los intentos reeleccionistas de algunos ex presidentes, salvo Alfonso López Pumarejo, ninguno lo ha logrado en este siglo.
La primera sorpresa de esta historia se había dado 15 días antes, durante el debate de la reforma constitucional en el Congreso, cuando en forma inesperada quedó aprobada la prohibición de la reelección presidencial a partir de 1990. Antes, se había estado gestando la idea de prohibirla, pero sin darle carácter retroactivo a la medida. Es decir, hacerlo a partir de 1994 para que los actuales ex presidentes no quedaran vetados. Una iniciativa sorpresiva de Santofimio introdujo la modificación a última hora. Algunos, encabezados por Durán Dussán, trataron de trancarla argumentando que "por cortesía" con los ex presidentes no tendría buena presentación sacarlos del ring sin consultarlos. El senador conservador Guillermo Angulo Gómez, en una salida original y efectista, neutralizó esta teoria con el argumento de que el Congreso colombiano no podía legislar "por cortesía".
La primera curiosidad de la gente fue la de qué irían a decir los directamente afectados con la medida, no tanto por la medida en sí, sino por la modalidad de su aprobación que dejó la sensación de "manoseo" con los ex presidentes. Sin embargo, pasaron los días y ninguno dijo "esta boca es mía". Y esto tenía su explicación, pues posiblemente ninguno quería hacerlo para no correr el riesgo de que le dijeran que estaba pelando el cobre y que, a pesar de las negativas, en el fondo sí soñaba con la posibilidad de volver al solio de Bolivar.
Por eso, la segunda sorpresa se dio porque no sólo uno, sino los dos ex presidentes conservadores resolvieron meter basa en el tema. En un documento de once párrafos, Pastrana y Betancur se lanzaban al ruedo y, tras un análisis de antecedentes históricos del tema en Colombia y otros países del mundo, proponían, así no más, que el debate se extendiera a la prohibición de la reelección de todos los cargos de designación popular o por intermedio del Congreso y otras corporaciones: desde los parlamentarios hasta los miembros de las juntas directivas de las empresas de servicios, pasando por los alcaldes, el Contralor, los concejales y diputados y, como si fuera poco, los magistrados de la Colte Suprema y el Consejo de Estado.
A las pocas horas de conocido el documento, las reacciones de distintos sectores le echaron más leña al fuego. Uno de los primeros en poner el dedo en la llaga fue el senador Hernando Durán Dussán. A pesar de su posición inicial, Durán, considerado ya como precandidato, no perdió la oportunidad de enrostrarle a los ex mandatarios conservadores que es evidente que a ellos no les gusta la no reelección. Y que, precisamente por eso, plantean un debate que incluye la extensión de la prohibición a tantos cargos que "la condición que han puesto es una de esas que se llaman condiciones imposibles, porque naturalmente no es dado pensar que los senadores y representantes vayan a establecer una prohibición constitucional absoluta para ellos mismos y para cualquier funcionario ". Mejor librados salieron los ex presidentes con las declaraciones del único pre candidato conservador que ya se lanzó de lleno a la campaña: el senador Gabriel Melo Guevara."No soy partídario -dijo Melo- de prohibir la reelección presidencial porque en una democracia abierta, no es lógico establecer unas talanqueras artificiales para que unas personas que ya le han prestado servicios al país, no puedan ser escogidas de nuevo para la jefatura del Estado".
Estas dos reacciones fueron apenas el abrebocas de un debate que promete durar mucho y levantar polvareda sobre todo si se tiene en cuenta que en la segunda vuelta legislativa que debe dar el proyecto de reforma el próximo año, el asunto volverá -al lado de muchos otros que la celeridad del debate en primera vuelta, no permitió discutir a fondo- a ser puesto sobre el tapete. Para nadie es un secreto que el ascendiente de los dos ex mandatarios conservadores, en especial de Pastrana, sobre su partido, puede hacer que la bancada azul tenga que oponerse a la validación del articulo sobre la no reelección en las sesiones legislativas del próximo año.
Pero más allá de este punto, al final de la semana los observadores políticos comentaban otro lado del asunto que tiene que ver más bien con la forma y no con el fondo del documento de Pastrana y Betancur. Para muchos, la argumentación de los ex mandatarios estaba muy por debajo del nivel que de ellos se puede esperar."Poner condiciones imposibles como la de que si nos prohiben la reelección a nosotros los ex presidentes que se la prohiban a los los demás, es una actitud casi infantil", comentó a SEMANA un dirigente liberal de la Costa.
Lo que es evidente en la carta de Pastrana y Betancur, no es tanto que los ex mandatarios aspiran a repetir como que no se piensan dejar "brincar". El argumento de que en materia de reelección "todos en la cama o todos en el suelo" es absurdo y no corresponde a la altura de dos ex presidentes. Probablemente ellos saben que se trata de una condición imposible y lo que querían en el fondo era dejar sentada una protesta.
Los ex presidentes colombianos tienen una cosa muy curiosa: son absolutamente incoherentes en sus posiciones. A Carlos Lleras Restrepo, por ejemplo, la reelección le pareció válida en las dos ocasiones en que la buscó, pero se opuso cuando lo hizo un tercero. López Michelsen presentó un proyecto prohibiendo la reelección sin carácter retroactivo para los ex presidentes vivos. En otras palabras, a partir de él quedaba prohibido regresar al palacio, pero la propuesta excluía a quienes lo habían antecedido, incluyendo al propio Lleras que en esa época era precandidato. Las fuerzas lleristas hundieron el proyecto, pues se consideró que sería difícil justificar una reelección si se había aplazado el principio de que ésta era inconveniente. Después de haber fracasado en su intento de prohibirse a sí mismo la reelección, el mismo López se sumó a los "ganadores" y acabó de candidato liberal en 1982.
Por todos estos antecedentes, las negativas de los ex presidentes no gozan de total credibilidad, sobre todo con cartas como la de Pastrana y Betancur. Turbay ha sido más discreto, pero ya no aclara en forma incesante -como antes- que bajo ninguna circunstancia será candidato en 1 990. La realidad es que los ex presidentes colombianos, por lo general, aunque no aspiran a la reelección, no les molesta que les ofrezcan la candidatura, así sea para declinarla. En esto les pasa lo mismo que a ciertas damas que, aunque pretenden conservar su honor, no les molesta que venga un caballero a requerir de sus favores. Y, al igual que esas damas, a veces acaban cediendo ante la persistencia del interesado. Por esto, no obstante todo el debate actual, no es imposible que haya uno, o inclusive dos ex presidentes, como candidatos en 1990.