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La obra ha tenido múltiples contratiempos, que parecieran no tener fin. - Foto: Archivo SEMANA

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El túnel de La Línea verá la luz este año

Si caduca el contrato de la esperada obra que busca conectar el centro con el occidente del país hay un plan de contingencia.

La construcción del túnel de La Línea resume todos los males de la infraestructura colombiana. En 2008 con bombos y dinamita el entonces presidente Álvaro Uribe abrió el túnel piloto de La Línea. Acompañado por el ministro de Transporte Andrés Uriel Gallego y varios funcionarios de Invías proyectaron que para el 2012 la obra estaría lista. No pasó.

Si en el gobierno de Uribe -de dos periodos- no se pudo, Santos ya quemó un cartucho pero le queda otro. Lo que es claro es que el costo del atraso de la obra no solo es en prestigio sino en tiempo y dinero.

Esta se trata de un obra de gran escala que implica dos túneles de 8,8 kilómetros y 23 kilómetros de dobles calzadas entre Cajamarca y Calarcá en un terreno geológicamente agreste. Comprende 59 puentes y 16 túneles menores.

Se sabe que la caducidad del contrato es inminente y el revuelo ya está controlado. Por eso el vicepresidente Germán Vargas Lleras anunció durante el Congreso Nacional de Infraestructura que antes de que termine el 2014 se destrabará el camino para la polémica obra.

"Si llegare, y advierto, a tomarse la decisión de enfrentar la caducidad del contrato, ya está previsto un plan de contingencia para el mantenimiento del túnel y para la apertura de una nueva licitación que garantice la terminación de la obra", dijo Vargas Lleras.

El 'ultimátum' es el 30 de noviembre, apenas se cumpla se ejecutará este 'plan b'.

La ministra de Transporte Natalia Abello le dijo a Semana.com que "el túnel de La Línea va a ver la luz en este gobierno". Agregó que para ellos "si la ejecución no se puede lograr con el contratista, dependiendo de la suerte con la financiación de los recursos y la ejecución de la misma, se estará abriendo una licitación publica en el evento que se llegue a declarar una caducidad".

Aunque no se sabe quién terminará la obra, si se cumple el plan que anunció el vicepresidente y la ministra, el túnel de la Línea se destrabaría después de décadas de espera.

Pero no todo es color de rosas. Como ya había alertado SEMANA, actualmente hay varias disputas en tribunales de arbitramento; la más preocupante es la de del ingeniero Carlos Collins, representante legal del consorcio Unión Temporal II Centenario, contra el Invías que supera los 500.000 millones de pesos.

"Es urgente que se desarrolle el proyecto, ojalá dentro de cuatro años no estemos repitiendo lo mismo", le dijo a este medio Rosario Córdoba, presidenta del Consejo Privado de Competitividad a la vez que alertó que la deficiente infraestructura está dejando a Colombia rezagada en términos de competitividad.

Demoras en las obras, problemas en el contrato, sobrecostos, desviaciones de recursos, sanciones por daños ambientales, fallas geológicas, líos laborales, negligencia de los contratistas hicieron de la construcción del túnel de La Línea una vergüenza nacional. Por eso el túnel podría terminar costando más de un billón de pesos y no los 629.000 millones en los que se fijó el proyecto. ¿Habrá aprendido el país la lección después de tantos errores?