El túnel

Por su importancia vial, pero especialmente por tratarse de un contrato que ronda los 267 millones de dólares, el proyecto del túnel de la Línea ha sido objeto de una agitada polémica entre la Corporación Transparencia por Colombia y el Instituto Nacional de Vías (Invías).

La razón de este tire y afloje comenzó por varios cuestionamientos realizados por Transparencia sobre el proceso licitatorio. Aunque no se trata de acusaciones de corrupción ni de señalamientos por algún delito las dudas planteadas por la Corporación son interpretadas como un alerta temprana que les permite a los organismos de control y a los colombianos en general ejercer a tiempo una vigilancia sobre uno de los proyectos más importantes de la última década. Debates como el desatado por el caso del túnel de La Línea sirven para evitar que en el futuro se repita la triste historia de otros grandes proyectos, como ocurrió con TermoRío, el Metro de Medellín o Telecom, los cuales han terminado cobijados por el manto de la corrupción. SEMANA explica en qué consisten algunos de los aspectos más importantes del ambicioso proyecto.