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El terror a fondo

El volumen 'Terrorismo & Seguridad' presenta un panorama amplio y complejo sobre el fenómeno que hoy desvela al mundo y al país.

9 de febrero de 2003

Hasta mediados de 2001 la palabra terrorismo era un término casi de uso restringido a los informes secretos de las agencias de inteligencia de las grandes potencias, a los boletines de organismos policiales como Interpol o a los análisis estratégicos de think tanks como la Rand Corporation. También era un referente obligado para hablar del conflicto entre israelíes y palestinos o del que enfrenta a rusos y chechenos. Los atentados del 11 de septiembre de ese año contra Estados Unidos y los sucesos posteriores que estos hechos desencadenaron cambiaron esta situación. Después de los ataques de Osama Ben Laden, de las cartas con antrax, del lanzamiento de un rocket contra una aeronave civil israelí en Africa y de las bombas que mataron a varias docenas de turistas australianos en Indonesia, la palabra terrorismo está en boca de todo el mundo. Se ha vuelto parte del vocabulario corriente de gran parte de la población e incluso hay teóricos que afirman que es una nueva forma de guerra: la netwar.

Los colombianos no han sido ajenos a este fenómeno. El país ocupa el segundo lugar, junto con Pakistán y detrás de, Palestina, en la lista del Departamento de Estado de las naciones con mayor número de organizaciones terroristas. Además los ciudadanos sienten el tema como propio por cuenta de las cruentas tomas de pueblos con pipetas explosivas, las voladuras de oleoductos y los ataques de la guerrilla o las masacres de las autodefensas. Sin embargo, esta generalización del uso del término lo ha convertido también en un comodín que se usa a conveniencia de los intereses de quien habla o en una forma tan radical que no admite ningún tipo de discusión o debate sobre la materia. Para precisar conceptos y hacer claridad sobre lo que está ocurriendo, un grupo de siete investigadores y analistas se dio a la tarea de estudiar este fenómeno y la manera como un Estado democrático, sin traicionar su propia esencia y caer en el autoritarismo, debe enfrentar la amenaza que representa para la democracia. El resultado son siete trabajos que aparecen recopilados en el libro Terrorismo & Seguridad, editado bajo el auspicio de SEMANA y Planeta.

Cada autor presenta ángulos diferentes del tema de tal forma que la lectura completa de la obra ofrece un panorama amplio y complejo sobre este fenómeno de actualidad. El sociólogo Eduardo Pizarro, investigador visitante de la Universidad de Princeton, presenta las definiciones mundiales más recientes de terrorismo y a la luz de éstas examina el caso de los grupos armados ilegales colombianos. El jurista Reinaldo Botero escribe sobre la crisis de Estado y el camino para comenzar a salir de ella. El economista Juan Carlos Echeverry, decano de la facultad de economía de Los Andes, hace un balance sobre la forma como el Estado ha manejado la crisis económica que supone el mantenimiento por término indefinido de un conflicto armado como el colombiano. El colombianista Malcolm Deas, profesor de la Universidad de Oxford, expone la percepción internacional sobre la guerra en Colombia. Fernando Estrada, profesor de economía política en la Universidad Industrial de Santander, analiza las guerras que se avecinan en el mundo. El politólogo Román Ortiz, profesor de la Universidad Complutense, plantea estrategias para que el Estado mejore su política contrainsurgente. Y por último el escritor Plinio Apuleyo Mendoza narra sus experiencias en relación con estos asuntos. En conclusión esta obra brinda elementos de juicio que ayudan a entender el momento de cambio por el que está pasando el mundo, en general, y Colombia, en particular.