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EL SEÑOR FISCAL

Entre Carlos Gustavo Arrieta y Juan Carlos Esguerra se define el cargo estrella del país.

8 de agosto de 1994

TENIENDO EN CUENTA QUE la Fiscalía se ha convertido prácticamente en el segundo cargo más importante del país, la designación del reemplazo de Gustavo de Greiff será una de las decisiones de más alcance para los próximos cuatro años.

La terna enviada por el presidente César Gaviria a la Corte Suprema fue el resultado de delicadas negociaciones entre éste y el presidente electo Ernesto Samper.

A principios de la semana pasada Samper, quien se encontraba en Europa, habló telefónicamente con Gaviria para discutir el asunto. Quedaron en que cada uno de ellos postularía un candidato propio, y que el tercero sería escogido de común acuerdo entre ambos. El actual Presidente propuso al ministro de Justicia, Andrés González. El presidente electo, por su parte, escogió al ex procurador Alfonso Gómez Méndez. Sin embargo, nunca se pusieron de acuerdo sobre el tercero.

El miércoles por la tarde, Samper llamó a Gaviria y le sugirió otro procedimiento. El le enviaría una lista de cinco nombres y de ahí el Presidente escogería la terna. Así se acordó, y la lista de Samper quedó conformada por Alfonso Gómez Méndez; el ex ministro Alfonso Valdivieso; el ex constituyente Juan Carlos Esguerra; Néstor Humberto Martínez, actual candidato al Ministerio de Justicia, y el procurador general de la Nación, Carlos Gustavo Arrieta.

El nombre de Andrés González había desaparecido por dos razones. Por un lado, se consideró que dado el nivel de su enfrentamiento personal con Gustavo de Greiff, sería un gesto desobligante con éste último proponerlo. Por otro, al incluir a Arrieta en la terna quedaba vacante la Procuraduría, cargo que también ha sido asociado con el Ministro de Justicia.

De estos nombres Gaviria escogió tres: Arrieta, Esguerra y Martínez. Cuando llamaron a éste a informarle su postulación, manifestó que prefería ser Ministro de Justicia como había sido anunciado. Ante esto, el Presidente escogió en su reemplazo a Alfonso Valdivieso.

De los tres nombres de la terna, dos son viables, los de Arrieta y Esguerra. El tercero, el de Valdivieso, tiene un contenido más bien simbólico. Como primo hermano de Luis Carlos Galán, y uno de sus más cercanos confidentes, se le quiso hacer un homenaje al movimiento y a la familia del asesinado líder, quien entregó su vida en la lucha contra el narcotráfico. Valdivieso ha sido Ministro de Educación, senador y embajador en Israel y es considerado un exponente del clásico galanismo. Sin embargo, es un hombre de un perfil bajo y sin el bagaje jurídico requerido por el cargo.

La Corte tendrá que decidir entonces entre Carlos Gustavo Arrieta y Juan Carlos Esguerra, dos candidatos que no podían tener perfiles más diferentes. Arrieta, cuyo origen es académico por su trayectoria como decano de derecho de la Universidad de los Andes, es además un experto en temas petroleros. Su gestión en la Procuraduría ha sido popular y ha manejado muy acertadamente los medios de comunicación.

Los conocedores le critican, sin embargo, una tendencia a tratar de quedar bien con todas las partes, lo cual es más factible en el ámbito de una Procuraduría que en el de una Fiscalía. Este es un cargo que la opinión pública asocia no con temperamentos transaccionales, sino con perfiles definidos como el de un Carlos Lemos, un Hugo Escobar Sierra o incluso un Gustavo de Greiff.

Arrieta tiene un elemento importante a su favor para las actuales circunstancias del país: sus excelentes relaciones con Estados Unidos. En la medida en que De Greiff demostraba una independencia desafiante frente al gobierno estadounidense, el Procurador tuvo que jugar el papel de mediador en este conflicto. Cuando explotó el escándalo de los narcocasetes también aclaró en forma eficaz delicados malentendidos alrededor de las campañas presideneiales y los dineros calientes. Esta gestión lo ha convertido en el candidato preferido de Estados Unidos para la Fiscalía con todas las ventajas y desventajas que esto entraña.

Juan Carlos Esguerra, por su parte, haría una Fiscalía más jurídica que de opinión. Hijo de un ex presidente de la Corte Suprema de Justicia, ex constituyente y decano de derecho de la Universidad Javeriana, es un abogado ampliamente respetado en círculos judiciales. Es un hombre de carácter, ajeno a la pantalla y con gran experiencia en tribunales de arbitramento. Su nombre, sin embargo, es relativamente desconocido para la opinión pública, que dada la importancia de este puesto podría esperar ver en él a alguien de mayor figuración. Por otro lado, él mismo ha planteado una posible inhabilidad por un parentesco remoto con el presidente electo. Esto último, no obstante, debe ser considerado más como una muestra de delicadeza personal que como una autoeliminación del cargo. La decisión final debe ser definida dentro de las inhabilidades consignadas por la ley, y punto.

De la selección que la Corte Suprema haga de estos dos hombres dependerá no tanto el futuro de una persona como el de una institución. Tal vez la frase de la semana al respecto la pronunció Alfonso Valdivieso, quien para describir el estado de esa dependencia al final de la gestión de De Greiff, manifestó: "Hay más Fiscal que Fiscalía".