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EL REY CARIBE

EL PODER ABSOLUTO QUE GANO EN LAS URNAS EL PRESIDENTE HUGO CHAVEZ <BR>GENERA UN CLIMA DE ILUSION EN VENEZUELA Y DE INCERTIDUMBRE EN EL RESTO DEL <BR>CONTINENTE

30 de agosto de 1999

EL poder absoluto que ganó en las urnas el presidente Hugo Chávez genera un clima de
ilusión en Venezuela y de incertidumbre en el resto del continente.
El espectáculo es impresionante. En el fondo de la plaza Caracas, enmarcado por las torres Simón
Bolívar y con un busto del Libertador cuidándole la espalda, el presidente Hugo Chávez se dirige a la
multitud desde lo alto de un estrado iluminado. El lugar está enmarcado por viejos edificios que alguna
vez fueron el símbolo ultra-modernista de la Caracas de la bonanza petrolera y su imponencia
descascarada le da a la escena un aspecto de futurismo gótico. Pero no se trata, como pudiera
pensarse, de la celebración de su victoria en las elecciones para la Asamblea Nacional Constituyente
ni de otra ocasión de carácter político. Lo que se celebra es el cumpleaños del caudillo.Treinta o 40.000
personas se han reunido 'espontáneamente', pero la puesta en escena parece contradecir la versión
oficial de que los asistentes hicieron una colecta. Enormes cartelones como telón de fondo ("Feliz
cumpleaños, presidente. Tu pueblo"), televisión a todos los rincones de Venezuela, un sistema de
sonido atronador, reflectores y cohetes, todo ello testimonia que en Venezuela lo espontáneo parece
estar en camino de desaparecer. Porque ahora, con el coronel Chávez como un líder absoluto que está
en proceso de militarizar todos los aspectos de la vida nacional, todo pretende funcionar con la
planificación, la eficiencia y la puntualidad que se aprende en los cuarteles.
Ese jueves, hablando como casi siempre ante un conglomerado de gente humilde, Chávez volvió a
contar sobre sus orígenes cuando en Sabaneta, en Barinas, vendía 'arañas' (dulces) de papaya para
poder comprar "los pantalones cortos, los lapicitos" con qué ir a la escuela. De cuando escuchaba las
historias que le contaba su abuela sobre el general 'Maisanta', su mítico tatarabuelo, que un día se fue
con Ezequiel Zamora, un luchador del siglo pasado, "a pelear con los oligarcas", así como él con los
políticos corruptos. De pronto, al mencionarlos, como tocado por un acceso de furia, su tono cambió.
Los políticos están liquidados, "que lo sepan de una vez por todas", dijo Chávez mientras la
muchedumbre rugía. Una manifestación como esa revela hasta qué punto el mandatario ha
personalizado el gobierno. Por todo Caracas se vende un librito titulado El oráculo del guerrero, una de
cuyas máximas citó el presidente al celebrar el triunfo. Los caraqueños lo compran para dilucidar qué
hay en la cabeza del caudillo (ver recuadro). Chávez dice que sus ideales son los del Libertador. Pero el
actual presidente ya alcanzó lo que Bolívar nunca tuvo: un poder casi absoluto para reescribir la
Constitución de su país a su antojo. Y en el país no se habla de otra cosa. No es posible en Caracas
tomarse un café o viajar en el metro sin que las conversaciones que se escuchan no se refieran a la
Constituyente. Hasta la semana pasada la cuestión era si la Asamblea sería 'originaria', esto es, si
podría disolver los poderes establecidos. Pero tanta discusión quedó resuelta de tajo cuando el Consejo
Presidencial Constitucional (Coco), junto con la agenda temática y las "bases programáticas" del
proyecto de Carta, decidió afirmativamente la cuestión. Ante ese concepto los congresistas aceptaron
irse de vacaciones en un cierre técnico del Congreso. Semejante estampida es un eco de lo que parece
ser la muerte de los partidos tradicionales, el socialcristiano Copei y el socialdemócrata Acción
Democrática (AD). De las dos colectividades sólo AD obtuvo un solitario puesto en la Asamblea. Hoy
los dirigentes temen defender el orden constitucional, por no quedar como defensores de la corrupción
y la ineficiencia y perder toda posibilidad de resurrección política. Semejante cheque en blanco fue
girado por el 93 por ciento de los votos del 25 de julio a favor de los candidatos 'chavistas' a la
Asamblea, una mayoría tan insólita que para algunos en Venezuela resulta sospechosa. Pero el único
que sabe qué va a pasar con la Constitución es el propio presidente. Nunca ha ocultado su intención de
que se autorice la reelección para quedarse 14 años en el poder, o el nombramiento de contralor y
procurador por parte del presidente, el voto para los militares, o la creación de un nuevo 'poder moral', el
mismo que Bolívar desechó por subjetivo e irrealizable. Tras conseguir un resultado a su medida
Chávez no tuvo reparo en decir que el futuro está en manos de "la soberanísima", a tiempo que les
ordenaba, como a niños de colegio, trabajar día y noche durante tres meses, la mitad del plazo legal,
para producir la Constitución.Como si eso fuera poco, la mayoría oficialista está integrada por dos
clases de miembros. La primera, conformada por la primera dama, varios de los ministros (renunciados
apresuradamente) y 17 militares, de quienes por definición no se espera mayor disidencia. Y la
segunda, integrada por personas desconocidas y con ninguna o muy poca experiencia en temas
constitucionales. Para nadie es un secreto que el único que hizo campaña fue Chávez, incluso
enfrentándose al Consejo Nacional Electoral. Como dijo a SEMANA un analista venezolano, "nadie
habría votado por ellos si Chávez no hubiera hecho campaña, y ninguno se movió mucho para conseguir
sus votos". Además Chávez aprovechó la votación uninominal para evitar a la oposición. Por ejemplo, el
politólogo Carlos Raúl Hernández, a pesar de su medio millón de votos no logró clasificar.Los
asambleístas del chavismo, como Luis Miquelena, se han apresurado a afirmar que no existe
unanimidad entre ellos y que por lo tanto no habrá "borregos" que firmen sin discusión lo que les
presente el gobierno. Pero lo cierto es que, como dijo Hernández a SEMANA, "es muy poco probable
que se presente un autocontrol del poder total, centralizado, ahora que no hay resistencia".Chávez y el
exteriorDesaparecidas las fuerzas adversas el control en las relaciones internacionales se hace más
complicado. Y una de las consecuencias más inquietantes es que podría afectar las relaciones entre
Colombia y Venezuela, tal como ya se está viendo (ver siguiente artículo). Sobre el tema Hernández
sostiene que "pareciera que se está creando un eje Chávez-Castro-Marulanda. Es preocupante observar
que el gobierno venezolano prohibió el paso de los aviones de la DEA por su territorio. Por otro lado, la
guerrilla colombiana está viendo aquí un ejemplo digno de imitar y sus dirigentes siempre han admitido
que Chávez era su candidato. La declaración de Chávez de neutralidad le da beligerancia a la guerrilla,
así él diga lo contrario". Al fin y al cabo el bolivarianismo de Chávez es un concepto tan amplio que
casa con el supuesto bolivarianismo de las Farc. Hernández señala también que "hay una clara
disposición del gobierno venezolano de enrarecer las relaciones con las instituciones democráticas
colombianas, en casos como el transporte de carga en la frontera que han desplomado el comercio
bilateral". Todo ello parece de una mentalidad confrontacional propia del estamento militar.

El origen Chávez consiguió ese poder enorme cabalgando sobre el inconformismo de los venezolanos
con sus partidos políticos, que se perpetuaron en el Palacio de Miraflores desde que el Pacto de Punto
Fijo recuperara la institucionalidad democrática luego de la caída del dictador Marcos Pérez Jiménez en
1958. Esos partidos tuvieron el papel histórico de administrar la prosperidad proveniente de la bonanza
petrolera, cuando los venezolanos se acostumbraron a un estado paternalista que disponía de una
cantidad ilimitada de dinero que le permitía construir obras públicas y hasta proveer vivienda barata sin
que los ciudadanos tuvieran que pagar impuestos.
Entonces la corrupción era casi tolerada por que había tanto dinero que alcanzaba para todo. Pero la
bonanza desapareció a finales de los años 80 con la caída de los precios del petróleo, y los
venezolanos se vieron empobrecidos. El segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez rebosó la copa con
sus medidas de ajuste económico que produjeron el 'caracazo', una rebelión que dejó miles de
muertos. Fue entonces cuando Chávez surgió a la escena con un intento de golpe el 4 de febrero de
1992. Ante la televisión Chávez dijo que había fracasado "por ahora". Y en diciembre de 1998 resultó
elegido con la ventaja más grande de la historia democrática de Venezuela. Como dijo un experto
colombiano a SEMANA, "en realidad más que un accidente el surgimiento de Chávez es el regreso a
una tradición autoritarista de Venezuela. No hay que olvidar que en ese país los militares han jugado un
papel protagónico. No es sino repasar la lista de los dictadores, no sólo en el siglo pasado sino en
éste, para darse cuenta de que sólo a partir del Pacto de Punto Fijo se puede hablar de una
democracia fuerte". Eso es ratificado por Hernández, para quien "se está desbaratando la sociedad
democrática y el país está regresando al siglo XIX. Creo que con la Asamblea se perderán libertades
como la descentralización y la apertura. El suicidio del sistema venezolano comenzó con el golpe
contra Pérez en 1992 y su destitución en 1993. Y los partidos sirvieron de idiotas útiles con los
llamados 'notables' que propiciaron a Chávez, como Rafael Caldera, Ramón Escobar Salom y José V.
Rangel".
Para otros, los partidos se suicidaron al recurrir a la reelección, pues cuando Pérez fue destituido de su
segundo período su partido AD quedó desgarrado, lo mismo que pasó con la reelección de Rafael
Caldera, que subió tras separarse y dividir irremediablemente al Copei. Esa serie de errores históricos y
la férrea voluntad de Chávez llevó al surgimiento del régimen que ahora, con su Constituyente en
marcha y las manos libres por fin, tendrá que comenzar a demostrar que puede llenar las enormes
expectativas que tienen las capas más pobres de la población. Por fin podrá dedicarse a reactivar la
economía, a crear empleo y a combatir la corrupción, como tanto ha anunciado. Porque, como dice el
propio Chávez, "vendrán nuevas batallas". Batallas en las que estará de por medio el futuro de la
democracia venezolana. nUna voz en el desierto
SEMANA: ¿Cómo ve usted la situación planteada por la barrida de Chávez en las elecciones para
escoger a los miembros de la Asamblea Nacional Constituyente?
Manuel Caballero: Por supuesto, la victoria de Chávez es inobjetable pese a que jugó exclusivamente
con sus propias reglas del juego. No sólo porque irrespetó la ley del sufragio cuantas veces pudo, sino
porque personalizó la contienda e hizo que ésta se dirimiera en una votación nominal que no permite la
representación de las minorías. Una votación que le dio una ventaja irreal por cuanto sacó menos votos
de los que obtuvo en la elección presidencial. Sacando el 60 por ciento de los votos se adjudicó el 96
por ciento de la asamblea, lo cual es un falseamiento de la voluntad popular.
SEMANA: ¿Usted diría que Chávez está formando un régimen autoritario?
M.C.: Es autoritario y populista, muy parecido a Perón y Mussolini. A Chávez hay que llamarlo Chavón,
por el argentino. Ya incluso abrió el balcón del Palacio de Miraflores para hablar a la gente como lo
hacía aquél para vengar a sus 'descamisados' o como Mussolini para hablarle a sus scuadristti . En
segundo lugar, Chávez ya planteó una religión de Estado, la religión bolivariana, contra la cual cualquier
disidencia es una herejía. Por cierto, Chávez ya se comenzó a endiosar como hacen los tiranos. Su
egomanía se manifiesta en que cualquier crítica al presidente se ha convertido en una crítica a la patria
y hasta a Dios. Recuerde que Chávez dijo que al frente de Venezuela estaba una trinidad: "Dios, Bolívar
y yo".Y en tercer lugar el guerrerismo, la militarización de la vida venezolana, que lleva a la guerra
porque para eso están los militares. Yo creo que en cualquier momento comenzarán las provocaciones
en busca de un enemigo interno o externo.
SEMANA: ¿Y ese enemigo sería Colombia?
M.C.: Yo no creo que ello sea necesariamente así. En el pueblo venezolano existe menos
anticolombianismo del que uno creería, pero que sí puede existir en el ámbito militar. Y yo creo
personalmente que Chávez está entre los anticolombianistas.
SEMANA: Pero su popularidad es muy grande...
M.C.: Sí, eso no puede negarse. La inflación de su poder se nutre de su enorme popularidad. Pero no
hay que olvidar que ser popular no significa mayor cosa en cuanto a su conveniencia. No hay que
olvidar que Perón, Mussolini y hasta el propio Hitler tenían una popularidad cierta.
SEMANA: ¿Entonces de quién es la responsabilidad de la hegemonía de Chávez?
M.C.: Hay mucha culpa de las élites políticas que están hoy en día arrinconadas, carentes de
ascendiente popular. Por su ceguera frente al avance autoritario, por su sectarismo y su pequeñez
intelectual.Pero aparte esos dirigentes tienen metido en la cabeza que el pueblo siempre tiene la razón
y que por eso atacar a Chávez es atacar al pueblo. Pero eso es falso porque esta vez el pueblo se
equivocó. Chávez amenazó a todo el mundo al decir que sólo lo adversan los corruptos, lo cual querría
decir que son corruptos el 40 y pico que no votó y el 53 por ciento que se abstuvo. Pero ese argumento
no me afecta a mí, porque yo llevo 50 años oponiéndome a los corruptos.
SEMANA: ¿Y en qué queda la oposición?
M.C.: No hay quien haga oposición, pero es que ese no es el problema. Es que Chávez no concibe un
régimen democrático porque en su mentalidad no existe la idea de la disidencia. Lo que él quiere es la
unanimidad. Por eso el resultado de la escogencia de la Constituyente es ideal para él. Por cierto,
aquello da vergüenza. Ver quienes integran esa asamblea, conformada en buena parte por soldaditos
que lo único que saben hacer es decir sí mi comandante, no mi comandante. Y las calificaciones de
los civiles no son mejores. Uno de ellos puso en su curriculum "casado felizmente", otro "comerciante
informal". No es que haya nada de malo en ello, pero es que no es suficiente para redactar una
constitución.
SEMANA: Bueno, pero todo indica que Chávez ya tiene su propia Carta como en una especie de
cartabón...
M.C.: Eso es cierto, pero lo peor es que no ha discutido su redacción con nadie. Y son tres problemas
de su proyecto, que puede considerarse aprobado: primero, la militarización del país, con sus
características jerárquicas y autoritarias que en nada se parecen a la democracia. Segundo, que los
instrumentos de control del Estado serán designados directamente por el presidente, con lo cual se
elimina efectivamente cualquier posibilidad de control del poder. Y tercero, la reelección, que es
absolutamente insólita. Es la primera vez en la historia de Venezuela en que un presidente anuncia que
gobernará por un lapso mayor al de su período. Dijo 10 años. Y ya va en 14 y hay quienes proponen
que dure 20 años.
SEMANA: ¿Pero puede decirse que Chávez es de avanzada?
M.C.: Todo lo contrario. Yo pienso que desde 1830, cuando Venezuela se separó de Colombia, hasta
hoy, todos los gobiernos habían ido hacia adelante a través de la modernización del Estado, la
despersonalización del poder y la eliminación del lenguaje guerrerista que hizo que nuestra historia del
siglo XIX estuviera plagada de conflictos civiles. Este de Chávez es el primero que quiere volver un siglo
atrás. Yo sostengo que este gobierno es el más reaccionario que haya tenido nuestra historia
republicana. Algo más. Vamos hacia un retroceso institucional, político, económico y social. Venezuela
tuvo la aspiración de pasar del Tercer Mundo al primero de un solo trancazo, pero vamos a caer al
cuarto. Lo que vamos a ser es el hazmerreír, el Idi Amín de América
SEMANA: Sin embargo Chávez parece tener un discurso izquierdista y está apoyado por los
izquierdistas como el MAS...
M.C.: Todo lo contrario. Los izquierdistas de aquí renunciaron a sus ideas para ponerse a la cola de
Chávez. Este no tiene nada de izquierdista, sino de autoritarista al viejo estilo. Chávez no tiene nada
que no sea el chavismo. Arturo Uslar Pietri dice que el presidente no tiene proyecto alguno que no sea
el personal. Y hay que sacarse de la cabeza eso del izquierdismo de Chávez porque eso tiende a
crearle simpatía, como la del escritor mexicano Jorge Castañeda, quien hizo una lamentable
declaración pública. Chávez no es nada más que un representante atávico del personalismo.
SEMANA: Pero Fidel Castro lo apoya...
M.C.: Uno podría efectivamente comparar lo de Chávez con los fenómenos históricos de Cuba, China,
Irán y Libia. Yo he sido de izquierda y eso lo sabe todo el mundo en Venezuela. Pero creo que el apoyo
de Fidel revela su verdadero fondo ideológico de derecha como todos los dictadores absolutistas. Y
Chávez lo único que realmente admira de Fidel son sus 40 años en el poder.
SEMANA: ¿Y Libia?
M.C.: Hay un escritor, que es Alberto Ravelo, que produjo el libro El dilema del chavismo. El esculcó
las bases teóricas de Chávez desde los manifiestos iniciales del 82, se puso a buscar antecedentes y
encontró que eran casi una copia del famoso Libro verde de Muammar Gaddafi. Y si se mira bien, la
biografía de Gaddafi es muy parecida a la de Chávez. Hasta llegaron al poder con el mismo grado
militar. Y el régimen de Irán se le parec en cuanto es fundamentalista y guerrerista.
SEMANA: Y volviendo a lo de la lucha contra la corrupción, ¿qué garantía hay de que Chávez y los
militares la eliminen y no se contagien?
M.C.: Es que no sólo no hay garantías sino que ya están corruptos. La corrupción es inherente al poder
y para la prueba están las denuncias que se hacen en Barinas sobre los hermanos del propio Chávez.
Y acerca de los militares aquí hay tres ministros de Defensa enjuiciados por casos de corrupción. Y
algo más. Si a Carlos Andrés Pérez lo metieron a la cárcel por un traslado presupuestal hecho sin el
cumplimiento de los requisitos legales, Chávez ya habría cometido ese delito en el paso de los fondos
para su programa Bolívar 2000, que fue hecho sin decirle a nadie. Y lo peor es que cuando los militares
son corruptos, son unos corruptos armados que además se protegen detrás del esprit de corps.
SEMANA: ¿Y en materia económica ?
M.C.: Yo no soy especialista pero el otro día leí que habían entrado este año 208 millones de bolívares
de inversión extranjera, una suma ridícula. Es lo que llama Ricardo Haussmann la "huelga de los
inversionistas". Pero para hablar cosas concretas hay una cuenta que no sale: el otro día se anunciaron
500.000 millones de bolívares para crear 400.000 empleos. Primero, no se sabe de dónde van a salir
con el déficit fiscal y mientras el endeudamiento externo está cerrado. Y segundo, en qué cabeza cabe
que con un poco más de un millón de bolívares se va a crear un empleo. A no ser que sean empleos
temporales que sirvan para ambientar algún referéndum.

¿La nueva corrupción?
Ayer y hoy el presidente Hugo Chávez ha logrado triunfar con el discurso de la corrupción para liquidar
a los partidos tradicionales de Venezuela. Ha dividido el país entre los buenos y los corruptos mientras
envolvía su figura en el manto de la honestidad.Pero el diputado independiente Gonzalo Pérez
Hernández se preguntó esta semana en la despedida por el receso forzado del Congreso: "¿Dónde
están los casos denunciados por el gobierno de Chávez? Los parlamentarios no hemos recibido ni una
denuncia de las irregularidades administrativas del gobierno anterior ni del actual. Ha sido puro bla, bla.
La corrupción es una consigna electorera".
El contralor general, Eduardo Roche Lander, ha señalado que durante la anterior gestión de Caldera,
siendo el ex presidente un honesto a toda prueba, la corrupción aumentó más que en períodos pasados
y el sector más corrupto es el castrense. "Los grandes casos de corrupción y escándalos han estado
en el sector de las fuerzas armadas", dijo a SEMANA al mencionar los fraudes de la repotenciación de
las fragatas, los tanques AMX30 y el caso Samaná, en el cual el Estado perdió nueve millones de
dólares en un pago fantasma.Aun cuando se trata de un gobierno que está dando sus primeros pasos
la prensa local ya está reseñando algunas irregularidades que todavía no han sido desmentidas por el
jefe del Estado. Por ejemplo, la periodista Marianella Salazar, en su columna del diario El Mundo, cita
las denuncias del teniente coronel Jesús Fernando González Cazoria, publicadas en La Prensa, un
diario regional de Barinas.Su denuncia la titula 'Falcon Crest en Barinas', donde es gobernador Hugo de
los Reyes Chávez, padre del presidente. El caso es que los dos hermanos del mandatario, Argenis y
Nacho Chávez, habrían comprado una hacienda al empresario Omar Behrens a un precio irrisorio y a
cambio le habrían otorgado contratos de construcción de la gobernación de Barinas, estado natal del
comandante en jefe.
La Razón, un semanario de Caracas que apoyó la candidatura de Chávez pero que ahora lo critica
porque no mantuvo la línea dura y radical del proyecto original de las dos rebeliones militares de 1992,
también lleva la cuenta de la corrupción actual. En su última edición acusa al entorno de Chávez de ser
"los nuevos corruptos". El ex coordinador de recursos humanos del Ministerio de Transporte y
Comunicaciones, el ex militar René Grillet Escalona, asegura que funcionarios disfrazados bajo la
bandera de los cambios se están enriqueciendo con el nuevo gobierno. Afirman que lo han amenazado
de muerte por denunciar la nueva corrupción.
Pérez se retira
Según las encuestas el ex presidente Carlos Andrés Pérez iba a arrasar en Táchira como candidato a
la Asamblea Nacional pero, curiosamente, no alcanzó la cifra de votos necesaria, por lo que pidió
investigar las máquinas electrónicas de votación "Fui derrotado pero no vencido", dijo en entrevista con
SEMANA. Reconoció el triunfo de Chávez y la muerte de la vieja y clásica política, incluida la suya,
pero "ahora es cuando el presidente Chávez se expondrá a la opinión pública y empezará su desgaste
porque ya no tiene excusas para gobernar ni enemigos a quien culpar. Desgraciadamente el discurso
de Chávez no da confianza porque no es un viraje a mayor democracia sino a un poder absoluto a la
dictadura".El ex mandatario, de 78 años, anunció a SEMANA que piensa retirarse de la escena política
como competidor para las futuras elecciones legislativas, previstas para diciembre de este año. Sin
embargo quiere ser "activo pero no protagonista" de un movimiento que aglutine los factores de la
democracia, para el cual prestará toda su experiencia y contribución a nuevos actores políticos como
Alberto Franceschi. En ese movimiento, todavía en gestación porque se encuentra a nivel de
conversaciones, "no hay cabida para los partidos tradicionales ni los viejos políticos como yo porque no
quiero ser su gran gurú ni el director de la orquesta".
Frases del comandante
Un libro de entrevistas, 'Habla el comandante', contiene frases que ayudan a dilucidar la orientación
ideológica del comandante. Pero eso no es fácil. Ejemplos:Nosotros, el Movimiento Bolivariano, yo,
Hugo Chávez, no soy marxista pero no soy antimarxista. Y cuando decía que la solución no está en el
marxismo, no estoy excluyendo al marxismoMe siento un revolucionario mucho más allá de lo
bolivariano. Lo bolivariano es un complemento nada más, me siento mucho más revolucionario. A la
Constituyente se debe llegar por la vía pacífica o por la violenta. Avanzamos hacia un Estado más
autoritario, represivo y de corte dictatorial. Eso es cierto. Creo que sería una de las alternativas del
Estado para tratar de detener esas fuerzas que están ahí en el escenario saliendo y haciéndose pasar.
Debemos tomar elementos del pensamiento universal y del actual, de la ciencia, del marxismo, del
capitalismo, del comunismo, de la experiencia del militarismo que va surgiendo como nuevo signo, hay
que alimentarse con todos esos elementos. Nuestro proyecto es revolucionario y alejado del
pragmatismo.
El breviario de Chávez
La esposa de Chávez le regaló este librito de máximas que Chávez suele citar y que ahora se vende por
miles en las calles de Caracas. Algunas de sus máximas: Un verdadero guerrero está siempre vigilante,
siempre alerta, al acecho. Debes mantener tus ojos bien abiertos para poder mirar a tu interior.Que tu
adversario vea que el universo entero está plantado ante él. Gruñe si es necesario. Aúlla como el lobo
de las montañas. Erízale la piel a tu enemigo. Intimídalo con la mirada fulgurante. El combate será
evitado. La vida será preservada. Retírate humildemente aunque hayas triunfado. Esa es la vida del
guerrero. Disgrega a tu adversario, atácalo mientras inspire. Avasállalo, no le des tiempo de reordenar
sus ejércitos. Cambia permanentemente tus estrategias. Ataca a lo alto y luego a lo bajo y después al
medio. Varia el ritmo de tus ataques.¿Pero qué significa vencer? Ganar la batalla con sólo hacer sentir
a tu adversario el poder del que eres continente, el poderío del universo. Es hacer de tu enemigo un
amigo.