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El polémico exrepresentante a la Cámara Yahir Acuña, considerado uno de los nuevos barones electorales de la costa, lanzó a su esposa Milene Jaraba como candidata a la Gobernación de Sucre.

ELECCIONES

Elecciones en Sucre: el fantasma de Yahir Acuña

Mientras que los tradicionales barones de Sucre tratan de frenar a su esposa Milene Jaraba para que no llegue a la Gobernación, la campaña está empantanada por denuncias.

3 de octubre de 2015

En los 48 años de vida que tiene el departamento de Sucre, los gobernadores, nombrados o elegidos popularmente, han sido miembros representativos de la clase política o distinguidos ganaderos, terratenientes y empresarios. Esa tradición podría romperse el 25 de octubre si Milene Jaraba Díaz, esposa del exrepresentante Yahir Acuña Cardales, le gana las elecciones a Édgar Martínez Romero, el primer gobernador electo en los años noventa.

Esta ha sido una de las campañas más atípicas en los 23 años de elección popular. Si las encuestas y el radio ‘bemba’ que se oye en los municipios de uno de los departamentos más pobres del país resultan ciertos, la exdiputada Jaraba sería la primera gobernadora electa y la primera de origen popular. Los dos candidatos encarnan también un choque generacional: Milene tiene 32 años y Édgar Martínez 65.

Graves acusaciones y cuestionamientos tienen enrarecida la atmósfera de un departamento en que las elecciones han estado cuestionadas por fraude, por injerencia de recursos de la empresaria del chance Enilse López o por la mano oscura del paramilitarismo. Así ocurrió en las parlamentarias de 2002 y 2006 o en las locales de 2003 y 2007, en las que Rodrigo Mercado, alias Cadena, desaparecido comandante del bloque Montes de María, fue el gran elector. Ha sido tanta la ilegalidad que tres de los siete gobernadores electos terminaron presos. Y aún se recuerda que los parlamentarios elegidos en 2006, Álvaro García Romero, Jairo Merlano y Muriel Benito Revollo, fueron a la cárcel por nexos con el paramilitarismo.

En la actual campaña, las acusaciones han escalado a medida que se acercan los comicios. Desde hace algunos años se menciona la relación de Acuña con Enilse López y con Salvador Arana, como sus patrocinadores o impulsores en la política. Él no ha desconocido su amistad con Arana, cuando fue estudiante de la Universidad de Sucre, o con el hijo de la Gata, pero rechaza que su vertiginoso ascenso se deba a estos respaldos o a que haya recibido un solo peso de ellos.

Yahir Acuña, de 34 años, es hoy el gran elector de Sucre. Hijo de una maestra y de un vendedor informal, ambos miembros del Moir, estudió en colegios públicos. Los fines de semana vendía agua en la cancha de fútbol de La Selva; después, cuando estudiaba ingeniería, fue mototaxista y líder estudiantil. Fue elegido concejal de Sincelejo en 2003, luego diputado en 2007 y representante a la Cámara en 2011, con 136.000 sufragios, la mayor votación alcanzada en el departamento. Les puso votos a los senadores Eduardo Pulgar, Mussa Besaile, Bernardo Elías, Efraín Cepeda, Julio Miguel Guerra, Nora García y Miguel Amín, entre otros. Renunció a la Cámara para lanzarse a la Gobernación, pero se retiró para inscribir a su esposa en una enorme marcha.

El gran adversario es el senador Mario Fernández Alcocer, con quien se alió en 2011 en respaldo de la elección del candidato a la Alcaldía Jairo Fernández, tío del senador. Pero el pacto se rompió hace dos años cuando al parecer el alcalde no quiso recibir en su apartamento al representante Acuña y comenzaron las acusaciones.

La gran incógnita en Sucre es de dónde Acuña obtiene tanto dinero para sostener un tren de gastos que incluye regalos a los pobres, gasolina para los mototaxistas, pago de fórmulas médicas, auxilios de varios candidatos a alcaldes. Las acusaciones van desde la contratación no ejecutada en municipios como Tolú y Coveñas, donde los alcaldes son de su movimiento, hasta dineros entregados por narcos y grupos ilegales. Se sabe además que fue el único parlamentario que sudó las elecciones al lado del gobierno y que lo han recompensado apoyando la elección de su esposa. Acuña rechaza tener vínculos con organizaciones y dineros ilegales, y señala que más bien el otro candidato, Édgar Martínez, tiene un hermano extraditado en dos ocasiones.

Aunque Acuña y su esposa comenzaron la campaña con mucha fuerza, el exgobernador Martínez ha ido recogiendo un voto de opinión que ve con desconfianza su ascenso y la posibilidad de que gobierne a través de su cónyuge. Al principio, los políticos tradicionales apoyaban a Jairo Barona por el liberalismo; David Miserke por el Centro Democrático y Eduardo Pérez Santos por el grupo del Gordo García. Pero en el camino adhirieron a Martínez, quien recibió el aval de Cambio Radical de manos de Álex Char, a pesar de la oposición del senador Antonio Guerra de la Espriella.

Acuña ha endurecido su actitud contra sus adversarios. La confrontación se ha trasladado a la plaza pública de los 26 municipios del departamento, donde Acuña llama hipócrita a la dirigencia sucreña y la responsabiliza de la quiebra física y moral del departamento. “¿Quiénes han llevado a Sucre a la postración en la que está? Miren los apellidos de las familias que han tenido el poder, miren quiénes han terminado presos. Yo he estado cogobernando desde el Concejo y la Asamblea, pero no pertenezco a ninguna estructura política tradicional. El único pecado que ha cometido Yahir Acuña y si eso me cuesta la vida y mi patrimonio, ha sido derrotar al Gordo García Romero. A usted señor Édgar Martínez, que se presenta como adalid de la moral, lo vamos a derrotar en compañía de su hermano narcotraficante y dígale a su jefe Álex Char, que Sucre no será un corregimiento de Barranquilla”.

Édgar Martínez, en diálogo con SEMANA, sostiene que siente en la calle una ola de miedo y que según sondeos contratados por Cambio Radical va ganando en las encuestas, “por eso el lenguaje agresivo del señor Acuña, porque se siente derrotado a pesar de la cantidad de dineros que hay en su campaña. Yo estoy notando en las plazas y en la calle un sentido de pertenencia del sucreño, ese pulso entre las dos campañas se nota y se siente en la calle”.

Ya nadie se atreve a vaticinar qué pasará el 25 de octubre. En las huestes de Martínez, su director de campaña, Efraín Suárez, dice que tiene sus mayores respaldos en Sincelejo, Corozal, Sampués, Tolú, Coveñas, San Marcos y parte de La Mojana. Pero Acuña sostiene que 15 candidatos a la Alcaldía que apoyan la candidatura de Milene Jaraba ganarán en sus municipios, entre esos Sincelejo, y reconoce que las elecciones están muy disputadas en diez municipios. Lo que menos parece importar, en medio de las acusaciones y de la guerra sucia, es el futuro de Sucre, uno de los departamentos más pobres del país, en el que las bandas ilegales y del narcotráfico siguen mandando en el golfo de Morrosquillo y la corrupción parece un mal endémico.