Home

Nación

Artículo

En la redacción de ‘El Tiempo’ cayó muy bien la designación de Roberto Pombo como director general

MEDIOS

El tiempo de Roberto

Los retos de Roberto Pombo, nuevo director de 'El Tiempo', no son fáciles.

25 de enero de 2009

Cuando el Grupo Planeta adquirió el 55 por ciento de la Casa Editorial El Tiempo en octubre de 2007, el nuevo socio mayoritario decidió mantener a los codirectores Enrique Santos Calderón y Rafael Santos Calderón. Era un reconocimiento de la amplia experiencia y el prestigio de esos dos periodistas y una señal a los lectores de que había continuidad. Igual ocurrió, por ejemplo, con Rubert Murdoch cuando compró el Wall Street Journal en esa misma época. Conservó por un tiempo el equipo directivo que había sido nombrado por los antiguos dueños, la familia Bancroft.

Esa transición en el área periodística de El Tiempo terminó el pasado lunes 19 de enero con el nombramiento de Roberto Pombo como director general y la designación de Enrique y Rafael Santos en altos cargos corporativos de la Casa Editorial. Enrique, actual presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa, volverá a escribir su columna 'Contraescape', la más leída e influyente en las décadas de los 80 y 90. Rafael, quien asumirá como director de publicaciones, también estará encargado de la política de responsabilidad social de la empresa, un campo en el cual ha sido pionero.

Roberto Pombo llega al cargo periodístico más prestigioso del país, después de una larga trayectoria en prensa, radio y televisión. Su designación, que había sido rumorada por varios meses, se debió a la confianza que genera tanto con la familia Santos como con los nuevos dueños mayoritarios. Roberto, quien está casado con Juanita, hermana de Rafael y prima de Enrique, ingresó por primera vez a El Tiempo en 1985. Ha desempeñado varios cargos y en los últimos años ha manejado la parte informativa del periódico en su condición de editor general.

Aunque Roberto respaldó abiertamente a Prisa -el otro posible comprador de El Tiempo-, durante estos 16 meses se ha ganado el respeto y la confianza de las directivas de Planeta.

Los retos que asume Roberto no son poca cosa. Será el responsable tanto de la parte informativa como de las páginas de opinión. Por tradición, en El Tiempo dos personas desempeñaban estos roles. Por muchos años, el director fue Hernando Santos Castillo, y el editor general, Enrique Santos Castillo. Esto permitía que hubiera una separación entre el manejo de las noticias y la posición editorial del periódico, como ocurre en diarios como el Washington Post y el New York Times. Esta fórmula se mantuvo cuando Rafael y Enrique Santos quedaron de codirectores.

Por esta razón, no es exagerado afirmar que como director general, Roberto Pombo tendrá una enorme responsabilidad en un momento crítico para el país, cuando el debate sobre la reelección es pan de cada día y se avecina la campaña electoral de 2010.

A diferencia de sus antecesores, Roberto no es accionista de una empresa familiar periodística colombiana, sino empleado de una multinacional española con intereses en el país. No será fácil para El Tiempo informar y opinar sobre la adjudicación del tercer canal, cuando Planeta y sus socios minoritarios son parte de los pretendientes a él.

El otro desafío de Roberto es el mismo que enfrentan todos los diarios en el mundo, y en particular en Estados Unidos: cómo seguir siendo rentable ante la competencia de Internet. Aquí, por lo menos, El Tiempo ha avanzado bastante. Ha logrado la integración de los equipos de la edición impresa con los contenidos digitales y es líder en materia de convergencia y multimedia.

En momentos en que periódicos tan insignes como el New York Times luchan por su supervivencia, El Tiempo, con Roberto Pombo al frente, no se puede dormir en sus laureles, sino seguir manteniendo su liderazgo.