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Participaron en el foro Enrique Peñalosa, alcalde mayor de Bogotá; Alejandro Santos Rubino, director de SEMANA, y Néstor Franco, director general de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca. | Foto: foto: león darío peláez - semana

FOROS SEMANA

El río Bogotá es responsabilidad de todos

El 27 de junio se realizó en Bogotá el foro ‘Renacer del río Bogotá: un esfuerzo de todos’. Las responsabilidades institucionales para recuperar este afluente son claves, así como la intervención de la ciudadanía para protegerlo y disfrutarlo.

13 de julio de 2019

Desde épocas inmemoriales, Bogotá creció de espaldas a su río. Como no nacía en una laguna, los chibchas no le dieron importancia ritual. El fundador Jiménez de Quesada, por estrategia militar, se ubicó en el centro histórico de la ciudad. Y ningún gobernante, desde entonces, decidió prestarle atención a este afluente, que nace en el páramo de Guacheneque y recorre 380 kilómetros antes de desembocar en el Magdalena.

Con la llegada de la modernidad, el río se fue convirtiendo en sinónimo de contaminación. Sus aguas negras y su olor así dejaban percibirlo. Hoy, sin embargo, la situación empieza a cambiar. La sentencia emitida por el Consejo de Estado, que obliga a varias entidades del orden nacional y local a tomar acciones para recuperar el afluente, empieza a dar resultados.

Las más evidentes son la construcción de las Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) de Salitre y Canoas, que empezarán a funcionar en 2021 y 2026, respectivamente. De hecho, el día antes del foro, el alcalde Enrique Peñalosa y el director de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), Néstor Franco, firmaron el convenio de cofinanciación para construir la PTAR Canoas, obra que tiene un costo aproximado de 4,5 billones de pesos y tendrá una gran importancia en el saneamiento de la cuenca.

A estas PTAR hay que sumarles la adecuación hidráulica de la cuenca media y el inicio de estos proyectos en la cuenca alta. En ese aspecto, Franco señaló que la CAR no solo trabaja en la PTAR Salitre, que tiene un valor superior a los 487 millones de dólares y un avance de ejecución superior al 70 por ciento. También quedarán en operación diez nuevos sistemas de tratamiento en igual número de municipios de la cuenca.

Nelly Yolanda Villamizar, magistrada del Tribunal Administrativo de Cundinamarca y autora de la sentencia, expresó que la providencia tiene éxito porque la construyeron sobre la realidad. “Debemos generar sentencias con participación de la comunidad. Nosotros conocimos el progreso del río y hoy quiero que lo pensemos hacia adelante, con una construcción que mire hacia él y no que le dé la espalda”, dijo la magistrada.

Ese es precisamente el objetivo del alcalde Peñalosa, para quien el río debería ser la columna vertebral de la ciudad futura. Con esto en mente, cobra sentido que la administración distrital haya aportado más del doble de lo que le correspondía, pues, de lo contrario, el proceso habría tardado una década más. “Una buena ciudad permite que sus ciudadanos tengan contacto con la naturaleza, y que las personas de mayores y menores ingresos se encuentren como iguales. Esto es algo que los ríos permiten”, añadió Peñalosa.

Pero la responsabilidad con el río no corresponde solo a las instituciones públicas. Hay un trabajo pendiente del sector privado y de la ciudadanía. En cuanto a los empresarios, el ministro de Ambiente, Ricardo Lozano, enfatizó que desde su dependencia están trabajando con las cámaras de comercio para capacitar a las empresas en nuevos modelos de negocio circulares, que incluyan el tratamiento y la reutilización de aguas y residuos sólidos.

Con los ciudadanos, el proceso de concientización es más complejo y de larga duración. En la sociedad civil hay iniciativas como la del Movimiento Ambientalista, que busca que la ciudadanía tenga una relación con el río más allá de ser el destino de sus residuos. Camilo Prieto, director de este proyecto, afirmó que el movimiento tiene la meta de plantar al menos 100.000 árboles alrededor de la cuenca. “No solo porque los árboles son importantes, sino porque creemos que también es empezar a plantar la esperanza y la conciencia ciudadana”, dijo Prieto.

La sentencia además tuvo en cuenta el tema de la conciencia ciudadana. Por eso, Eduardo Contreras, secretario de Ambiente de Cundinamarca, le pidió al Ministerio de Educación estar más atento a las exigencias judiciales, de manera que la formación académica logre que las nuevas generaciones tengan una conciencia del cuidado del río.

“Nosotros somos consumidores de bienes y servicios ambientales, y no somos conscientes de su perdurabilidad. Hoy, más allá de los incentivos económicos, la sociedad debe ver lo que proveen las áreas estratégicas”, aseveró el funcionario. Una afirmación muy alineada con lo que pidió el guardabosques del páramo de Guacheneque, Vidal González: “Necesitamos la conciencia de todos para lograr descontaminar el río, porque el dinero no es vida, pero el agua sí lo es”.