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El señor de la guerra

Quién es 'Martín Llanos', el comandante de las autodefensas del Casanare, que está en guerra contra otros paramilitares en el Oriente del país. SEMANA habló con él.

20 de octubre de 2003

La policia internacional -Interpol- tiene un mecanismo por medio del cual identifican a los delincuentes más buscados del mundo: la circular roja. Las personas que hacen parte de esta lista son consideradas como los criminales más peligrosos del planeta. Sus fotos, huellas dactilares, datos biográficos y reseña de sus crímenes son enviados a los 180 países miembros de la organización para ser buscados y arrestados por las autoridades de estas naciones. Su captura es considerada como una prioridad y son catalogados como altamente peligrosos.

Aparte de varios guerrilleros y algunos narcotraficantes colombianos, en la actualidad sólo tres jefes paramilitares son buscados por la Interpol por medio de circulares rojas: Carlos Castaño, Salvatore Mancuso y 'Martín Llanos'. Los dos primeros son tristemente conocidos por delitos que van desde el narcotráfico hasta masacres. Lo que resulta sorprendente es que junto a los nombres de los máximos líderes de las AUC aparezca en las listas de la Interpol el de 'Llanos', un hombre que para la mayoría es un desconocido y que dentro de las estructura del paramilitarismo nacional no es una de las figuras de mayor peso.

Las acciones de 'Llanos' durante los últimos tiempos , especialmente en el departamento de Casanare, son las que lo han sacado del anonimato y lo han puesto en la mira de las autoridades.

'Martín Llanos', su verdadero nombre es Héctor Germán Buitrago Parada, es hijo de uno de los más antiguos miembros de las autodefensas en el país, Héctor Buitrago. Hace 25 años este hombre creó las autodefensas del Casanare y durante décadas el movimiento paramilitar en esa región del país estuvo liderado por él. A mediados de la década de los 90 fue arrestado y estuvo en la cárcel acusado, entre otros delitos, de conformación de grupos paramilitares.

Cuando el patriarca, del que era conocido como el clan Buitrago, estuvo en la cárcel, su hijo mayor, Héctor Germán, asumió el mando de las Autodefensas del Casanare. Tenía tan sólo 30 años cuando quedó al frente de un ejército de 1.200 hombres. Hoy, con 35, es uno de los jefes paras más jóvenes del país.

Durante varios años su nombre sólo era conocido en las regiones del Casanare, en donde operaba, principalmente en los municipios de Monterrey, Villanueva y Aguazul. 'Llanos' comenzó a figurar con mayor frecuencia desde finales del año pasado, cuando empezó a divulgarse públicamente la guerra que se desató entre el bloque paramilitar que él lidera y los miembros del Bloque Centauros. Los dos grupos, que operan en los departamentos de Casanare, Meta y Vichada, están transados en una batalla por el dominio territorial que ha dejado decenas de muertos de cada lado.

La zonas de influencia que disputan las dos facciones son un botín conformado por extensos cultivos de coca, y los dividendos que arrojan las extorsiones a ganaderos, agricultores y comerciantes. Sin embargo, según las autoridades, una de las mayores fuentes de recursos de estos grupos está conformada por los porcentajes de las regalías petroleras que les obligan a pagar a los municipios de la región. "Por lo menos el 70 por ciento de esas extorsiones se atribuyen a las autodefensas, el 20 por ciento a la guerrilla y el 10 por ciento a la delincuencia", dijo a SEMANA uno de los oficiales del Grupo Gaula del Ejército en el Meta.

De acuerdo con los informes de inteligencia de la Policía la guerra que están librando los dos grupos los ha llevado a "modificar los planes armados vigentes de uno y otro bando, haciendo que en el departamento de Casanare se focalice un conflicto en forma similar a la guerra contrainsurgente desarrollada tradicionalmente por las autodefensas. A causa de la confrontación en mención, la población civil se ha visto afectada", afirma uno de los apartes del análisis de inteligencia conocido por SEMANA.

Si bien el Bloque Centauros domina, a sangre y fuego, gran parte del departamento del Meta, en donde las autoridades y la población han efectuado denuncias sobre extorsiones y abusos por parte de miembros de este grupo, la guerra entre los bloques paramilitares se siente más intensamente en los municipios de Villanueva, Monterrey y Aguazul, Yopal, Maní y Tauramena (Casanare), zona que está bajo influencia de las ACC de 'Martín Llanos'. "Desde hace muchos meses los de Centauros están tratando de incursionar en estos municipios y en su afán de defenderse la gente de 'Martín Llanos' comenzó a cometer muchos abusos", afirma uno de los lideres comunales de Yopal. "Antes a los ganaderos les cobraban una cuota de 7.800 pesos por cada res que tuvieran, ahora piden entre 15.000 y 20.000 pesos. A los arroceros antes les cobraban 5.000 pesos por hectáreas recogida y ahora les piden 25.000. Con los contratistas de obras pasa lo mismo, antes era el 10 por ciento del contrato y hoy es entre el 30 y el 50 por ciento.", concluye.

Como si lo anterior fuera poco, según la Policía de Casanare, como parte del conflicto entre los dos bandos paramilitares se está presentando una serie de homicidios selectivos, principalmente en Yopal, Villanueva y Aguazul. "Es la consecuencia de la aplicación de la estrategia que esos grupos ilegales denominan como 'eliminación de bases sociales de apoyo", afirma el informe de inteligencia policial. Una de las últimas víctimas de estas muertes selectivas fue el presidente del comité de ganaderos de Villanueva, José Néstor Caro, un reconocido ganadero que según las autoridades fue asesinado el pasado 4 de octubre por dos sicarios al servicio de 'Martín Llanos'.

La guerra que libran los dos grupos paras ha obligado a las autoridades a atacar a las dos facciones en contienda. Aunque permanentemente la Policía realiza capturas de milicianos de uno y otro bando, una de las acciones más contundentes ocurrió a comienzos de mayo de este año cuando el Ejército y la Fiscalía ocuparon la que fue durante muchos años una especie de 'zona de distensión' de 'Martín Llanos': un caserío llamado El Tropezón, en jurisdicción del municipio de Puerto López, a 158 kilómetros de Villavicencio. En el lugar las autoridades encontraron un campamento con pistas de entrenamiento, alojamientos y comedores. También había un laboratorio, en que se almacenaban elementos para el procesamiento de alcaloides. En la misma zona los oficiales hallaron a ocho personas secuestradas, dos de las cuales eran ganaderos que se habían negado a pagarles la 'vacuna' a los hombres de 'Llanos'.

Después de ese golpe las autoridades desmantelaron, a comienzos de julio, una 'agencia de empleo' que operaba clandestinamente en un barrio de Villavicencio, la cual se dedicada a reclutar a la fuerza hombres para las ACC. Según reveló uno de los reclutados que consiguió escapar y rindió testimonio ante el CTI, cuando alguien les decía que aceptaba la oferta, de inmediato era llevado a Puerto López, de donde lo conducían hasta El Tropezón. Una vez allí no podían desertar o eran fusilados.

Los golpes en contra de 'Martín Llanos' son tan sólo parte de la ofensiva de las autoridades para acabar con la batalla que se libra en el oriente del país. Acciones similares también se han ejercido en contra de los hombres del Bloque Centauros. La semana pasada miembros de la XVI Brigada del Ejército dieron de baja a 17 paramilitares de ese grupo en la vereda Punto Nuevo, jurisdicción del municipio de Orocué-Casanare. Según dijo uno de los oficiales de esa guarnición el objetivo es acabar con las estructuras de lo que llaman ellos los dos señores de la guerra de los Llanos.