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| Foto: Tomadas de Twitter @AngieRamirezM1

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El reclamo de la joven que fue detenida y esposada en un Carulla acusada de robar maquillaje

Angie Ramírez fue esposada y conducida hasta una URI de la Fiscalía después de haber sido señalada por los guardias de seguridad del supermercado de hurtar unos polvos compactos. Este es su relato.

24 de julio de 2019

La historia de Angie Ramírez se hizo viral en las redes sociales luego de hacer un contundente reclamo en contra de Carulla. La joven se quejó a través de su cuenta de Twitter por cómo terminó esposada y trasladada hasta una Unidad de Reacción Inmediata (URI) después de ser acusada de intentar robar un producto de maquillaje en un local de la cadena de supermercados. 

La mujer señaló a la empresa de haberla acusado de un robo sin tener ninguna prueba en contra de ella. Según la historia que contó en esa plataforma, su detención ocurrió en el Carulla de la calle 63 en Bogotá, donde estaba comprando un polvo compacto que le había recomendado una prima.

"¿Quién le dice a todos los que me vieron salir esposada que se trató de un error? ¿Por qué no vieron el video cuando les pedí? ¿A quiénes más les han hecho pasar esta injusticia?"

Estando allí, dijo ella, se dirigió hasta el stand y decidió comparar el producto con uno de la misma marca que ella había comprado días antes. "Saqué el mío que había comprado días antes de la cartera para compararlo. Al ver que era el mismo, lo guardé y fuimos a la caja", escribió en Twitter.

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De acuerdo con su relato, cancelaron el producto nuevo y cuando salían de la tienda un guardia de seguridad las detuvo y las llevó directamente a una bodega del supermercado. Estando allí las requisaron. "Al encontrar el polvo mío, un polvo usado cabe recalcar, el comportamiento de los guardias se tornó más hostil y no querían escucharnos, ni siquiera al mostrarles la factura y explicarles lo sucedido", contó.

A raiz de la polémica, Yeison González, el celador que estuvo presente en ese momento también entregó su versión de la historia. "Estaba revisando las cámaras de seguridad como lo hago todos los días. De repente, vi una actitud muy sospechosa en una mujer que estaba en uno de los pasillos. Ella miraba para todos los lados y después metió algo a su bolso", le dijo a El Tiempo. Agregó que su supervisor también había visto el video, pues él le había pedido que verificara si la mujer quizás se estaba robando algo. 

Según la joven, las dos intentaron aclarar el malentendido pero la respuesta de los encargados de la seguridad del supermerdado fue acusarlas de haberse robado los productos. "Nos amenazaron con llamar a la Policía, nosotras accedimos y les pedimos que por favor revisaran los videos. Dijeron haberlos revisado ya, así que procedieron a llamar a las autoridades", explicó.

De acuerdo con Angie, ellas esperaban que con la presencia de la Policía se pudiera aclarar lo que ella considera un error, pero lo que ocurrió fue lo contrario. "El policía ni siquiera se dedicó a escuchar mi versión. Me leyó los derechos, procedió esposándome, me llevó a la patrulla, nos llevaron a un CAI. Simplemente me llevaron a la patrulla, luego a un CAI y de allí a la URI", dijo.

La prima de Angie habría intentado hablar con la gerencia de Carulla, pero el encargado, según ella, solo les dijo que apoyaba la versión del guardia. La joven relató los momentos de angustia que vivió desde que fue arrestada hasta que recibió una llamada de la abogada de Carulla quien supuestamente se disculpó en nombre de la empresa y le informó que retirarían los cargos tras haber visto los videos. Sin embargo, para ella las disculpas no son suficientes.

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"¿Quién le dice a todos los que me vieron salir esposada que se trató de un error? ¿Por qué no vieron el video cuando les pedí? ¿A quiénes más les han hecho pasar esta injusticia?", concluyó. 

Este miércoles, Carulla emitió un comunicado en que daba respuesta a lo sucedido:  “Claramente estamos ante un hecho que obedece a un error; el cual lamentamos. Situaciones como estas no corresponden a la experiencia que queremos ofrecerles a nuestros clientes".

Líneas más adelante agrega: "Constantemente estamos tomando medidas para siempre dar el servicio que nos caracteriza, a partir de los aprendizajes de situaciones como estas. Hemos contactado a la clienta para expresarle nuestras más sinceras disculpas por este hecho que nunca debió suceder”. El vigilante asegura que siente que "en ningún momento hice algo malo, solo cumplí con mi trabajo".